El peaje en la Beasain-Durango tendrá un doble objetivo según la institución foral guipuzcoana. En primer lugar, la financiación de los 170 millones que costará la construcción del tramo Urretxu-Bergara, el último que queda por ejecutar de la Beasain-Durango. La segunda, evitar que esta autovía atraiga a los camiones que pretender evitar el pago del peaje de Etxegarate.por ello, la autovía Beasain-Durango (Gi-623) será de peaje, tanto para vehículos pesados como ligeros. Estos últimos podrán beneficiarse de descuentos a través del Viat. Las cabinas de cobro se instalarán en el puerto de Deskarga, en el tramo entre Urretxu y los túneles que se construirán para atravesar el alto.Red de vías de peajeDe esta manera, la red de carreteras de pago de Gipuzkoa estará formada por la AP-8 (Bilbao-Behobia), la AP-1 (Eibar-Vitoria), la N-I (Etxegarate) y la Beasain-Durango (Deskarga). Por el contrario, la autovía de Navarra (AP-15) y la N-121 (Endarlatza) seguirán siendo gratuitas en Gipuzkoa. Cabía la posibilidad de que estas dos últimas, calificadas como carreteras transeuropeas, también fueran de peaje. De hecho, la ponencia de las Juntas Generales de Gipuzkoa ha dejado la puerta abierta a esta opción. Desde la Diputación, sin embargo, se descartó incluirlas en la red de pago.En declaraciones a un diario guipuzcoana, Eneko Goia, diputado de Infraestructuras Viarias, afirmó que la única forma de financiar las carreteras de Gipuzkoa es cobrar a los usuarios. «Vivimos en un territorio particular. Disponemos de una potente red de carreteras, una necesidad al ser lugar de paso. Y, además, construir viales resulta especialmente caro en Gipuzkoa.