El cambio climático, que muchos expertos ya lo denominan emergencia climática, es uno de los grandes retos de las empresas, las administraciones y de los ciudadanos. Por lo que respecta a la parte empresarial, Jordi Baiget, presidente de Area8, explicó ayer durante la jornada “Reflexiones del siglo XXI: la transformación ecológica, del Area8 al mundo”, como la asociación nace de la voluntad de “participar y colaborar en proyectos vinculados con el convencimiento de que, en un entorno cambiante como este, las empresas no pueden ser meras receptoras, sino que también deben ser protagonistas”.
Baiget recordó la necesidad de “colaboración de las empresas de diferentes sectores con los grandes nodos de infraestructuras y del sector logístico que tenemos a nuestro alrededor, como el Consorci de la Zona Franca de Barcelona o el Puerto de Barcelona”.
Durante la jornada se proyectó un vídeo que destacó los principales ejes vertebradores de la transformación ecológica, que son la conectividad, la energía y la sostenibilidad, teniendo en cuenta que en esta era de cambio y transición los barrios de la ciudad y los polígonos industriales deben compartir espacio.
Sostenibilidad social
Baiget y Baltasar Pozuelo, presidente de AEPedrosa y director de Area8, coincidieron en afirmar que la sostenibilidad también incluye el factor social y en evitar las fracturas sociales.
Al respecto, Jaume Lanaspa, patrón de la Fundación La Caixa, incidió en que “el cambio climático no tiene nada de igualitario ni democrático, al contrario, agrava las desigualdades”. En esta misma línea, Carlos Álvarez-Pereira, fundador de Innaxis y miembro del Club de Roma, aseguró que esta desigualdad tiene un impacto mayor en la clase media y que, además, “la productividad crece, pero no al mismo ritmo que los ingresos de la población”.
Compromiso del CZFB
Por su parte, Pere Navarro, delegado especial del Estado en el CZFB, quiso destacar que el Consorci “es un espacio creador de riqueza, oportunidades y puestos de trabajo”, por lo que hay que tener presente que el Consorci también forma parte de la trama urbana de la ciudad. “Las zonas industriales también son zonas de interacción y debemos incorporar a la cultura general que es lo qué pasa en un polígono”.
Sobre la sostenibilidad, Navarro explicó los diferentes proyectos en los que trabaja el Consorci, como el 3D Factory Incubator, una forma sostenible de producir , ya que “los productos que se necesitan para imprimir las piezas se pueden reciclar para imprimir otras nuevas”.
El delegado del CZFB recordó el programa de economía circular de la entidad, de las energías limpias, y el compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). “Debemos dejar un planeta mejor del que encontramos, y no lo estamos consiguiendo. Una de la maneras para alcanzar estas metas es a través de los ODS, un compromiso del sector económico, pero también de los ciudadanos”.