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Josep Maria Cruset: “La estrategia del Port de Tarragona pasa por poner en valor los activos que tenemos”

El Port de Tarragona conoció hace pocos días la noticia que esperaba desde hace ya 30 años. Tras décadas de gestión, la infraestructura tarraconense recibió la aprobación definitiva para su Zona de Actividades Logísticas (ZAL). Esta primicia ha llegado paralelamente a la celebración del 150 aniversario del Port de Tarragona y al primer año que ha cumplido Josep Maria Cruset Domènech como presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona (APT).

  • Última actualización
    12 diciembre 2019 18:28

Hace poco más de un año de su nombramiento como presidente del Port de Tarragona ¿Qué balance hace de este 2019? 

Ha sido un año muy positivo, no solo desde el perfil estándar que se utiliza para saber si ha sido positivo o no, que son los tráficos y cómo ha ido el crecimiento. Hemos estado en un año de crecimiento y cuando cerremos el año sabremos la cifra exacta, pero será de los buenos años de la serie histórica del Port de Tarragona, por lo que estamos contentos y lo calificamos de positivo.Uno de los objetivos que pusimos cuando entramos, que es el tener diseñada y ejecutándose la estrategia de los próximos cuatro años para dejar el Port preparado para las próximas dos décadas, está hecho. Tenemos una planificación a cuatro años vista con un plan de inversiones de 170 millones de euros que nos permitirá realizar grandes actuaciones dentro y fuera del Port. Este diseño y previsión conlleva tramitación urbanística y administrativa, trabajos con los que estamos muy avanzados. A principios de este mes de diciembre la Comissió d’Urbanisme de Tarragona aprobaba el plan urbanístico de la Zona de Actividades Logísticas. Cuando entramos no estaba hecha ni la aprobación inicial, por tanto, en un año hemos conseguido culminar todo el trámite urbanístico. Y hace unos días apareció publicada en el BOE la licitación de la construcción del Moll de Balears. Todo ello nos permite hacer un balance muy positivo.

¿Cuáles son las sensaciones y próximos movimientos después de la aprobación definitiva de la ZAL?

Buenísimas. Ya teníamos empresas interesadas antes de la aprobación y ahora este interés ha aumentado mucho más. Piense que tanto para el Port como para el sur de Catalunya esta zona de actividades logísticas de 92 hectáreas supondrá un impulso económico muy importante con casi 73 millones de euros de inversión por parte del Port que permitirá la creación de más de 4.200 puestos de trabajo.

Para nosotros, supondrá un crecimiento del 20,42% del espacio portuario para actividades logísticas y un impacto positivo en los tráficos marítimos estimado en unos 4,6 millones de toneladas más por año, lo que significa un 14 % respecto a la cifra total de 2018.

¿Cuáles son las líneas e infraestructuras estratégicas de la Autoritat Portuària de Tarragona?

Estamos poniendo en valor los activos que tenemos. Por una parte, tenemos un puerto con muelles con mucho calado, por lo que pueden venir grandes barcos con mucha capacidad de almacenaje. Por otra parte, tenemos una intermodalidad que estamos desarrollando, la primera parte, que es la terminal intermodal de la Boella en el interior del Port, que ya está hecha, electrificada y con la prueba de seguridad superada y con ancho europeo y conectados al corredor Mediterráneo, pendientes también de que el corredor conecte con Europa. Por tanto, en el interior tenemos la intermodalidad resuelta. Estamos desarrollando en Guadalajara-Marchamalo otra terminal intermodal como la que tenemos aquí, de cuatro vías, con 150.000 metros cuadrados que este año 2020 estaremos en obras y seguramente a finales del 2020 y principios del 2021 estará operativa.

En definitiva, la estrategia del Port de Tarragona pasa por poner en valor los activos que tenemos, que es una infraestructura potente con esta intermodalidad también hacia el interior de la península.

¿Cree en el modelo de Puertos del Estado o prefiere una gestión más autónoma?

