Bajo el título “Novedades IATA en mercancías peligrosas por vía aérea y tendencias en seguridad 2026”, la jornada organizada por BCL contó con la participación de especialistas de Securitas, DGM y de la Guardia Civil que dieron a conocer los aspectos clave para la seguridad en el transporte, las novedades 2026 IATA DGR para el transporte por vía aérea de mercancías peligrosas y las actuaciones contempladas en el Plan de Emergencias del Aeropuerto de Barcelona.
BARCELONA. La Comisión de Carga Aérea y Seguridad Logística de Barcelona-Catalunya Centre Logístic (BCL) organizó el 26 de noviembre una jornada en la ZAL Port de Barcelona para analizar diversos aspectos relacionados con la seguridad en el transporte de mercancías peligrosas y en las instalaciones del aeropuerto de Barcelona, así como las novedades que para el 2026 presenta el manual Dangerous Goods Regulations (DGR) de IATA para el transporte por vía aérea de mercancías peligrosas.
Javier Enebral, Head of Consulting de GPA y responsable de la Comisión de Carga Aérea y Seguridad Logística de BCL, fue el encargado de presentar a los ponentes y los distintos temas a analizar en la jornada.
Aspectos clave
Rafael González, gerente de IoT y Servicios Digitales Conectados en Securitas, explicó los aspectos clave para la seguridad en el transporte de mercancías peligrosas, resaltando que en los últimos años “se ha producido un fuerte aumento del robo de mercancías” y, solamente con los incidentes reportados, pasaron de los 25.935 en 2023 a los 42.365 en 2024. Además, el valor económico de las cargas robadas también ha experimentado “un crecimiento significativo”, produciéndose el 64% de los robos con el vehículo detenido. Lamentablemente, un 3% de los incidentes incluye violencia contra el conductor y un 6% de los robos tienen un origen interno.
Según el experto de Securitas, “el problema es realmente mucho mayor porque disponemos de datos sesgados e incompletos y sólo se reportan los datos de los miembros de la Transport Asset Protection Association (TAPA) y fuentes policiales oficiales”. Por esta razón, la seguridad en el transporte terrestre de mercancías peligrosas “exige planes de seguridad frente a robo o uso indebido y tiene que haber una responsabilidad compartida entre expedidor, operador y conductor” porque los riesgos son muy diversos: robo, sabotaje, contaminación o incumplimiento normativo. En este sentido, la Directiva 2008/68/CE, que integra el ADR (Acuerdo europeo sobre transporte internacional de mercancías peligrosas por carretera) “obliga a implementar medidas de seguridad”.
Para Rafael González, “hay que entender la seguridad como una solución integral, desde la gestión de las flotas, pasando por la protección del vehículo, la carga, el conductor y la operación”, e implementando también “servicios remotos de predicción, prevención, detección y corrección de incidentes”. Para la protección del conductor existen dispositivos como el botón de pánico, la escucha remota en caso de alarma o el envío de alarma silenciosa, entre otros. Para proteger la carga pueden instalarse sistema de bloqueo de puertas, seguimiento de palets o de detección de apertura de mercancía. La protección del vehículo puede hacer con sistemas de intrusión y video embarcado, mientras que la protección de la operación puede conseguirse con sistemas de alertas por desviación de ruta, por un excesivo tiempo de parada o por apertura de puerta fuera de zona.
Para terminar, Rafael González aconsejó seguir un protocolo de seguridad que incluya “la planificación del viaje, las rutas y las paradas, además de llevar a cabo comprobaciones previas a la marcha, localizar parkings seguros y establecer procedimientos ante incidencias o sucesos indirectos”. Todo ello es necesario porque el transporte de mercancías peligrosas “exige control, trazabilidad y respuesta inmediata”, dado que un incidente “puede tener consecuencias humanas, medioambientales y reputacionales”. Por esta razón, la seguridad debe integrar “tecnología, vigilancia y cumplimiento normativo”.
Novedades 2026 IATA DGR 67
Antonio Barba, CEO Spain & Latin America Regional Manager de DGM, desgranó los cambios más importantes que entrarán en vigor en 2026 de la Reglamentación IATA-DGR (Dangerous Goods Regulations), destacando que en la 67ª edición se han hecho pocos cambios pero que la filosofía general se ha actualizado “para dar más énfasis a la Seguridad de la Cadena de Suministro y a las responsabilidades de todos los participantes involucrados en la manipulación de la carga, incluidas las mercancías peligrosas”. Añadió que en un futuro próximo “se añadirán requisitos nuevos en lo que a la seguridad de la cadena logística se refiere” y que, además de los fabricantes, expedidores y despachadores de carga, “se añadirán a otros participantes en la cadena, como operadores aéreos y autoridades competentes, y se definirán sus responsabilidades”.
Respecto a las novedades de IATA DGR 67, destacó las que conciernen a las ‘Limitaciones’, concretamente a las mercancías peligrosas transportadas por los pasajeros o la tripulación (como los dispositivos electrónicos portátiles o los accionados por baterías de litio). También ha habido pequeños cambios en los apartados de: ‘Identificación’ (se ha añadido la palabra “híbrido” en lo concerniente al transporte de vehículos propulsados por gas o líquido inflamable); ‘Embalaje’ (en las instrucciones de embalaje de algunas cargas como aparatos, vehículos, pilas, baterías o mercancías peligrosas); ‘Marcado y etiquetado’ (revisión de algunos redactados en el marcado de pilas o baterías y de las etiquetas de riesgo de Clase 9, mercancías peligrosas varias); en ‘Documentación’ (revisión del redactado en la guía aérea); y en ‘Manipulación’ (reformulación del redactado en la lista de verificación para la aceptación del envío).
Jesús Ramón García Flores, subteniente de la Unidad Fiscal y Fronteras en el Aeropuerto de Barcelona, explicó la actuación de la Guardia Civil según lo regulado en el Plan de Emergencias del Aeropuerto de Barcelona.
Destacó que este Plan de Emergencia da respuesta a tres tipos de incidencias: una alerta local, que presenta “un riesgo potencial, que no se prevé que puede generar una situación grave” y que por ello “puede ser controlada por recursos propios del aeropuerto”. Otro incidente puede ser una alarma de emergencia, que es cuando se produce “una situación de riesgo que puede derivar en consecuencias graves pero que aún no ha producido víctimas”. En estos casos, los medios del aeropuerto “se estiman suficientes, paro también se avisan a medios externos”. El tercer tipo de incidencia es “la emergencia” que implica una situación de “catástrofe con afectación grave a la operatividad del aeropuerto” y en el que puede haber víctimas. En estos casos, “es necesaria la intervención de medios externos”.
Por otro lado, desgranó los distintos escenarios que se contemplan en el Plan de Emergencia de la infraestructura aeroportuaria, desde incidentes o accidentes en aeronaves hasta problemas de origen sanitario, incendios en instalaciones, amenaza de explosivos o incidentes concretos con mercancías peligrosas. Según sea la naturaleza de la alerta local, la alarma general o la emergencia, “intervendrán unidades de Protección Civil, de la Policía Nacional y/o Mossos d’Esquadra y, también de Sanidad”.
Para terminar, subteniente de la Guardia Civil dio a conocer cómo se despliega el dispositivo de seguridad de la Unidad Fiscal y Fronteras en el Aeropuerto de Barcelona cuando hay que hacer frente a una alerta, alarma o emergencia y cómo se coordinan y actúan los distintos cuerpos de seguridad en cada momento de la operación.