Este tipo de formación tiene como objetivos principales salvar la vida de las personas que se han visto involucradas en el accidente y evitar al máximo la contaminación medioambiental que los accidentes de mercancías peligrosas pueden provocar. Se trata de una formación necesaria, teniendo en cuenta que a lo largo de 2009 los bomberos de la Comunidad de Madrid tuvieron que intervenir en 30 casos de accidentes con riesgo químico.Se trata de que conozcan las últimas novedades en cuanto a procedimientos operativos y material utilizado en intervenciones con mercancías de carácter nuclear, bacteriológico o químicos, aseguró Granados. Esta formación es ofrecida a grupos de 30 alumnos diarios. En las prácticas en pista vividas ayer con el simulacro de Las Rozas, los bomberos rescataron a las víctimas, apagaron el fuego causado por el choque de varios vehículos y rociaron de espuma el vehículo para evitar una expansión del fuego. Parte del equipo de bomberos recuperó Si fuera posible es importante encontrar la carta de portes del vehículo, para conocer con exactitud cuál es el material vertido. Finalmente, miembros dotados con una equipación especial se encargaron del sellado de la cisterna. Del mismo modo, se comprobó que no existiesen más zonas de escape del vertido. Por último, se descontaminó la equipación.Estos cursos también cuentan con prácticas de laboratorio, bajo supervisión, en las que se comprueban las diferentes reacciones químicas y los parámetros que figuran en las fichas de identificación de sustancias químicas.