Aragón no se pone freno a su dimensión logística, en busca de nuevos horizontes y de romper los límites para multiplicar el carácter global de su oferta y de su aporte de competitividad.
Madrid. Aragón quiere seguir renovando día a día su vocación logística pero también su vocación global.
La capacidad demostrada para desarrollar suelo competitivo de altísimo nivel y atraer a los más grandes operadores e industrias; la capacidad para favorecer el desarrollo de un aeropuerto de carga paradigmático en su enfoque y diseño; la capacidad para vertebrar con la logística la región y eliminar cualquier sombra de duda de dispersión; la capacidad para apostar por el ferrocarril y la multimodalidad aun con los vientos en contra y, de la misma forma, vertebrando y anticipándose al cambio; es decir, la capacidad por tener una estrategia logística muestras unos resultados excepcionales que están lejos de orillar en el inconformismo.
Y es que Aragón sigue siendo el paradigma de cómo la administración puede ser capaz de aunar el consenso social en torno a un sector y no solo convertirlo en motor, sino liderar su desarrollo con política activas y de fuerte atracción sin detenerse en el diseño y ejecución de políticas estratégicas claves para ir ganando terreno al futuro y, por tanto, liderazgo en el mañana.
La clave, como se viene poniendo de manifiesto, es no encontrar límites, ni siquiera los físicos.
Aragón sigue siendo el paradigma de cómo la administración puede ser capaz de aunar el consenso social en torno a un sector y no solo convertirlo en motor, sino liderar su desarrollo con políticas activas y de fuerte atracción
En muy breve plazo, Aragón contará con un nuevo plan estratégico de logística a 15 años cuyo eje fundamental sigue siendo más suelo para más desarrollos; más eficiencia para más competitividad industrial; más ferrocarril para más intermodalidad y sostenibilidad; y más ambición global para una logística total.
Y es en este contexto donde el Gobierno de Aragón no quiere bajar la guardia y sin perder la ambición, seguir insistiendo pese a los obstáculos dado su convencimiento del papel decisivo de determinados proyectos. Un ejemplo pueden ser las autopistas ferroviarias, donde los retrasos en las obras no limitan en modo alguno que Aragón siga reforzando su papel en los planes en curso como hub para este gran nicho del futuro para el ferrocarril, ejerciendo de eje entre el Sur, el Mediterráneo y el Cantábrico para vertebrar España y conectar con Europea.
Más complejo es el horizonte para la Travesía Central Pirenáica en la que Aragón vuelve a redoblar sus esfuerzos apoyada por la lógica logística y también la lógica geoestratégica, en un contexto en el que España no se puede permitir renunciar a la permeabilización de los Pirineos, dada la estrategia ferroviaria europea y el contexto político militar, en una iniciativa a largo plazo con muchas variables.