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Integración vertical: reto y oportunidad

La integración vertical es uno de los fenómenos que más oportunidades e incertidumbres generan, al mismo tiempo, para el colectivo transitario.

  • Última actualización
    29 noviembre 2021 11:01

 En los últimos tiempos, se ha acrecentado la tendencia a la consolidación empresarial por parte de las grandes líneas navieras para alcanzar el llamado “end to end” o la apuesta decidida por la integración vertical y por dominar todos los eslabones de la cadena logística para gestionar en una única mano la cadena logística puerta a puerta.

Estas grandes navieras han apostado por ser “integradores del transporte global de contenedores”, mediante la integración vertical de su negocio, obtenida con la compra, gracias a su gran capacidad financiera, de empresas transitarias, representantes aduaneros, plataformas electrónicas de fletes, etc. entrando en algunos aspectos que eran definitorios del transitario, como es la financiación de las operaciones y la oferta de servicios anexos al comercio internacional, como son los seguros marítimos.

El objetivo es el de absorber todo el movimiento del contenedor desde su origen a su destino, quedando a priori poco resquicio para la actividad del transitario.

En el caso del contenedor marítimo, donde a priori la naviera es un proveedor de servicios para el transitario, esta tendencia hacia la integración vertical genera una tensión en la que el transitario aparece debilitado, ya que la naviera posee los activos y una capacidad financiera superior. Si, además, cuenta en su estructura vertical con una empresa que opera en el campo de los transitarios, el panorama se torna aún más complejo.

La integración vertical ocurre en paralelo con las fusiones y adquisiciones en el sector, también conocida como integración horizontal, que permite economías de escala para la obtención de mayores beneficios, así como mayor poder de negociación frente a terminales y operadores portuarios.

Confianza y neutralidad

No obstante, más allá de la adquisición de operadores, almacenes logísticos, posicionamiento en terminales interiores o compra de operadores ferroviarios, estos procesos de integración vertical están conllevando el fortalecimiento de las empresas transitarias propias o la compra de grandes transitarias por las navieras, lo que obliga a un planteamiento sobre la evolución futura del forwarding. Se trata de una estrategia que preocupa a los transitarios, si bien éstos están convencidos de tener un rol claro y de ocupar su propio espacio en el nuevo mercado. Además, los transitarios manejan un potente argumento para contrarrestar esta posible amenaza: frente al armador y la naviera, que dirigen un negocio de activos, el del transitario es un negocio de personas, de equipos humanos que se mueven globalmente en seguimiento del buen resultado de las operaciones de un cliente.

En todo caso, ante la integración vertical emergen ciertas dudas a la hora de interpretar hasta qué punto una transitaria va a poder trabajar con plena confianza con una naviera si los datos de sus clientes pueden ser transferidos por dicha naviera a su propia compañía transitaria o, a la inversa, y ante el temor de que otras líneas navieras no presten servicio a un forwarder por temor a la información que éste pueda trasladar de ellas a su matriz naviera.

En este contexto, los transitarios consideran necesario un nuevo enfoque de la transparencia y, sobre todo, un nuevo planteamiento de la neutralidad a la hora de acometer el nuevo marco de relaciones que va a exigir el mercado. Sea cual sea el modelo que impere en el futuro, todos coinciden en afirmar que será el cliente quien decida y determine qué modelo se abre camino, si olvidar que la posibilidad a medio plazo de un movimiento pendular que pueda variar la tendencia actual a las grandes concentraciones.

Además de la integración vertical promovida por una línea naviera hay que tener también en consideración las surgidas a partir de plataformas como Amazon, que han irrumpido también en el sector logístico y del transporte, si bien se trata de un fenómeno sólo alcance de un número limitado de empresas que, eso sí, manejan unos volúmenes altísimos.

