La industria logística global no ha sido jamás inmune a las amenazas del terrorismo, la piratería o el tráfico ilícito de mercancías.
El riesgo de ruptura en la cadena de suministro va ligado a su propia naturaleza, no sólo del que procede de la acción o inacción humana, sino también del asociado a los fenómenos naturales y de las impredecibles condiciones que ofrece el medio en el que se desarrolla la actividad, ya sea mar, tierra o aire.
Sin embargo, la preocupación por la seguridad, entendida en su sentido más amplio, de personas, mercancías y de la propia cadena de suministro, se hizo más evidente que nunca con motivo de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, que dejaron al descubierto una gran brecha de seguridad que puso al mundo entero en alerta.
Mañana sábado se cumplen veinte años de los atentados y el mundo sigue presentando prácticamente las mismas amenazas que entonces, aunque la sensación de seguridad se ha visto reforzada gracias a los esfuerzos desarrollados por los gobiernos y entidades supranacionales en colaboración con la industria del transporte y la logística, pues los atentados comportaron un punto de inflexión sin precedentes en la historia de la logística.
La protección es un componente esencial de la viabilidad económica del sistema logístico global y de la competitividad internacional, que debe contribuir a la lucha contra el crimen, el terrorismo y otras amenazas, como la piratería, la ciberdelincuencia, el tráfico ilícito de drogas, armas y personas, y otras formas de crimen organizado.
Estos y otros actos ilícitos que afectan a la seguridad de la carga y al tránsito de las mercancías (robos, polizones, contrabando entre otros), constituyen una amenaza al comercio, a la explotación de las instalaciones de transporte, como puertos, aeropuertos y centros logísticos, y a la prestación de servicios de transporte.
Código ISPS
Desde el 11-S, los gobiernos de todo el mundo han redoblado sus esfuerzos para tratar de evitar que el transporte y el comercio global, y por extensión las sociedades, sean afectados por todas estas amenazas. En estos últimos 20 años, el sector de la logística y el transporte ha implementado numerosos planes y procedimientos detallados a escala regional, nacional e internacional, para garantizar la seguridad y la protección de personas y mercancías, apoyando un enfoque colaborativo con los gobiernos y otros organismos supranacionales.
Se trata de procedimientos que forman parte ya de las operativas diarias de profesionales logísticos en todo el mundo y que han sido plenamente asumidos como una rutina más, cambiando la mentalidad que con relación a la protección y la seguridad se tenía con anterioridad.
Así, en Estados Unidos nació la figura del C-TPAT (Customs and Trade Partnership Against Terrorism) para otorgar el sello de seguridad a las importaciones; la CSI (Container Security Initiative), iniciativa de seguridad de los contenedores promovida por la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos; la AMR (Advanced Manifest Rule) o declaración anticipada de carga de 24 horas o la SST (Smart and Secure Trade Lanes).
Convenio SOLAS
Mucho más relevante, por su carácter multilateral, fue la adopción en noviembre de 2001, como respuesta al 11-S, del Código ISPS o Código internacional para la protección de los buques y de las instalaciones portuarias, por la Organización Marítima Internacional (OMI) para establecer un marco internacional, en el ámbito marítimo, de cooperación para detectar amenazas y adoptar medidas preventivas.
Más recientemente, la propia OMI modificó el Convenio SOLAS para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar, exigiendo como condición para poder cargar contenedores marítimos en un buque, la obligatoriedad de verificar el peso bruto del contenedor (VGM) de exportación a partir del 1 de julio de 2016.
La figura del OEA
Pero una de las principales figuras surgidas con el objetivo de aplicar medidas de seguridad más rigurosas y eficaces y facilitar el flujo de mercancías en el comercio internacional fue la del Operador Económico Autorizado (OEA), que apareció en Europa en 2005.
La finalidad principal de la implantación del OEA es la de garantizar la seguridad y la protección en las aduanas. En este sentido, se pretende luchar contra el crimen organizado, la amenaza terrorista y defender a los ciudadanos frente a peligros en contra del medio ambiente, por ejemplo. En definitiva, esta figura persigue un mayor control aduanero para certificar la seguridad en las operaciones de exportación.
Desde 2001, la industria logística ha estado trabajando en asociación con jurisdicciones como Estados Unidos y la Unión Europea para establecer los sistemas tecnológicos y los marcos legales necesarios para establecer una seguridad efectiva en la cadena de suministro.
