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"La búsqueda del talento y la tecnología son las llaves para la sostenibilidad"

Entrevista a Kepa Azarloza Goiría, presidente de Vasco Catalana Group.

  • Última actualización
    21 junio 2020 22:12

Vasco Catalana Group cumple 50 años en 2020. Fundada como consignataria en octubre de 1970 en Bilbao con el nombre de Vasco Catalana de Consignaciones, la compañía es hoy una multinacional del transporte y la logística que abarca prácticamente todas las actividades que componen la cadena logística. Adaptación a los cambios, apertura internacional, apuesta tecnológica, espíritu innovador y una adecuada gestión del talento, son algunos de los ingredientes de una receta de éxito que ha llevado a Vasco Catalana a situarse como uno de los referentes logísticos nacionales. Primero como director y después como consejero delegado y propietario de la empresa, Kepa Azarloza Goiría es un testigo de privilegio, no sólo de la evolución de la empresa en estos últimos 50 años, sino de la propia evolución logística de este país. Aunque oficialmente jubilado desde hace 15 años, Kepa Azarloza se mantiene al tanto de un negocio que sus hijos Jon, Xabier y Kepa ,“han ayudado a crecer más de lo que hice yo mismo”.

"Unos días después…”Esta entrevista ve la luz 101 días después de que entrevistador y entrevistado se citaran en Santurtzi (Bizkaia) una lluviosa y desapacible mañana del 11 de marzo de 2020, a apenas 48 horas del decreto de estado de alarma por la crisis sanitaria del Covid-19, dejando en suspenso su publicación en atención a la excepcional gravedad de la situación.Este lunes 22 de junio, recién estrenado el verano y primer día laborable de esta llamada “nueva normalidad”, las palabras de Kepa Azarloza Goiría, presidente de Vasco Catalana Group, recuperan plena su vigencia a pesar de lo vivido en los últimos meses.Tras este intervalo forzado, desde su retiro activo cumplidos los 81 años de edad, Azarloza considera que la situación surgida con el Covid-19, “con sus trágicas consecuencias tanto en lo humano como en lo económico, provoca profunda preocupación social”, y confía “que la economía circular se ponga de verdad en marcha en pro de un mundo respetado en lo ecológico, dentro de una economía más social y sostenible”.Vasco Catalana Group cumple 50 años de vida este año 2020 para el que la multinacional vasca de la logística tenía escrito un guion para un escenario bien diferente al que deja el Covid-19. Sin embargo, Azarloza sabe bien que en las empresas mejor preparadas para los cambios los guiones se escriben y reescriben constantemente, con cada nuevo escenario. Esa es la clave para cumplir 50 años en el mercado y seguir creciendo.

Hace 50 añosHace 15 años que Kepa Azarloza decidió que era momento de echarse a un lado y de ceder a sus hijos el protagonismo y la dirección de la empresa en la que él mismo recaló un mes de abril de 1971 en Bilbao. Toda una vida entera dedicada al trabajo (“el ámbito en el que mejor me he sabido manejar, tanto como marino, director o empresario”) y a la empresa a la que imprimió su carácter emprendedor, a la que moldeó con su espíritu innovador.Términos como digitalización, automatización, sinergias o cooperación, entre otros, fluyen con facilidad y de forma natural, en la conversación con este profesional nacido en 1939 en la localidad vascofrancesa de Bidart, junto a San Juan de Luz, hijo de refugiados vascos quienes, finalizada la Guerra Civil, regresaron a Bizkaia, al caserío materno “Derandein”, en el municipio de Amorebieta-Etxano. Décadas después, Derandein volvería a tener un importante protagonismo en su vida y en la de la propia empresa al dar nombre a la Fundación que gestiona Vasco Catalana Group y a la que Azarloza dedica actualmente buena parte de su tiempo.Hijo de marino, Kepa Azarloza tomó el mismo camino que su padre y como marino mercante “mandó barco” hasta que con 28 años regresó a tierra para enrolarse en la delegación en Bilbao de la naviera Euromar. Sin embargo, cambios en la empresa llevaron a Kepa a otear otros horizontes. “Dejé la mar con un sueldo importante en la época y en tierra el trabajo era muy distinto. En Euromar, donde estuve en un segundo nivel, no acabé de estar a gusto”. Entonces, en abril de 1971, se cruzó en su camino Vasco Catalana de Consignaciones, fundada apenas seis meses antes por un grupo de consignatarios de Catalunya, liderado por Ernesto Romeu Sanromá (ya fallecido), y por la agencia de aduanas Hermanos Bergaretxe.

