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Llobet pide a la Administración “pautas de cómo actuar” ante la incertidumbre del Brexit

La incertidumbre ante lo que puede ocurrir en el ámbito aduanero cuando se haga realidad el Brexit fue la nota dominante en la jornada que, sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), organizó la semana pasada el Colegio de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros de Barcelona (COACAB). Mientras no se sepa qué camino tomará Reino Unido, es imposible que se conozcan las consecuencias del Brexit en materia aduanera y cómo habrá que actuar a partir del 30 de marzo.

  • Última actualización
    01 marzo 2019 10:58

Y así se reflejó en las ponencias de los diferentes intervinientes en la jornada del Colegio. Ante esta situación, su presidente, Antonio Llobet, pidió “que las Administraciones de las que dependen los Servicios de Inspección en Frontera nos den pautas de cómo actuar y de cómo se va a acometer esta situación tan compleja”.

En caso de Brexit duro, el caos podría adueñarse de las fronteras entre la UE y Reino Unido. Al respecto, Josep Carles Llagostera, administrador de la Aduana de Barcelona, fue muy claro al señalar que, “salvo acuerdo de salida, desde el 30 de marzo de 2019 a las 00:00 horas, la legislación de la Unión en materia de Aduanas e imposición indirecta sobre el consumo dejarán de ser de aplicación al Reino Unido”. Por ello, las reglas comerciales que se aplicarían “serían las de la OMC”,  la frontera de Reino Unido “pasaría a convertirse en territorio tercero” y el comercio entre la Unión Europea y Gran Bretaña “también tendría la consideración de territorio tercero”.

Llagostera puso de manifiesto que con un Brexit duro las mercancías entrantes en la UE desde Reino Unido “estarán sometidas al control aduanero y habrá que presentar las correspondientes declaraciones”. Además, “estarán sujetas a derechos arancelarios y a las prohibiciones y/o restricciones en materia de sanidad, seguridad, etc.”.

Sin OEA

Respecto a la figura del Operador Económico Autorizado (OEA), Llagostera señaló que “todas las autorizaciones y decisiones dejarán de ser de aplicación”; y respecto al origen de las mercancías, las producidas en el Reino Unido “pierden el origen UE y pasan a tenerlo de un país tercero, incluso las fabricadas antes de la entrada en vigor del Brexit”.

Para Llagostera, otros factores a tener en cuenta son que “a los productos procedentes del Reino Unido se les aplicarán medidas de política comercial” y que los productos sujetos a licencias de importación o de exportación “quedarán sometidos al cumplimiento de la normativa que regula la entrada o salida de esos productos de la Unión Europea”.

Por tanto, en caso de no producirse un acuerdo, la aplicación de todo esto “va a ser dramática” y en Reino Unido “ya han previsto que se colapsen las fronteras durante las primeras semanas”, circunstancia que “afectará sin duda a las exportaciones españolas” y también generará “la rotura de las cadenas logísticas”, sentenció Josep Carles Llagostera.

El administrador de la Aduana de Barcelona habló de una simulación de los efectos del Brexit duro en Dover, por donde pasan 10.000 camiones diarios. Actualmente un camión tarda entre uno y dos minutos para el despacho; si se produjeran dos minutos de retraso en el tiempo de despacho, se generaría una cola de camiones de 25 kilómetros, y si el retraso fuera de cinco minutos por camión, la cola alcanzaría los 80 kilómetros. Por este motivo, en Reino Unido se están planteando utilizar el aeródromo de Madston, cercano a Dover, como parking de camiones.

Aduana preparada

Josep Carles Llagostera finalizó comentando que en la Aduana de Barcelona “vamos a poder asumir este aumento de la carga de trabajo gracias al elevado nivel de informatización”, pero lo cierto es que “no sabemos lo que va a pasar”.

Más optimista fue Irene Guardiola, letrada del COACAB, quien se mostro convencida de que el Brexit puede conllevar que “se creen nuevos negocios” y que con ellos se generen “nuevas cadenas de suministro”. Por ello, Guardiola apuntó que “si estamos preparados, el Brexit también puede generar nuevas oportunidades para el sector”.

Ello no quita que Guardiola considere que países como Bélgica, Holanda y Francia, que son los que colindan con Gran Bretaña, “están más y mejor preparados que nosotros”. A modo de ejemplo, la abogada explicó que en Francia han puesto en marcha una plataforma informática que recibe toda la información aduanera relacionada con las mercancías que transitan por los pasos con destino a Reino Unido.

 Guardiola avanzó que las autoridades francesas no dejarán pasar por el Eurotunnel ninguna mercancía no despachada “y si llega a Calais sin despachar, la van a devolver”. Por tanto, “hay que instruir bien a los transportistas” porque a su llegada a Calais con la documentación en regla, “se les asignará un código de barras que será el que les autorizará a subir al Eurotunnel y hacer el recorrido de ida y vuelta”. Además, para facilitar todos los procedimientos y operativas, la Aduana de Calais funcionará las 24 horas del día y también se ha habilitado un espacio en una localidad cercana para apoyar la realización de los controles.

José Luis Guargua, director del área de Agricultura y Pesca en Catalunya, y Cristina Batlle, jefa del área de Sanidad, coincidieron en que España va a reforzar con más personal las administraciones y ampliará los PIF.

En este sentido, Guargua recordó que según el acuerdo del Consejo de Ministros del pasado 8 de febrero, se prevé que puedan reforzarse con 1.735 personas las administraciones y empresas públicas para prepararse para el Brexit. Asimismo, los PIFs de Bilbao, Marín, Irún, Lleida, Girona y Barcelona se van a reforzar, estos tres últimos esencialmente para las exportaciones, y también se crea un nuevo PIF en Santander.

Batlle añadió que habrá que “aumentar las plantillas en las áreas de Sanidad” y refirió que  “en Barcelona tendríamos que duplicar la plantilla actualmente existente” para cubrir el consecuente incremento de los controles que se va a producir.