El Covid-19 está teniendo un fuerte impacto global tanto en la economía como en la sociedad, generando una situación de incertidumbre e inseguridad que está afectando, y lo seguirá haciendo, a la inversión, a la recuperación económica y a la adaptación a los cambios que están por venir. Uno de los sectores más expuestos y con mayor protagonismo está siendo el del transporte y la logística. Considerado esencial, ha desempeñado un papel totalmente fundamental e imprescindible durante la crisis sanitaria, situándose en el punto de mira y en primera línea de combate, reivindicándose así como el sector estratégico que es para la economía.
La “nueva normalidad” ha dejado un entorno mucho más cambiante, volátil e impredecible de lo que ya era anteriormente. Por ello, todas las empresas se enfrentan a importantes retos con el fin de mitigar el fuerte impacto que está afectando a toda la actividad productividad de las cadenas de suministro, incluso en las compañías más preparadas, pues el escenario en el que nos encontramos es tan inverosímil que a nadie se nos había ocurrido ensayarlo antes.
“La crisis del Covid-19 ha adelantado cinco años la evolución del sector en cuanto a innovación y digitalización. La eficiencia se ha convertido en una obligación para asegurar la viabilidad del negocio, y en este escenario la innovación y la digitalización son absolutamente imprescindibles”, destaca Francisco Aranda, presidente de UNO.
Por su parte, Cristóbal José Agüera, director en everis Initiatives, subraya: “La detección de los retos que tenemos frente a nosotros y la consecuente definición de estrategias de inversión en innovación es una tarea clave para mitigar el impacto de esta crisis y, al mismo tiempo, lograr importantes avances sectoriales”.
Grandes retos
En este contexto, UNO y everis han elaborado un estudio cuyo objetivo principal es el de servir de guía y ayuda a todas las empresas de la cadena de suministro, independientemente del eslabón en el que se encuentren, en su proceso de transformación digital, identificando las mejores tecnologías a utilizar en base a su capacidad de inversión, su madurez digital y en función del retorno de la inversión deseado.
El documento destaca siete tecnologías quick-win, es decir, aquellas de rápida amortización. Se trata de tecnologías que, con una inversión razonable, tendrían un impacto inmediato en la operativa del día a día y permitirían, además, un retorno más rápido de la inversión. Dentro de esta lista, el Top 3 lo forman el Big Data, la tecnología RPA (Robot Process Automation, es decir, automatización de procesos administrativos) y las soluciones de IoT (Internet de las Cosas) y la trazabilidad avanzada.
El informe identifica, en primer lugar, los principales retos que el sector de la logística tiene en la actualidad, algunos derivados del impacto de la pandemia y otros producidos por la propia evolución del negocio, del consumo y de la sociedad. Entre los desafíos destacan, por ejemplo, la gestión de la omnicanalidad, para ofrecer la mejor experiencia al cliente independientemente del canal utilizado, la seguridad en la operación y la entrega, garantizando el contacto cero; o el desarrollo de smart supply chain basadas en la máxima automatización de los procesos que intervienen en la cadena de suministro. Todo ello sin descuidar uno de los retos más importantes que tiene por delante la sociedad y que además preocupa especialmente a los clientes: la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente (green logistics).
Inversión, retorno y madurezLa tecnología es una herramienta para resolver un determinado problema o necesidad. Asumiendo la obligación de las compañías de digitalizarse e innovar si no quieren morir en un entorno como en el que nos encontramos “es necesario tener en cuenta que ello debe hacerse siempre desde el punto de vista constructivo de ir resolviendo problemáticas o cuellos de botella de las organizaciones, y no por el mero hecho de innovar porque sí” sostienen UNO y everis en su estudio.Asimismo, los problemas o cuellos de botella son muy particulares de cada organización, al igual que la decisión de en qué tecnología invertir, pues no todas “cuestan” lo mismo, en referencia a coste económico, de tiempo y de beneficio obtenido.Así, tecnologías como Big Data/Analytics, RPA, Realidad Aumentada, IOT o soluciones de optimización de la cadena de suministro (TMS, WMS, S&OP, etc.) destacan con respecto a otras como vehículos autónomos, drones, blockchain, etc.En opinión de UNO y everis, esto no significa que éstas últimas sean tecnologías poco innovadoras o que no vayan a desembocar en soluciones realmente disruptivas, sino que aún no están maduras, tienen mucho camino que recorrer, y, desde este punto de vista, la inversión a realizar en ellas no será recuperable en el corto plazo, con lo cual no son tecnologías para todas las compañías.
