Menú
Suscripción

A la espera del “elefante blanco”

Para una región como la Comunidad de Madrid que es puro hinterland, el transporte ferroviario es esencial, no sólo para su conexión internacional directamente por vía terrestre, sino para su engarce con la vía marítima. No obstante, a esto hay que unir la centralidad peninsular de Madrid y su papel de hub ferroviario para el resto del territorio, reforzando la importancia de un tren que, en todo caso, sigue teniendo su gran motor en los puertos, con el gran proyecto de la futura terminal de Vicálvaro en el horizonte.

  • Última actualización
    22 marzo 2021 11:39

Madrid, una región con una reducida carga industrial, pero a la cabeza del comercio exterior de España, tiene como principal componente de su transporte ferroviario el transporte multimodal.

En la actualidad, tres son los grandes centros logísticos ferroviarios de transporte de contenedores en Madrid: la histórica terminal de Madrid-Abroñigal, el Puerto Seco de Coslada y el Puerto Seco de Azuqueca, que pese a estar en Guadalajara es a todos los efectos parte integrante de la logística ferroviaria de la capital.

La expansión de estas tres terminales es constante en los últimos años, con una clara definición de enfoques y mercados y un desigual impacto de la crisis derivada de la pandemia.

Su actual competencia, niveles de equilibrio y proyección de crecimiento está muy próxima a verse alterada ante el macroproyecto de nueva terminal intermodal de Vicálvaro. Llamada a sustituir a Madrid-Abroñigal, este gigantesco elefante blanco se definirá con una capacidad superior a los 500.000 TEUs anuales, una ambiciosa proyección para un mercado que en los últimos años no ha llegado a superar los 400.000, lo que apunta a que Vicálvaro supondrá un gran terremoto en el ámbito ferroviario, sin obviar la nueva terminal por la que la naviera MSC va a apostar en Torrejón.

Mientras estas inversiones se materializan, la salud de las terminales ferroviarias de Madrid sigue siendo más que notable.

Llamada a sustituir a Madrid-Abroñigal, Vicálvaro se definirá con una capacidad superior a los 500.000 TEUs anuales, una ambiciosa proyección para un mercado que en los últimos años no ha llegado a superar los 400.000

2020Una vez más Madrid-Abroñigal lideró el tráfico ferroviario en la capital con un total de 155.994 TEUs y un retroceso del 12,9%, lo que le permitió recortar diferencias a Puerto Seco de Coslada, con 127.204 TEUs y una caída de apenas el 0,8%. El movimiento de Azuqueca fue en 2020 de 78.171 TEUs y un descenso del 9,57%.

MercadoEl mercado del contenedor en la Comunidad de Madrid rozó en 2019 los 400.000 TEUs. Hablamos en concreto de 393.839 TEUs, la mayor cifra de los últimos años, mermada por la pandemia, que provocó en 2020 una caída del 8,24% hasta los 361.369 TEUs.

Madrid-AbroñigalEl tráfico en UTIs de Madrid-Abroñigal llegó a superar los 100.600 en 2019. No obstante, la caída de casi un 13% el año pasado situó el tráfico en 87.637 UTIs, cifra inferior también a los tráficos de 2018 y 2017.

Puerto Secode CosladaPuerto Seco de Coslada logró en 2020 capear de forma más que importante el temporal de la pandemia. Su retroceso fue apenas del 0,8%, situándose muy cerca de los 128.249 TEUs de 2019, la mayor cifra de los últimos años.

Puerto Secode AzuquecaEl imparable ritmo de crecimiento anual a doble dígito de Azuqueca en la última década se vio truncado el año pasado. Tras el récord histórico de 2019 de 86.446 TEUs, la pandemia impactó con un descenso del 8,2% en 2020.

CuotaEn 2019, el año de mayor tráfico de contenedores en la zona centro, la cuota de mercado de Madrid-Abroñigal fue del 45,5%, frente al peso en el total del 32,56% de Coslada y el 21,95% de Azuqueca.

PandemiaTras el impacto de la pandemia y al cierre de 2020, el peso de cada terminal se vio afectado, de tal forma que la cuota de Coslada se elevó al 35,2% y Abroñigal retrocedió al 43,1%, permaneciendo prácticamente inalterado el peso de Azuqueca (21,6%).