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Las redes logísticas del e-commerce reducen un 10% las emisiones

Con el comercio electrónico marcando nuevos máximos a finales del pasado año 2020 y unas previsiones de crecimiento de las entregas de paquetes del 80% a lo largo de la próxima década, un nuevo estudio realizado por Prologis Research y MIT Real estate Innovation Lab titulado “El comercio electrónico reduce la huella de carbono del sector minorista”, ha puesto de relieve los beneficios ambientales del e-commerce.

  • Última actualización
    05 febrero 2021 11:27

Las primeras estimaciones sugieren que las ventas online estadounidenses crecieron por encima del 50% en la temporada prolongada de compras navideñas de 2020, con trayectorias similares en otros grandes mercados de comercio electrónico como China, Europa y Japón. Sobre la base del promedio de emisiones del estudio del MIT, esta mayor cuota del comercio electrónico redundó en una reducción de las emisiones por paquete cercana al 2,4%.

Aparte del impacto positivo inmediato en las emisiones, la perspectiva del crecimiento del sector, junto con innovaciones en curso, como una planificación más eficaz, innovaciones en los embalajes, edificios inteligentes, electrificación de vehículos e inteligencia artificial (IA), puede incrementar aún más la sostenibilidad de las operaciones.

 Otro dato que puede ilustrar esta nueva realidad. Según datos de Eurostat, en Europa se ha producido un aumento del 34% en las ventas anuales en plataformas de e-commerce en el período prenavideño de noviembre de 2019 a noviembre de 2020, con algunas variaciones entre países. En el caso concreto de España, esta cifra sube considerablemente hasta alcanzar un aumento del 52%, superior al de países como Alemania, Francia, Italia y los Países Bajos.

Principales conclusiones del estudio elaborado por Prologis. La primera de las grandes conclusiones del estudio es que las emisiones de carbono de las compras en línea son un 36% más bajas, en promedio, que las realizadas en tienda. Esto es debido, principalmente, a la reducción drástica de emisiones asociadas al transporte vinculado al desplazamiento hasta la tienda, que compensa con creces los perjuicios generados por las devoluciones o los procesos de embalaje.

La consolidación del reparto de mercancías en una “ruta circular” reduce las emisiones vinculadas al transporte en casi un 90% 3. El transporte es la mayor fuente de emisiones relacionadas con las compras en tiendas y genera 2,5 veces más emisiones de carbono que el embalaje del comercio electrónico, el mayor contribuyente a su huella de carbono. En el caso de una entrega a domicilio, una furgoneta estándar llena puede sustituir a más de 100 viajes individuales en coche. Además, la consolidación de los pedidos y la optimización de la red reducen los costes para los operadores de comercio electrónico.

 Por otro lado, la entrega directa al domicilio desde los centros urbanos de distribución puede ser una potente palanca para reducir adicionalmente las emisiones. Las redes logísticas desarrollas “ad hoc” que entregan mercancías desde los centros urbanos de distribución cercanos a los consumidores (en lugar de hacerlo desde instalaciones fuera del núcleo urbano) pueden evitar alrededor del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas al transporte y reducir la huella de carbono global por paquete en un 10% de media. Almacenar las mercancías lo más cerca posible del consumidor final minimiza las distancias de entrega finales y la congestión. Esto reduce tanto los plazos de entrega como los costes, al maximizar las capacidades de carga de la flota de reparto.

La electrificación del transporte es clave en la reducción de emisiones contaminantes. Electrificación, embalaje y digitalización, clavesLos avances en electrificación de vehículos, embalaje e inteligencia artificial (IA) pueden impulsar operaciones aún más sostenibles. Estas tecnologías emergentes tienen el potencial de aunar los intereses de los consumidores, los minoristas y los inversores inmobiliarios en un esfuerzo mutuo por reducir las huellas de carbono.

1.- Electrificación de los vehículos de reparto. 

Usando las fuentes de energía actuales, esta tecnología puede reducir en un 27% las emisiones estándares relacionadas con el transporte y tiene el beneficio añadido de disminuir el ruido del tráfico.

Los nuevos modelos de vehículos que se lanzarán este año tienen una autonomía de unos 321 kilómetros, lo que les permitirá realizar el 90% de las rutas de entrega de la última milla en mercados como Estados Unidos. Por su parte, Europa lidera la introducción de zonas de tráfico de bajas emisiones que requieren furgonetas eléctricas de reparto.

El papel de las empresas de distribución también es importante como palanca de atracción. Amazon, por ejemplo, ha encargado 100.000 furgonetas eléctricas y anticipa que las primeras 10.000 estarán circulando el próximo año.

2.- Embalaje.

Es la mayor fuente de emisiones del comercio electrónico (aunque representa una parte mínima en comparación con las emisiones evitadas gracias a un transporte de mercancías eficiente). Con todo, las innovaciones en esta área podrían hacer que las compras on-line sean aún más respetuosas con el medio ambiente.

En promedio, las emisiones generadas por los embalajes son aproximadamente seis veces mayores para las compras en línea que para las compras en tienda, debido principalmente al uso de materiales de cartón y embalajes individuales.

Muchos minoristas están adoptando materiales de embalaje ecológico, mientras que otros están automatizando el embalaje, analizando y recomendando el mejor tamaño y tipo de embalaje para cada combinación de artículos. La sustitución de las cajas por bolsas y sobres acolchados disminuye el volumen y el peso de los paquetes, lo que puede contribuir a reducir las emisiones.

3.- Análisis de datos.

 El análisis avanzado y las soluciones basadas en el Internet de las cosas (IoT), como la agrupación de carga y el redireccionamiento dinámico, podrían reducir las emisiones en un 10%, los costes unitarios en un 30% y la congestión en un 30%. Estos datos también pueden redundar en un menor número de devoluciones. Las soluciones basadas en la inteligencia artificial pueden generar recomendaciones de tamaño y estilo para los compradores en línea basadas en compras anteriores, minimizando las devoluciones.