El actual modelo de Puertos del Estado creo que respeta mucho la autonomía de las autoridades portuarias. En un año que tengo de experiencia, Puertos del Estado no me ha impedido hacer nada de lo que estamos desarrollando.

Sin embargo, lo que sí que pedimos algunas autoridades portuarias es que Puertos del Estado actúe como correa de transmisión. Es decir, que de igual manera que Europa nos insta a la obligación de pagar impuestos de sociedades, actuando más como empresa que como administración, que nos dé también más margen de maniobra desde el punto de vista empresarial.

Lo que pedimos es, más que autonomía, que ya tenemos, es que nos doten de carácter de empresa. De esta manera no tendríamos límites para, por ejemplo, contratar personal para desarrollar cualquier tipo de línea estratégica.

A nivel de Catalunya, ¿sería partidario de reactivar el Front Portuari Català? En este caso, ¿Barcelona sería una sombra o una oportunidad?

El Port de Tarragona y el Puerto de Barcelona trabajamos conjuntamente en cuestiones que, por proximidad, nos interesan. El Front Portuari Català, como concepto, está funcionando. De hecho, las dos presidencias nos reunimos periódicamente y compartimos inquietudes y pensamientos, de manera que no tiene sentido marcarnos el ser una sombra uno del otro. Tenemos una ventaja, y es que los dos presidentes venimos del mundo municipal y nos hemos conocido en el ámbito de alcaldes, por lo que sabemos que da mejor resultado la colaboración.

¿Cuáles son esas inquietudes?

Sobre todo, inquietudes en temas medioambientales y de sumar los criterios de cómo hacer compatible la actividad portuaria con las ciudades que nos acogen. También en cuestiones en las que Barcelona no tiene recorrido, porqué ya no puede crecer más, pero Tarragona sí, y buscamos sinergias que permitan que estos crecimientos los pueda acoger Tarragona.

En Tarragona, ¿cuál es la relación entre la ciudad y el puerto, y qué acciones se están desarrollando?

La Autoritat Portuària de Tarragona trabajamos en el día a día muy directamente con las dos ciudades que nos acogen, Tarragona y Vila-seca. Mensualmente hacemos reuniones de trabajo entre el puerto y los dos ayuntamientos, en las que participan los alcaldes y equipos técnicos de ambas ciudades, de manera que podeos anticipar la tramitación de proyectos que tenemos que hacer juntos.

En el ámbito de los cruceros operamos, desde hace tiempo, una mesa institucional de cruceros, en la que participa Tarragona, Vila-seca, Reus y el Port de Tarragona, que nos permite ajustar el crecimiento en función de los actores de la mesa. Asimismo, esta mesa institucional incluye una mesa técnica donde se desarrollan las decisiones. Por tanto, la ventaja es que en el ámbito del Port de Tarragona y el Camp de Tarragona no hay ningún tipo de confrontación entre el territorio y la actividad portuaria, al contrario, el territorio reconoce el potencial y el motor económico que supone el Port para el territorio, y el Port reconoce que debe crecer alineado al pensamiento de nuestro territorio.

¿Sobre el desarrollo sostenible, cuáles son las acciones que se prevén o se están llevando a cabo?

Por una parte, implantamos todo aquello que es obligado a nivel normativo europeo, lo que no es un mérito, pero sí un esfuerzo, como la entrada en vigor de la IMO 2020, que se debe vigilar y hacer seguimiento para garantizar su cumplimiento.

Como acciones propias tenemos el formato de tarifa plana para la entrega de residuos de los barcos. La importancia radica en que, a pesar de la cantidad de residuos depositada, todos lo barcos pagarán lo mismo. Con esto incentivamos que los barcos dejen todos los residuos en el puerto y evitamos los posibles vertidos en alta mar, evitando así que los residuos terminen en nuestro entorno.

Trabajamos también temas ambientales, como la zona de Xarxa 2000, que supone una inversión de dos millones de euros para su restauración, puesto que es una zona medioambientalmente muy protegida con especies autóctonas y zonas de nidificación de aves, con un total de 300.000 metros cuadrados tocando el Port de Tarragona y la ZAL, por tanto, lo incluimos en el presupuesto para desarrollarlo en los próximos dos años.

