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LOGÍSTICA · De Rijke España se encuentra en pleno crecimiento, tanto en flota de vehículos como en incorporación de nuevo personal

De Rijke materializa su expansión con el traslado de su centro operativo en G-Park

De Rijke se instalará a lo largo de este mes en G-Park, una nueva nave que aumentará la capacidad de almacenaje de la compañía holandesa.

BARCELONA. De Rijke se encuentra en pleno crecimiento. El operador logístico especializado en almacenaje y distribución de productos químicos. Actualmente, su actividad logística se expande en Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo), Francia, Reino Unido e Italia. La compañía trabaja también para una importante factoría petroquímica en Arabia Saudí. Sin embargo, el mayor volumen de actividad se centra en su sede natal, en Países Bajos, donde De Rijke trabaja muy cerca del puerto de Róterdam, en líneas de envasado automático para la industria química.

En España, De Rijke se instaló en Barberà del Vallès en 2010. Nueve años más tarde, adquirió una nave en Santa Perpetua de Mogoda, y este año se ha hecho con una de mayor tamaño, G- Park, en esta misma localidad. Esta adquisición permitirá a De Rijke unificar su equipo de nuevo y a la vez potenciar el desarrollo profesional de su plantilla.

G-Park, con 14.348 metros cuadrados y 15 muelles, tiene una ocupación por debajo del 50%, un handicap ideal para el tipo de actividad que desarrolla De Rijke. Esta nave, “aumentará la capacidad de almacenaje en un 40%”, afirma Mike Schreuders, country manager en De Rijke España. En consecuencia, la actividad de almacenaje de productos químicos peligrosos, legalizados bajo la normativa PQ10, aumentará de forma considerable, así como el posterior transporte. Y es que De Rijke centra un 80% de su actividad en la industria química, centrándose en la recogida de productos químicos, su almacenamiento y la distribución de materia prima o de producto acabado.

Plataforma Logística APQ

Hace ya más de 5 años que De Rijke se integró a la Plataforma Logística APQ, una asociación de operadores logísticos especializados en el sector químico. Esta plataforma se compone por más de diez miembros del sector químico y aunque sean competencia en el mercado, “aprendemos los unos de los otros”, afirma Schreuders. La razón de ser de esta plataforma logística es divulgar buenas prácticas dentro de la industria APQ, como un correcto almacenamiento de productos químicos peligrosos. “Hay muchos transportistas que se dedican al almacenamiento de productos químicos peligrosos y no tienen licencia ni cumplen con la normativa”, denuncia Schreuders.

G-Park aumentará la capacidad de almacenaje del operador logístico en un 40%

Fase de crecimiento

De Rijke España se encuentra en un momento de expansión, tanto en flota como en personal. El año 2010, cuando se instalan en la sede de Barberà del Vallès, el operador logístico contaba con una flota de 3 camiones y una plantilla de 9 trabajadores. En 2024, la flota de Rijke aumenta en 27 camiones y la plantilla aumenta hasta los 36 empleados. Para nosotros es un reto añadir 2 o 3 unidades nuevas a la flota internacional”, expresa Schreuders.

Su flota está integrada básicamente por trailers y camiones frigoríficos, siendo el transporte terrestre el pilar de su actividad. Esto se debe en parte al tamaño de sus entregas, por lo que “el transporte intermodal no es viable en nuestra compañía”, agrega Schreuders.

Durante este mes de abril, De Rijke espera instalarse definitivamente en G-Park, cuando finalice el traslado de palets, mobiliario y maquinaria, así como la instalación de alarmas y oficinas en el recinto.

En 2010, su flota era de 3 camiones. En 2024, esta alcanza las 27 unidades

Un riguroso método de trabajo

La nave de G-Park permitirá a De Rijke aumentar la actividad de almacenaje de productos químicos, una tarea que realizan a través del sofisticado sistema operativo Warehouse Management System, que les permite tener controladas con mucha exactitud la ubicación de sus productos, entre otras características.

La calidad del servicio de De Rijke es valorada por sus clientes a través de las Key Performance Indicators, unas pautas en las que los clientes avalúan la rapidez del envío, el estado del producto, entre otras variables. “Cada 3 meses tenemos reuniones con clientes extranjeros para analizar el cumplimiento de las Key Performance Indicators”, subraya Schreuders.

Aunque De Rijke cubre tanto como el almacenamiento y la distribución de mercancías, “tenemos preferencia en los clientes que nos solicitan el almacenaje y el servicio de transporte”, añade el gerente de De Rijke España. Cabe destacar la visión empresarial de la compañía, que ha sabido detectar y satisfacer una importante demanda de almacenaje y distribución de productos químicos en el sector. “Nosotros nos movemos principalmente en zonas que representan un nicho de mercado”, puntualiza Schreuders.

De Rijke, comprometido con el medio ambiente

La nave G-Park en la que operará De Rijke España en los próximos meses, cumple en toda regla los estándares medioambientales. La estructura contiene 300 placas solares instaladas en la cubierta, un sistema eléctrico en las instalaciones que funciona con sensor de movimiento y una caldera que funciona con placas solares híbridas. G-Park tiene además el certificado BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology), un certificado que indica que la construcción del oficio se ha realizado bajo unos parámetros sostenibles.

Por lo que hace a la sostenibilidad de la flota, Schreuders confiesa que “ser sostenible resulta más complicado porque quemamos mucho diésel”. No obstante, su flota de camiones contiene el sello Euro 5 y Euro 6, cumpliendo con la normativa más alta para la reducción de emisiones de NOx y CO2. Además. Los motores diésel de los camiones utilizan la tecnología ADBlue. Por el momento, De Rijke no ha optado por la transformación de los motores de sus camiones a eléctricos “por miedo a las largas distancias”, aunque no descartan en los próximos años hacer uso de esta energía para la distribución local, ya que “en distancias cortas es muy factible”, afirma Schreuders.

En Países Bajos y en otros países europeos, De Rijke hace reportes de consumo de CO2 en los trayectos que realiza su flota de vehículos, “una normativa europea que llegará aquí también”, comenta el gerente de De Rijke España. En materia medioambiental, cree que la meta propuesta por la Unión Europea de CO2 neutral en 2030 es prácticamente imposible. “Mucha gente cree que el proceso de transición energética es muy rápido, pero la realidad es distinta”. “La economía depende del petróleo, acero, plástico, cemento y el amonio para fertilizantes, lo que implica una lenta transición energética”, sentencia Schreuders.