“Mis hijos forman una generación muy involucrada, con un claro perfil empresarial y que se complementan perfectamente para seguir adelante. Es una gran satisfacción ver cómo el Grupo ha crecido con ellos”

Un golpe de timón “Cuando cambié Euromar por Vasco Catalana de Consignaciones, con los mismos emolumentos, no tenía realmente claro cuáles eran mis ambiciones, ni mi capacidad o interés como empresario. Simplemente cambié porque no estaba a gusto en Euromar tras los cambios que allí hubo”, recuerda Kepa Azarloza.El proceso fue natural, una evolución gradual. “En Vasco Catalana pasé directamente a dirección y poco a poco fui entrando y participando en la sociedad a instancias de los propietarios, los Romeu y los Bergaretxe”. El paso del tiempo y la confianza depositada especialmente por los Romeu en Azarloza, hizo el resto. “Poco a poco, mediante ampliaciones e incrementos en el porcentaje accionarial, llegué a hacerme con la mayoría hasta alcanzar dos tercios de la sociedad”.Y el momento llegó. “Un buen día que teníamos Junta General, Quico Romeu me llamó aparte y me comunicó que querían vender su paquete de acciones, lo que para mí fue toda una sorpresa porque yo estaba encantado con los Romeu, que nos apoyaban mucho y fueron muy importantes”. “Supongo que no querían estar en minoría y por ello llegamos fácilmente a un acuerdo. Les hice una propuesta y los Romeu la aceptaron sin cambiar una sola coma. Y así fue como me quedé con la propiedad única de Vasco Catalana y de las sociedades participadas en varios puertos españoles”.Así, y ya con un Master de Economía por la Universidad de Deusto bajo el brazo, fue como la trayectoria de Kepa Azarloza como empresario al frente de Vasco Catalana Group empezó a forjarse durante las siguientes décadas.

Kepa Azarloza confiesa no tener asignaturas pendientes durante las décadas en las que asió con fuerza el timón de Vasco Catalana. “Antes existían cientos de líneas y hoy apenas quedan una docena de megacarriers que se reparten casi todo el tráfico de contenedores”

La innovación como identidadAl tiempo que Vasco Catalana desarrollaba su actividad como consignataria y agente marítimo, en 1995, coincidiendo con su 25 aniversario, alcanzaba la cifra de 17 navieras representadas y había abierto compañías participadas en los puertos de Vigo, Gijón, Santander y Pasaia, siempre en sociedad con empresas locales. También participó en la creación de sociedades de estiba en Bilbao, Vigo y Santander; de depósitos de contenedores en Bilbao y Vigo, así como de empresas de transporte por carretera en Bilbao. Kepa Azarloza representó también durante nueve años a la Asociación de Consignatarios de Buques y Estibadores del Puerto de Bilbao (ACBE) en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Bilbao.Más recientemente, hace unos 15 años, Vasco Catalana inició un nuevo proyecto en sociedad con Sarton, una franquicia de Ikea, como gestores de los almacenes reguladores de la multinacional sueca en Valencia. Después, el proyecto se expandió a las Islas Canarias, a Puerto Rico y a la República Dominicana. Por otra parte, la actividad transitaria de Vasco Catalana opera bajo el nombre de Intermodal Forwarding, en Bilbao, Barcelona, Vigo y Polonia, “con el objetivo de dedicar los recursos humanos y tecnológicos necesarios para un decidido desarrollo, bajo la premisa de que el futuro pasa por la logística integral con un fuerte soporte digital”. La expansión internacional prosiguió con la incursión en el difícil mercado africano con la apertura de una oficina en Mauritania.Y hace apenas dos años, Vasco Catalana creó en Valencia la sociedad Vasco Tech, que, bajo la marca Pelikane, está especializada en el desarrollo de plataformas digitales que comercializa para empresas de reconocido prestigio, constituyendo “un proyecto en el que creemos firmemente dada la evolución experimentada en este campo”, según Azarloza.

“Contemplamos posibles alianzas como estrategia de futuro, a fin de sumar sinergias y ganar competitividad, no sólo en el campo de la logística sino también en otras actividades”

Expansión internacionalLa historia de Vasco Catalana no se entendería sin su probada vocación de apertura internacional, algo que no ha sido tanto una estrategia planificada como una evolución natural. “En el mundo marítimo, el que se quedaba en casa no hacía nada, y nosotros estábamos muy acostumbrados a recorrer el mundo, aunque muchas veces volviéramos a casa de vacío. El caso es que no parábamos de recorrer países, ya que teníamos navieras representadas con las que teníamos reuniones muy frecuentes en el extranjero; básicamente en Europa, pero también en Estados Unidos”.El salto, precisa Azarloza, se produjo cuando se estableció un departamento de transporte internacional con la apertura de oficinas en Chequia, Eslovaquia y Polonia. “Nos introdujimos en el mundo del transporte por carretera y ello nos llevó a abrir estas oficinas en una época en la que muy pocas empresas ofrecían servicios de transporte a estos destinos”.A este respecto, Azarloza recuerda también la visita de “un señor checo que quería colocar aquí a su hijo, lo que nos llevó también a Chequia”, aunque fue fundamentalmente la apuesta por el transporte internacional lo que animó a Vasco Catalana a fundar la sociedad Vasco Bohemia. De esto hace ya 25 años.