Soluciones “quick-win”¿Cómo pueden las empresas del sector hacer frente a estos retos? La toma de decisiones sobre las áreas en las que invertir para desarrollar o mejorar capacidades es siempre difícil. Para aportar certidumbre, los autores del informe han analizado casi una veintena de tecnologías, de las que han elegido las siete que tienen una mejor relación entre la inversión necesaria, el impacto sobre la eficiencia en el día a día y el retorno de la inversión. Son las tecnologías “quick-win” en la nueva logística post Covid:
1.- Big Data analytics: el análisis masivo de datos tiene innumerables ventajas para las empresas logísticas, permitiendo reducir costes, optimizar recursos, ganar eficiencia, minimizar el impacto ambiental o gestionar mejor la previsión de la demanda. Se utiliza como herramienta de reducción de costes, optimización de los recursos y de eficiencia operativa así como apoyo en la toma de decisiones y definición estratégica. Toda la información generada en las operaciones logísticas se puede organizar, analizar e integrar interviniendo en aspectos muy relevantes de la operación como la optimización de rutas, del proceso de distribución y de entrega, previsión de la demanda, disminución del impacto ambiental en última milla.
2.- RPA (Robot Process Automation): mediante la automatización de procesos administrativos las empresas pueden reducir drásticamente el riesgo operativo y ser mucho más ágiles en las gestiones. Los RPA permiten la automatización de procesos como el pago a proveedores, conciliación de órdenes de compra, hojas de entradas de materiales y facturas, y lanzamiento de órdenes de pago. Con esta tecnología es posible alcanzar niveles de automatización del 80-90 % y conllevan reducción del riesgo operativo y ahorro de tiempo que se traduce en una eficiencia real capturada del orden del 40-60%.
3.- IoT y trazabilidad avanzada: los dispositivos IoT y los sistemas de trazabilidad tienen unas posibilidades enormes -desde el mantenimiento preventivo y la monitorización de flotas a la gestión de la cadena de frío o el control del stock-. Gracias a estas tecnologías es posible tener control total y en tiempo real de la cadena de suministro.El IoT y la trazabilidad avanzada se combinan con el fin de obtener control total y en tiempo real de toda la cadena de suministro. Poder disponer de visión global en toda la cadena a modo de Torre de Control, no solamente de geolocalización, si no de otros parámetros como bien puede ser temperatura, humedad o golpes, son de gran utilidad en la gestión tanto de envíos como de activos.
4.- iBPMS (Intelligent Business Process Management Systems): este tipo de soluciones low-code están enfocadas a una gestión más inteligente y optimizada de los procesos de negocio mediante la automatización y la predicción. Por ejemplo, estos sistemas permiten digitalizar el proceso de entrega de pedidos de principio a fin con reducciones de coste entre el 10% y el 20%.Es la herramienta de gestión inteligente y optimizada de los procesos de negocio mediante la digitalización con fundamentos low-code. El enfoque es optimizar un proceso completo, de principio a fin, orquestando entre tareas concretas automáticas (RPA) y manuales. Un caso de uso es la digitalización del proceso de entrega de pedidos desde su asignación a contrata hasta la recepción por parte del cliente.
5.- Realidad aumentada y analítica de imagen: la combinación de ambas tecnologías en el sector de la logística tiene múltiples aplicaciones prácticas, como el guiado en las operaciones, la mejora de la eficiencia del proceso de picking o la formación interactiva de los operarios en actividades complejas, incrementando además su seguridad.Gracias a la RA el usuario puede visualizar el mundo real a través de un dispositivo que le aporta información gráfica mientras que la analítica de imagen se usa para interpretar lo que el dispositivo registra El uso combinado de ambas permite obtener información adicional, interactiva, visual y en tiempo real. Se utiliza, por ejemplo, en el guiado de la operativa diaria aportando precisión y eficiencia en procesos como el picking. También en la formación interactiva en actividades complejas y de riesgo.
6.- Inteligencia Artificial, machine learning y chatbots: la inteligencia artificial puede ayudarnos a mejorar el dimensionamiento y la distribución de los almacenes y del stock, optimizar automáticamente las rutas en la última milla o mejorar la información al usuario final (chatbots, canales de Whatsapp, etc.).La IA (y el Machine Learning) combinada con Big Data puede ser la clave del éxito. Algunas ventajas que aporta esta tecnología son: mejora en el dimensionamiento de almacenes y stock, gracias a una previsión de la demanda inteligente, optimización automática de las rutas y respuestas de trazabilidad avanzada al usuario final.
7.- Gamificación, simulación y realidad virtual: mediante este tipo de tecnologías y prácticas las compañías del sector pueden ofrecer planes de formación dinámicos e interactivos, motivando a los empleados y aumentando la seguridad en las operaciones.Tanto la gamificación como la simulación y la realidad virtual se utilizan para involucrar al usuario buscando interés, fidelización y motivación. Combinando las tres tecnologías es posible ofrecer planes de formación dinámicos e interactivos a la vez que seguros al poder simular operativas de mayor riesgo. También se utilizan para testar productos u operaciones, dar publicidad y difusión.