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El Centro Español de Logística (CEL) y CargoON han presentado esta mañana el estudio “La gestión de los muelles de carga y descarga en España 2023”, que pretende comprobar cómo afronta el sector del transporte y la logística las operaciones de carga y descarga; los tiempos de espera medios en los almacenes españoles; la afectación que ha tenido el nuevo marco normativo y el nivel de implantación de herramientas tecnológicas para la gestión digital de muelles por franjas horarias.
BARCELONA · En la presentación del estudio, cuyos resultados son consecuencia de un sondeo en el que han participado 150 directores de logística, responsables de tráfico y otros perfiles del sector, la directora de Innovación y Desarrollo del CEL, Gisèle Muñoz, ha comentado que “este estudio nos ayuda a comprender la situación actual e identificar oportunidades de mejora”. Además, Muñoz ha recordado que “ en el CEL hemos abogado siempre por la innovación en todas las etapas de la cadena de valor”.
Además de la presentación de los resultados, el evento también ha contado con una mesa redonda para comentar el estudio. En ella han participado Antoine Bertrandy, CEO de CargON; Rafael Pillado, Senior Director de Havi en España y Portugal; y Carlos Castán, External Logistics Global Manager de Celsa.
Uno de los principales resultados del estudio son las esperas superiores a una hora en los muelles de carga y descarga. Así, el 70% de los transportistas encuestados aseguran que el tiempo promedio de espera es superiores a una hora, mientras que así lo confiesan el 59% de cargadores. Estos tiempos de espera llevan, en muchos casos, a reprogramar operaciones. Tanto es así que el 28% de transportistas aseguran que avisan de retrasos a sus clientes más de 4 veces al día. Esto obliga al 28% de los cargadores a reprogramar las operaciones en los muelles entre 1 y 3 veces al día, mientras que el 17% lo tienen que hacer entre 4 y 10 veces al día. El impacto más importante para los cargadores es la pérdida de capacidad operativa, seguida de la necesidad de más recursos y el incumplimiento de plazos de entrega. En este sentido, el CEO de CargoON, Antoine Bertrandy ha comentado que “cuando hablamos de carga y descarga, muchas veces es superior el tiempo que pasa el camión en la fábrica o almacén que el tiempo de carga o descarga; es ahí donde tenemos que mejorar”.
La prohibición de la carga y descarga no afecta a la eficiencia logística
Aunque el anuncio del Decreto Ley de carga y descarga por parte del Ministerio de Transporte no fue bien acogido entre las asociaciones de cargadores el estudio remarca que una gran proporción de los cargadores, el 67% afirma que no ha afectado a la eficiencia de las operaciones e incluso un 12% menciona que ha tenido un impacto positivo en la eficiencia. Así lo corroboraba también el External Logistics Global Manager de Celsa, Carlos Castán.
Por otro lado, más de un tercio de las empresas de transporte encuestadas, en concreto el 39%, señala que no ha habido cambios significativos en la eficiencia de las operaciones de entrega y un 33% destaca que ha tenido un impacto positivo.
Otras conclusiones del estudio
Más allá de la poca afectación de la nueva ley de carga y descarga y los tiempos de espera en los muelles, el estudio también preguntó a las empresas transportistas y de cargadores sobre otros aspectos. Una de ellas es que para reducir los tiempos de espera es necesaria la digitalización de la gestión de muelles. El uso de tecnologías innovadoras y un compromiso real de todos los actores son esenciales para descongestionar las redes de abastecimiento. Así, la mayoría de cargadores que han implementado sistemas de gestión de muelles ha experimentado una mejoría de su capacidad operativa en más de un 20%. Sin embargo, lo más importante es la reducción de conflictos entre el personal de almacén y los conductores gracias a la mejor gestión delas franjas horarias.
El estudio revela que las principales barreras para la adopción digital son la resistencia al cambio, el temor a tener que hacer frente a largos procesos de implementación y la falta de colaboración de conductores y operadores de tráfico.
Otro reto que tiene por delante el sector, y bien conocido ya por todos, es el déficit de conductores profesionales, que hace que desde el sector y la propia Administración sean necesarias iniciativas para aumentar la atracción hacia la profesión.