Ante esta situación, la figura del Operador Económico Autorizado (OEA) emerge como una herramienta indispensable, no solo para optimizar operaciones aduaneras, sino para blindar la seguridad y la reputación de sus mercancías desde el origen hasta el destino final. Ser OEA para un cargador no es una mera certificación burocrática; es un distintivo de excelencia operativa, una ventaja competitiva decisiva y una garantía de confianza que agiliza el flujo de bienes, reduce costes ocultos y asegura el cumplimiento en un mundo cada vez más regulado.
Para IKEA España, que opera en una cadena de suministro internacional con numerosos socios distribuidos por todo el mundo y abarcando una amplia gama de actividades (incluyendo la obtención de materias primas, la producción, el envío, la consolidación, la manipulación y el almacenamiento), el reto está detectado. “Tenemos clara la necesidad de garantizar un nivel óptimo de seguridad para proteger la integridad de las operaciones de la cadena de suministro, mediante una gestión y control de riesgos eficiente y eficaz”, comenta el responsable de Aduanas de IKEA España, Víctor Hernández, a Diario del Puerto Publicaciones.
En cuanto a la optimización de los procesos logísticos y aduaneros, la gerente en Impuestos y Aduanas de SEAT, Susana Sánchez, señala que “la certificación OEA nos permite beneficiarnos de procedimientos aduaneros simplificados” y, añade, “esto se traduce en una reducción significativa en los tiempos de despacho aduanero, ya que se minimizan las interrupciones en la cadena logística y en el proceso productivo y se mejora la planificación de entregas, reduciendo así los costes asociados a almacenaje y transporte urgente”. En esta línea, Víctor Hernández detalla que “logísticamente, esto permite tener una mayor previsibilidad y eficiencia operativa, ya que podemos planificar mejor nuestras entregas y exportaciones, manteniendo un flujo constante y nuestros clientes tienen una mayor disponibilidad de productos”.
Capacidad de adaptación
La certificación OEA exige controles internos sólidos, trazabilidad, documentación precisa y una integración total con los sistemas logísticos. Esto hace que las compañías impulsen la digitalización en sus procedimientos, lo que les permite reducir errores y tiempos de gestión. “En IKEA, ante una crisis, podemos responder más rápido a interrupciones, gracias, precisamente, a nuestros procesos más seguros y trazables”, señala Víctor Hernández. En esta misma línea, Susana Sánchez señala que el OEA permite a SEAT “mejorar nuestra capacidad de anticipación ante riesgos logísticos, regulatorios o de seguridad y también nos permite adaptarnos rápidamente a cambios normativos, garantizando un cumplimiento continuo”.
Auditorias periódicas
La certificación exige auditorías periódicas, controles y formación continua de los colaboradores del equipo para asegurar un nivel adecuado de competencia y conocimientos actualizados a nivel aduanero. “Hemos asignado recursos específicos para asegurar el cumplimiento continuo de los requisitos OEA, con revaluaciones internas periódicas y colaboración estrecha con nuestros departamentos de Seguridad, Logística, Sistemas y Compliance, entre otros”, comenta Sánchez.
En esta línea, Hernández señala que “la certificación requiere un conocimiento profundo de las rutinas de seguridad internas de nuestros profesionales de la logística y una cooperación integral con la administración, un hecho que impulsa la profesionalización de los procesos, de nuestros profesionales y la estandarización global de prácticas de seguridad”. No se trata solo de la exigencia dentro de la misma empresa, sino que para las dos multinacionales, todos socios comerciales involucrados en la producción, manipulación o transporte de mercancías deben cumplir con los requisitos de seguridad global establecidos en esta norma.
“El objetivo marcado cuando decidimos optar por la certificación OEA-F fue implementar y mantener un programa de seguridad que protegiese la cadena de suministro global”, apunta el responsable de aduanas en IKEA España, quien añade que “mantener esta certificación supone cumplir con lo estipulado en el marco SAFE de la Organización Mundial de Aduanas (OMA)”.
“Aunque supone un esfuerzo, los beneficios de contar con la certificación superan los costes derivados de su mantenimiento”, termina asegurando la gerente en Impuestos y Aduanas en SEAT.