COSCO y un viaje a PekínLa relación con la naviera china COSCO, de la que Vasco Catalana es agente en Bilbao y Vigo, “ha sido, es y será muy importante para Vasco Catalana”. Kepa Azarloza recuerda con detalle el origen de dicha relación. “Teníamos un servicio feeder y nuestro director viajaba con mucha frecuencia para visitar armadores en busca de carga. Regresó de uno de esos viajes de Hamburgo diciendo que COSCO buscaba un agente en Bilbao. Y allí fuimos para entrevistamos con la vicepresidenta de COSCO Europe, quien nos dijo que fuéramos lo antes posible a Pekín. Eran finales de los años 80, Pekín no tenía nada que ver con lo que es hoy, apenas circulaban coches por sus calles, y fue allí donde nos entrevistamos con el señor Gao Wei ji y firmamos el contrato de agencia para Bilbao”.El contrato con COSCO fue muy importante para asegurar la estabilidad de Vasco Catalana y sentar las bases de su crecimiento futuro. Además, en aquella época, muchas líneas marítimas de contenedores desaparecieron, por quiebra o por absorción, al mismo ritmo que los megacarriers tomaban impulso. “Antes existían cientos de líneas y hoy apenas quedan una docena de megacarriers que se reparten casi todo el tráfico de contenedores”, explica Azarloza, antes de manifestar con orgullo que “hoy tenemos el honor de participar en los consejos de administración liderados por COSCO Shipping en distintos países europeos”.

En 2019, con 80 años, dejó de ser de ser consejero de Vasco Catalana Group y ahora participa en la Junta General pero no en los Consejos. “No sabemos si a largo plazo primará la logística digitalizada o la digitalización de las logísticas”

Jubilación y relevoKepa Azarloza confiesa no tener asignaturas pendientes durante las décadas en las que asió con fuerza el timón de Vasco Catalana. Sí muchas satisfacciones. ¿La mayor?. “Tengo la suerte de contar con un relevo en la empresa en las personas de mis hijos Jon, Xabier y Kepa (un cuarto hijo, Jokin, es profesor), que están totalmente involucrados en nuestro proyecto y están acompañados de verdaderos profesionales. Es una generación muy involucrada, con un claro perfil empresarial y que se complementa perfectamente para seguir adelante. Es una gran satisfacción, sin duda, ver cómo el Grupo ha crecido mucho con ellos” .Kepa Azarloza se jubiló hace 15 años. “Desde entonces he estado un poco encima del negocio pero no en el día a día”, dice. En 2019, con 80 años, dejó de ser de ser consejero de Vasco Catalana Group y ahora participa en la Junta General pero no en los Consejos. “Estoy bien de salud pero creía que era el momento de dejar los Consejos”.Si bien ya no participa en los Consejos, sí se mantiene plenamente activo. Ha cursado estudios de Ocio y Cultura en la Universidad de Deusto, obteniendo la Diplomatura en ambas disciplinas, y hace 13 años Vasco Catalana creó la Fundación Derandein (que toma el nombre del caserío de Amorebieta-Etxano donde vivió de niño con su familia), a la que dedica hoy gran parte de su tiempo supervisando los proyectos de educación y alimentación infantil que gestiona junto a sus colaboradores en diferentes escuelas y hospitales de Etiopía, Kenia, Tanzania y la República Democrática del Congo.Fue precisamente a raíz de un viaje a Tanzania de su hijo Jokin, profesor, como surgió la idea de crear la Fundación. “Hay que tener un mínimo de conciencia social. Voy a África todos los años para ver cómo progresa y creo que aunque tú no puedas cambiar el mundo, al menos sí puedes ofrecer una mejor vida a la gente, a unos cientos de niños. África seguirá igual, pero al menos podemos devolverles algo de lo que en Occidente les hemos quitado”.

