La creciente demanda del comercio electrónico, señala el II estudio CEL en torno a “la logística del e-commerce”, incrementará en un 36% el número de vehículos de entrega que circulan en las ciudades en 2030.
Esto, asegura el estudio elaborado por el Centro Español de Logística (CEL) en colaboración con Everis, conducirá a un aumento de las emisiones y la congestión del tráfico.
Para que el sistema sea sostenible, se tendrá que adaptar la operativa a un modelo más colaborativo en el que el empleo de vehículos eléctricos y otras fuentes alternativas de energía aminorarán el impacto ambiental y generarán una actividad sostenible.
En 2019, el e-commerce supuso el 2,9% del PIB de España, posicionándose nuestro país como quinta fuerza dentro de Europa.
Las ventas de comercio electrónico, tanto en España como en Europa, han seguido una tendencia de crecimiento continuado en los últimos años y las perspectivas de futuro son muy optimistas.
Para satisfacer este crecimiento continuado, explica el estudio del CEL, la logística deberá generar mejoras para satisfacer las necesidades del cliente.
Éstas son: nuevas formas de pago, programación de las entregas de manera flexible, seguimiento digital del envío y la selección del operador logístico más adecuado o fiable.
Otra de las conclusiones del estudio es que la logística supone cada vez un reto más complejo: “Adaptarse a las nuevas tendencias, a la vez que se incrementa la demanda de e-commerce, constituirá un punto fundamental en la sostenibilidad futura del comercio electrónico”.
Asimismo, adelanta el documento, se abren nuevas oportunidades de mercado a medida que aumenta la aceptación del comercio electrónico: productos frescos o medicamentos sin prescripción médica constituyen un segmento del mercado prometedor.
El plazo de entrega, la flexibilidad y la facilidad de devolución siguen siendo las variables más relevantes para una alta satisfacción de los compradores.
Los clientes de e-commerce, explica el estudio, quieren recibir sus pedidos en el menor plazo de tiempo y de forma gratuita, esto obliga a llevar a cabo una transformación de la última milla que implica el acercamiento de los productos a los clientes mediante centros de fulfillment y microhubs urbanos de mercancía.
Esta tendencia, continúa el informe, genera nuevos negocios al sector, como puede ser la inmologística, en la que las tendencias más importantes por detrás de los centros de última milla son los de crossdocking y plataformas frigoríficas.
Este incremento de la demanda en las primeras coronas de las ciudades genera una baja tasa de disponibilidad, que en ninguna de las principales ciudades supera el 6%, lo que a su vez impacta en los precios, tanto del alquiler como de la compra de los terrenos.
En plazas como Madrid o Barcelona, cifra el informe, el rango de precios para la compra oscila entre 125 euros y los 200 euros por metro cuadrado.
En relación a los costes, desde el punto de origen hasta el cliente final e incluyendo los costes logísticos derivados de las devoluciones, el informe los estima en torno a 4,11 euros y 4,45 euros. Será de vital importancia enfocarse en palancas como las personas, la tecnología, los procesos y la sostenibilidad para impactar directamente en los costes derivados de la operación y generar mayores beneficios.
Asimismo, añade el estudio, la tecnología va a ser imprescindible para hacer frente a las entregas del e-commerce.
Además de las tecnologías ya existentes como el big data, la realidad aumentada y la automatización de almacenes, existen otras muchas que se están desarrollando, destacando, los drones, los vehículos autónomos y la robotización.
EL DATO
Han aparecido nuevas opciones como los vehículos eléctricos, híbridos o de hidrógeno. TENDENCIAS HACIA EL NUEVO MODELO LOGÍSTICOLos retos traen consigo una nube de tendencias que copará el sector en los próximos años, relacionados con un crecimiento que hasta ahora era constante, pero que, como consecuencia de la pandemia, se verá incrementado de forma exponencial. En el estudio, se destacan las siguientes seis tendencias:
1. Soluciones logísticas flexibles
El 17% de los consumidores deciden dónde comprar por las mejores opciones de entrega. Una hora y lugar de entrega, el seguimiento del pedido y conocer al consumidor (mediante inteligencia artificial) se antojan como factores fundamentales.
2. Tecnologías emergentes, innovación en las empresas
La adopción de las tecnologías permite un abanico de nuevas funcionalidades, así como el abaratamiento de costes. Tecnologías como RPA, IA, IoT, Blockchain y vehículos autónomos entrarán con fuerza en el sector.
3. Microhubs, nuevo modelo de distribución urbana
Los microhubs podrían ser la nueva solución para la congestión de las ciudades y la calidad del aire, contando con un suelo logístico, una fluida relación público-privada e implicando a diversos agentes, desde startups y operadores hasta las propias instituciones.
4. Vehículos alternativos
Las nuevas tecnologías han permitido que los nuevos motores de combustibles tradicionales sean menos contaminantes. También han aparecido nuevas opciones en el mercado como vehículos eléctricos, híbridos o de hidrógeno, que tendrán largo recorrido en el futuro.
5. Formación 4.0
Se fomentará la formación interna en el uso de las nuevas tecnologías con nuevos perfiles más cualificados y especializados a nivel tecnológico. Esto puede tener impacto directo en áreas como optimización, business intelligence, planificación, calidad y análisis de datos.
6. Colaboración público-privada
Es clave la implicación de los operadores logísticos, empresas con actividad logística, empresas tecnológicas y startups con las Administraciones Públicas, clústers y organizaciones del sector logístico.