Por ello, Arola está cambiando su estrategia gracias a su especialización en el tema aduanero y aprovecha la plataforma de Fruit Logistica para mantener encuentros con sus socios en países latinoamericanos, como por ejemplo Costa Rica, Perú, Colombia o Ecuador.
La compañía está manteniendo los volúmenes de exportación, pero al mismo tiempo incrementa las importaciones, un mercado más seguro actualmente ante la inestabilidad que ofrece la exportación.
“Hay un cambio radical en el mercado con nuevos jugadores como Egipto o Turquía en el campo de los cítricos de importación”, dice Aparicio, quien por otra parte pone en valor la capacidad de Arola para diferenciarse de la competencia a través de instalaciones propias como las que pondrá en marcha en breve en el Aeropuerto de Madrid, donde ultima una instalación frigorífica con dos cámaras, una para farma y otra para fruta.