Por otra parte, las bonificaciones medioambientales. Tenemos 5,5 millones de euros al año que dedicamos a proyectos de mejora medioambiental que hacen las empresas que, mediante una justificación de dichos proyectos al final del año, se les otorga una bonificación, lo que supone un ahorro de pago de las tasas.

De estos proyectos que presentan las empresas, ¿cuál destacaría? 

Priorizamos todos aquellos que velan por el control y vigilancia de la calidad del aire de nuestro entorno. Por ejemplo, aspersores para reducir el polvo en los graneles o sistemas de descargas que evitan que se produzcan emisiones de partículas en el ambiente. En el ámbito de la química destacan las lecturas continuas de determinados parámetros que tenemos identificados que nos interesa mucho vigilar de cerca.

En definitiva, todo gira alrededor de la calidad del agua y del aire, y es donde estamos muy inmersos medioambientalmente.

¿Cómo es la relación de la Autoritat Portuària de Tarragona con la comunidad logística?

Es una relación que funciona y no existe conflicto. De hecho, estamos desarrollando acciones en beneficio de la comunidad logística, como el servicio de entrega de agroalimentarios. Del Port de Tarragona sacamos 5,5 millones de toneladas anuales de cereales, y una parte importante sale mediante camiones, lo que supone 500.000 camiones que vienen al puerto a recoger los cereales.

Hemos planeado un sistema de entregas, que hemos denominado SEA, que se encuentra en fase de prueba y que estará en funcionamiento, al cien por cien, el próximo mes de mayo. La herramienta permite que la empresa de transporte encargada de recoger el cereal facilita la franja horaria de la recogida y, por su parte, la terminal define la hora determinada. Es decir, la empresa de transporte ofrece una franja horaria y la terminal fija la hora exacta.

El objetivo es reducir drásticamente el tiempo de espera de los camiones dentro del puerto. Esto supone beneficios medioambientales, ya que el camión pasa menos tiempo dentro del puerto emitiendo emisiones, por su parte la terminal puede planificar las entregas sin la presión de tener largas colas en la puerta, y para la comunidad logística significa optimización del tiempo.

Es un mecanismo que hemos desarrollado durante tres años para que no genere problemas a ningún actor de la cadena logística. Hace unas semanas presentamos el sistema a los compradores de cereales, las terminales ya lo tienen implantado, y en cuanto a los transportistas nos encontramos en fase de formación.

Se trata de una herramienta que ha desarrollado el Port de Tarragona y que no cobraremos nada por ponerla en funcionamiento, porque el beneficio es de optimizar el sistema logístico.

Este año el Port de Tarragona celebra su 150 aniversario.

El 150 aniversario tiene dos vertientes importantes, una de reconocimiento a las personas que hacen posible el día a día del Port de Tarragona, y una segunda de refuerzo de las líneas estratégicas, como la buena conexión que tiene el Camp de Tarragona con el puerto, y viceversa, y el refuerzo con las instituciones. Al final, el Port de Tarragona no es un perímetro aduanero y aislado, sino que tenemos una gran permeabilidad que integra a los actores territoriales, que hablan con sentimiento de pertenencia sobre el puerto. Por tanto, los 150 años sirven para reforzar estos vínculos con nuestro entorno. En esta línea de convivencia entre puerto y ciudad cobra vital importancia el incremento de los pasajeros de los cruceros en el Port de Tarragona.

Este año hemos cerrado un ejercicio muy importante. Hace cuatro años estábamos alrededor de los 10.000 cruceristas, y este año 2019 lo hemos cerrado con 128.000. Se trata de una cifra muy importante, un crecimiento conjunto de todo el territorio que requiere una planificación también conjunta para saber cómo afrontar los retos. De esta manera, nos encontramos un modelo de cruceros que encaja con el territorio y no le genera rechazo. Algunas novedades es que Royal comienza a hacer escala en Tarragona el año que viene.