El sector del transporte de mercancías por carretera vivió el lunes una jornada más que atípica.
Gracias a su motorización mayoritaria con combustible diésel, este modo estuvo en disposición de llevar a cabo gran parte del transporte físico, incluso con redes de estaciones de servicio operativas como la de Solred, evidenciando la capacidad de adaptación ante un apagón en el actual contexto, si bien, como reconoce Dulsé Díaz, secretario general adjunto de CETM, en declaraciones a Diario del Puerto, todo se convirtió en una “locura” a la hora de materializar dicho transporte en los procesos de la entrega y recogida de las mercancías.
Grandes centros logísticos de grandes distribuidores están dotados de generadores, como atestigua Dulsé Díaz, permitiendo estos centros completar las operativas, pero no así la infinidad de puntos de recogida de menor tamaño que atiende la carretera en España y donde desde las puertas de los muelles hasta las cámaras frigoríficas o los sistemas de recepción de la mercancía están sustentados por electricidad, lo que implicó en muchos casos la imposibilidad de realizar entregas y que los camiones quedaran como almacenes de urgencia improvisados.
Díaz habla de unos 600 euros de pérdidas por conductor ante los transportes no realizados, que muestran que hay mucho tejido productivo no preparado para estas circunstancias.
La acumulación y retraso en el trabajo es tal que las organizaciones de transporte vinieron reclamando desde la tarde del lunes la flexibilización de los tiempos de conducción y descanso, pues además se produjeron importantes atascos en algunas vías muy destacadas. El Ministerio de Transportes anunció ayer por la mañana la aprobación de dicha flexibilización para las jornadas del 29 y 30 de abril.
De igual forma, las patronales reclamaron también que se dejen en suspenso las restricciones a la circulación del Puente de Mayo, que se aplican a partir de hoy ante los importantes desplazamientos de los vehículos particulares por los próximos días festivos. Estas restricciones pueden complicar mucho que se recupere la normalidad en todos los servicios, reclamando las patronales su ajuste dadas las circunstancias.