La startup AllRead ofrece una tecnología pionera, que a través de Machine Learning, es capaz de reconocer caracteres y texto en condiciones adversas. La compañía se postula como la gran propuesta para automatizar las zonas portuarias en todo el mundo.
BARCELONA. AllRead nació hace poco más de 6 años, y en solo este tiempo su tecnología ya está presente en 12 países de todo el mundo, sobre todo en Europa y América Latina. Nacido del Venture Builder del Mobile World Capital, The Colider, el proyecto empezó fuera del sector logístico-portuario, pero rápidamente entró con fuerza en la industria, viendo la necesidad de automatización en muchos puertos de todo el mundo.
“Hasta el momento, todas las soluciones que se ofrecían en el sector eran muy caras y poco precisas”, cuenta Adriaan Landman, Co-Founder y COO de la startup a Diario del Puerto. AllRead empezó con un proyecto de lectura de contadores de gas, un sector con poco recorrido y capacidad de crecimiento. Fue entonces cuando entró en el Port de Barcelona, con la propuesta de leer e identificar vagones de tren en entornos reales. “Cuando emprendes, tienes que buscar un problema grande, urgente y escalable”, cuenta Landman, “y en la logística portuaria había este tipo de problema”.
Es verdad que existen alternativas a AllRead, tal como admite el COO, pero este sistema “es mucho más democrático, económico y fiable porque se puede utilizar en cualquier entorno, con presupuesto ajustado”. Otras tecnologías de Reconocimiento Óptico de Caracteres (OCR) requieren mucha infraestructura: grandes arcos, cámaras, sensores, luces... mientras que AllRead se puede acoplar a los sistemas de cámaras muy fácilmente. “Los arcos OCR crean un entorno idóneo y las condiciones óptimas para capturar imágenes y información. Nosotros no necesitamos condiciones idóneas”, asegura. Según el cofundador, el mundo logístico portuario “no es idóneo, es sucio, en movimiento, descontrolado, con flujos..., y es ahí donde “AllRead destaca”.
“El entorno portuario es sucio, en movimiento, descontrolado... Ahí es donde destaca AllRead”
Cuello de botella
Uno de los principales objetivos de la tecnología de AllRead es solucionar, dentro de lo posible, el cuello de botella que supone la llegada de mercancías a los puertos. “Una de las principales responsabilidades de una autoridad portuaria es controlar todo lo que entra y sale de su puerto”, explica Landman “y gracias a nuestra tecnología es mucho más fácil”. Landman afirma que la calidad del sistema es “indiscutible”, y es que tener controlada toda la mercancía es un punto vital para el funcionamiento de un espacio portuario.
Como cuenta Landman, AllRead también permite agilizar la gestión de esa mercancía, aparte de tener los contenedores controlados, este tiempo ganado se traduce en mayor eficiencia operativa. “Si tú mejoras el cambio modal y agilizas procesos, mejoras el tiempo de espera” explica Landman, y además, esto se traduce en “una menor emisión de CO₂”.
La implementación de esta tecnología también aporta una mejora en la seguridad. “Saber si hay mercancía peligrosa, en qué condiciones se encuentra, y quien accede a ciertas zonas aporta una información muy valiosa para el control del espacio y también de las personas”, afirma Landman. Un puerto lleno de vehículos y maquinaria pesada no es el entorno más seguro y disminuir las personas que transitan en estos espacios también supone una mejora para evitar posibles accidentes.
“Queremos pasar del control de acceso a toda la inteligencia del recinto portuario”
Seguir creciendo
Aunque ahora mismo ya miran a Asia, el proceso para entrar es lento, y siguen trabajando para conseguir una colaboración este 2025. “Estamos en 12 países, pero queremos llegar a más”, sentencia. A pesar de eso, Landman admite que siempre hay margen de mejora en el producto, y que simplificar la carga en los servidores, o llegar a más casos de uso son algunos de los retos del futuro cercano.
Según Landman, el objetivo, a más largo plazo, pasa por conseguir ampliar la trazabilidad del material que entra en las zonas portuarias, y pasar del control de acceso a “la inteligencia del recinto portuario”. Landman apunta a que el futuro pasa por controlar los movimientos de cargas y personas, y así proporcionar los datos necesarios para que los puertos se puedan gestionar mejor y más eficientemente, mientras se mejora la huella ecológica y la seguridad de los trabajadores