Los transitarios consideran necesario un nuevo enfoque de la transparencia y, sobre todo, un nuevo planteamiento de la neutralidad a la hora de acometer el nuevo marco de relaciones que va a exigir el mercado ante el proceso de integración vertical

Más dinero en caja para futuras adquisicionesEn los últimos años, varias líneas marítimas, incluidas Maersk y CMA CGM, han completado procesos de adquisición de operadores logísticos y transitarias, plataformas de gestión de carga e incluso una aerolínea. Y dado el sólido desempeño financiero del sector naviero el año pasado, es de esperar que se produzcan más acuerdos de este tipo.China Cosco Shipping (CCS), Ocean Network Express (ONE) y Hyundai Merchant Marine (HMM) se encuentran entre las navieras que han expresado su interés en desarrollar soluciones de cadena de suministro integradas y puerta a puerta con valor añadido para sus clientes, lo que les hace estudiar posibles adquisiciones.La consultora británica Drewry considera que las adquisiciones verticales serán más importantes en términos relativos. En un documento titulado “Container shipping equities-Carrier strategies in 2021”, señala que “a medida que la industria del transporte marítimo de contenedores está más concentrada y tiene oportunidades limitadas de ganancias, el enfoque se ha desplazado a los servicios de valor añadido que se ofrecen en torno al transporte marítimo”.Razones para una estrategiaLas principales compañías navieras han identificado la logística como un motor de crecimiento que les reportarán beneficios adicionales, lo que les ha empujado a participar en actividades de fusiones y adquisiciones (M&A) con la intención de ofrecer más servicios de cadena de suministro de extremo a extremo, como el transporte terrestre y la gestión de carga.Así, existen varias razones por las que las navieras muestran sus preferencias por desarrollar esta estrategia de integración vertical:- La tendencia hacia una mayor consolidación horizontal, protagonizada por navieras que adquieren otras navieras, se ha frenado notablemente, sin que se hayan realizado transacciones importantes desde 2017.- Las consolidaciones anteriores han sacado la oferta del mercado y racionalizado el desequilibrio oferta/demanda, con poco margen para una mayor consolidación, lo que protege la dinámica de la industria actualmente favorable.- La ventana de oportunidad para más fusiones y adquisiciones se ha reducido, con menos operadores para absorber.- Las 10 principales líneas marítimas controlan en la actualidad más del 80% de la capacidad total, y una mayor actividad de fusiones y adquisiciones podría generar un mayor control por parte de los reguladores antimonopolio.

A juicio del colectivo de transitarios, continúan las deficiencias en el servicio prestado por las compañías navieras. Los transitarios piden más transparencia en el circuito logísticosFETEIA-OLTRA continúa alertando sobre los perjuicios generados por la situación del transporte marítimo y considera necesaria la implicación decidida de las autoridades competentes. Desde el punto de vista de los transitarios españoles siguen existiendo múltiples problemas. En primer lugar, a juicio del colectivo continúan las deficiencias en el servicio prestado por las compañías navieras, en particular se mantienen las continuas cancelaciones de rutas, limitaciones de la oferta y disponibilidad de equipos y la imposición de cargos a los operadores por “demurrages & detentions” aunque se deban a cuestiones absolutamente ajenas a ellos.Asimismo, los fletes se mantienen a unos niveles que dificultan sobremanera que las empresas puedan mover la mercancía y que, tal y como ya se está advirtiendo por la mayoría de expertos, están teniendo un fuerte impacto en la inflación a nivel global. Por último, se está produciendo un decremento de la transparencia de los circuitos logísticos. “Lamentablemente, todo parece indicar que la situación se mantendrá durante cierto tiempo”, sostiene FETEIA-OLTRA.“Demurrage & Detention”En este escenario, los transitarios españoles destacan la necesidad de continuar las acciones tanto a nivel nacional como internacional y juzgan esencial que las Administraciones solucionen una situación que pone en riesgo el conjunto del sector. Uno de esos aspectos a solucionar es la necesidad de poner fin a la excepcionalidad generada por el Consortia Block Exemption Regulation, que exime a los transportistas marítimos del cumplimiento de ciertos aspectos de la normativa de defensa de la competencia de la UE, “sirviendo, en muchas ocasiones, como pretexto para integraciones verticales y acuerdos comerciales entre competidores y que en la actualidad causa muchos más perjuicios que beneficios al mercado y al conjunto de la economía de la UE”. Asimismo, creen necesario que se adopten medidas en relación con los “demurrages & detentions”, tal y como están haciendo las autoridades norteamericanas.