Prioridad absoluta
Estos sistemas no se basan sólo en la información anticipada de seguridad de la carga que pueden proporcionar las navieras, aerolíneas o transportistas, sino que también obtienen datos de toda la cadena de suministro, incluidos los importadores, fabricantes y transitarios que tienen información de las mercancías.
Los sistemas de información anticipada de carga más efectivos siguen los requisitos acordados por los gobiernos y la industria en el Marco de Normas SAFE de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), que establece cómo se puede obtener información precisa de manera eficiente de la parte que posee la información sin romper la confidencialidad comercial o interrumpir el flujo comercial.
En un mundo en permanente riesgo, todo este entramado normativo continuará evolucionando con un único objetivo: garantizar la máxima protección de personas y mercancías como la prioridad absoluta de la logística.
Los nuevos procedimientos y protocolos forman parte ya de las rutinas de profesionales logísticos en todo el mundo, que han cambiado su mentalidad en relación a la protección y seguridad en la cadena de suministro
EL DATO
303Las baterías de litio son una amenaza real para la aviación. Desde enero de 2006 hasta diciembre de 2020 se han registrado un total de 303 incidentes de humo, calor, incendio o explosión que involucran baterías de litio en carga aérea o equipaje de bodega, con un salto significativo en los incidentes ocurridos desde 2016.
Los puertos son instalaciones críticas para la seguridad y desde diciembre de 2001 cuentan con el código ISPS. Marco normativo de la OMATras el 11-S, el Consejo de la Organización Mundial de Aduanas (OMA) adoptó el marco normativo SAFE para asegurary facilitar el comercio mundial. Se trata de un instrumento aduanero que abarca todos los medios de transporte, para custodiar y facilitar el traslado de mercancías a través de las cadenas de suministro internacionales. Sus repercusiones son tanto de carácter nacional como internacional y se compone de distintas normas en virtud de las cuales se solicita: - Alianzas entre las Aduanas; entre la Aduana y el sector privado, y entre la Aduana, las autoridades y otros organismos gubernamentales fronterizos.- Armonización de los requisitos de información electrónica anticipada o de información anticipada sobre la carga antes del embarque para llevar a cabo evaluaciones de riesgos a fin de afrontar las amenazas a la seguridad.- Inspección de la carga de alto riesgo o medios de transporte de salida.- Uso de equipos de inspección modernos, no intrusivos.- Expansión de los OEAs.- Reconocimiento mutuo entre las administraciones de aduanas de sus respectivos OEA y procedimientos de control.
Escáner para la inspección de hasta 25 camiones/hora entregado en agosto por Smiths Detection al Puerto de Beirut. Cualquier tecnología al servicio de la seguridad aérea debe mejorar la eficiencia operativa. Carga aérea: el reto de conciliar seguridad con agilidadVolar ya nunca fue igual después del 11-S, tanto para las personas como las mercancías. La carga aérea también puede proporcionar un medio para introducir explosivos en las zonas restringidas de seguridad del aeropuerto y en las aeronaves, por lo que es obligado aplicar controles de seguridad para que estos envíos no contengan artículos prohibidos que pongan en riesgo la seguridad.En el caso específico de la carga aérea, el alto volumen de operaciones logísticas que se realizan y la diversidad y casuística de los envíos, hace inviable una inspección total en el aeropuerto mediante medios activos, por lo que para contrarrestar las amenazas se han elaborado procedimientos de seguridad globales que representan un enfoque más rentable y eficaz basado en el programa RAKC compuesto por: Agentes acreditados (RA) y Expedidores conocidos (KC), que junto con el transportista comprende las tres partes del régimen de seguridad en la cadena logística aérea.Círculo cerradoLa seguridad de la carga aérea es un círculo cerrado, en el que cargadores, transitarios, aerolíneas y entidades cooperan para garantizar que la carga aérea esté en cualquier parte sujeta siempre a los mismos exhaustivos controles de seguridad.Las últimas tecnologías de inspección de carga aérea (escáneres de rayos X, sistemas automatizados de detección de explosivos, Inteligencia Artificial para el reconocimiento automático de objetos, etc.) combinan los más altos niveles de seguridad con una automatización eficaz y la integración del sistema de manipulación de materiales, respondiendo al reto de aumentar los volúmenes de carga mientras cumplen con los estándares regulatorios globales. En el caso de este sector logístico, en el que la rapidez es esencial, cualquier tecnología al servicio de la seguridad aérea debe mejorar significativamente la eficiencia operativa.