El futuro está en las personas“La búsqueda del talento y la tecnología son, a la fuerza, las llaves para la sostenibilidad de la empresa”, afirma rotundo Kepa Azarloza para explicar las claves que explican la pervivencia de la empresa durante estos 50 años y su sólida proyección futura. “El trabajo bien hecho; la transparencia; la Responsabilidad Social Corporativa, con ejemplos como la Fundación Derandein; la creación de imagen de marca…tienen que ser hechos diferenciales que garanticen el futuro y la sostenibilidad de nuestro Grupo, pero dado lo rápido que avanzan las nuevas tecnologías, no sabemos si en nuestro futuro a largo plazo, primará más la logística digitalizada o la digitalización de las logísticas”, explica Azarloza.Además de lo anterior, existe un punto básico que es previo: “ubicar al personal en el sitio adecuado”. “La persona que trabaja en el puesto adecuado está más motivada, trabaja más a gusto, y es más rentable para la empresa”, dice. También están las tecnologías. “El que no incorpore de lleno las tecnologías en la empresa se queda fuera de juego. Antes toda era más sencillo porque quien viajaba mucho, al estar aquí más atrasados respecto a otros países de Europa, podía copiar las innovaciones del exterior. Pero ya no hay tanta distancia. El mundo está tan interconectado que es más difícil”.

“Desaparecen las pequeñas empresas y crecen las grandes. En este entorno tienes que tratar de ir creciendo y si no puedes hacerlo, tener algún hecho diferencial. Si no, no puedes subsistir”

Buenos y malos momentos 50 años en la vida de una persona y de una empresa dan para mucho. Para lo bueno y lo malo. Los inicios de Vasco Catalana fueron duros. Años 70. Crisis económica y cambio político. La actividad del Puerto de Bilbao soportaba una gran presión social con grupos muy radicales que hacían el día a día muy difícil. “Eran tiempos complicados para el entorno empresarial, en los que las negociaciones de los convenios eran muy duras, ya que había detrás también una amenaza latente”, explica Kepa Azarloza, quien a sus 30 años de edad “lo aguantaba todo”.A pesar de ello, fueron más las luces que las sombras. Y hubo un día especialmente luminoso. Año 1995. 25 aniversario de Vasco Catalana. “Un día estupendo”, rememora. “Ese día, comíamos con varios armadores en el restaurante Ercilla del Hotel Bermeo de Bilbao, acompañados de más de 300 personas, cuando me llamó por teléfono el presidente de una conocida empresa para comunicarme que nos adjudicaban un importante proyecto. Yo siempre he sido entusiasta del project cargo, que ha sido mi hobby durante muchos años, y aquel día nos dieron un transporte muy voluminoso para Indonesia. La comida, los discursos, la llamada del presidente de aquella empresa… hicieron de aquel día un momento espectacular, para recordar…”, rememora con un brillo especial en los ojos.En el terreno personal hubo también otros buenos momentos, como cuando recibió el premio “Lingote de Oro” por parte de la editorial Men-Car, y que recuerda como un día “muy bonito”, y otros muchos no menos reconfortantes, como cada vez que se conseguía la representación de una naviera o un contrato de project cargo. ”Ha habido muchos momentos buenos”, afirma con satisfacción.

Hijo de marino, Kepa Azarloza Goiría tomó el mismo camino que su padre y como marino mercante “mandó barco” hasta que con 28 años regresó a tierra para enrolarse en la delegación en Bilbao de la naviera Euromar. El valor de la cooperaciónCumplidos 50 años, Vasco Catalana “contempla posibles alianzas como estrategia de futuro, a fin de sumar sinergias y ganar competitividad, no sólo en el campo de la logística sino también en otras actividades”, según Kepa Azarloza. Atrás quedaron los tiempos de la feroz competencia entre empresas, “un degaste terrible que no conducía a nada”. Sin duda, el cambio ha sido positivo. “La gente habla más y esto es bueno porque te entiendes y te fías del interlocutor, lo que permite que puedas encontrar apoyos mutuos”.Preguntado sobre si en estos 50 años la existencia de Vasco Catalana ha estado en riesgo por posibles intentos de compra por parte de otras compañías, la respuesta es rotunda: “No. Tampoco ha habido oportunidades. Sí hemos explorado la compra pero no la venta. Nunca lo he contemplado. Ni con los Romeu, ni con la segunda generación Azarloza, que entró hace ya 25 años.El panorama empresarial logístico ha experimentado una profunda transformación desde 1970. “Desaparecen las pequeñas empresas y crecen las grandes. En este entorno tienes que tratar de ir creciendo y si no puedes hacerlo, tener algún hecho diferencial. Si no, no puedes subsistir”. “Debemos estar atentos a las innovaciones y así lo hacemos. Estoy convencido de que la inquietud de mis hijos y de los ejecutivos y demás personal de la empresa va en el camino de adecuarse a la realidad actual y de prever el futuro”, concluye Kepa Azarloza Goiría.