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“El objetivo es validar el proyecto y llegar a hacer de Shellock una empresa viable”

Shellock, la startup desarrolladora del sello inteligente y reutilizable para contenedores marítimos, se establece en Noruega. Tras su participación en un programa de aceleración de empresas en el país nórdico, la startup ha decidido constituirse allí como empresa debido al interés que despertó en varias compañías del sector logístico y marítimo que están dispuestas a invertir en su proyecto.

  • Última actualización
    09 febrero 2021 17:05

“Contamos con la garantía de las empresas que se han interesado por nuestra solución, que nos han abierto el mercado, nos apoyan y nos están esperando allí", explican Carlos Garces y Omar Calderón, CEO y CPO de Shellock, en una entrevista a Diario del Puerto. 

“El objetivo para este año es poder validar el proyecto y hacer de Shellock una empresa viable”, agregan.

Mientras tanto, la startup continúa buscando compañías logísticas interesadas en testear su solución en España. “Nos gustaría establecer contacto con empresas de aquí a las que poder presentar nuestro proyecto e intercambiar opiniones sobre él y confiamos que haya alguna compañía española dispuesta a ello”. Pues, hasta la fecha, “no hemos sabido encontrar este perfil de compañías al que poder mostrar el producto”, detalla Carlos Garces. 

"Estamos buscando el producto mínimo viable con el que podamos dar visibilidad a los envíos internacionales allí, a través de un dispositivo IoT"

Buscar proveedores 

Tras su experiencia en Noruega y después de las pruebas piloto realizadas en contenedores, Shellock sigue apostando por su solución de monitorización de carga y, de hecho, la ha adaptado para su aplicación en todo tipo de envíos. 

“Ahora mismo estamos buscando el producto mínimo viable con el que podamos dar visibilidad a los envíos internacionales allí, a través de un dispositivo IoT”, explican.

Este proyecto se encuentra, por tanto, en fase piloto. “Nos falta únicamente un dispositivo para poder adjuntar a los envíos”. Para ello, Shellock busca proveedores que puedan “comprometerse con garantías” a su entrega “tanto con nosotros como con nuestros clientes”. 

Sin embargo, esta fase se está alargando “más de lo esperado,  debido a la situación incierta derivada del COVID-19, puesto que los proveedores no nos garantizan una entrega ágil de los materiales que necesitamos para poner en marcha la solución”, detallan. 

A pesar de la incertidumbre de la situación y de las expectativas que depara el 2021 para pequeñas y medianas empresas, desde Shellock confían en poder encontrar pronto un proveedor.

Soporte adaptado a todo tipo de envíos

Shellock presentó en verano de 2020 su sello inteligente como alternativa a los actuales y tradicionales precintos de los contenedores marítimos.

 Tras las pruebas realizadas y después de su participación en el programa de aceleración en Noruega, la startup ha aplicado algunos cambios en su proyecto. 

“En las conversaciones que mantuvimos con las empresas que se interesaron por nuestra solución en Noruega, detectamos la necesidad de flexibilizar su aplicación para poder usarla en distintas cargas, ya sean maletines de equipos industriales, paquetería y todo tipo de envíos, por eso buscamos un dispositivo más visual y adaptado a esta necesidad”, detalla Carlos Garces. 

De este modo, el nuevo formato físico de la solución “ya no tiene forma de sello, sino más bien de smartphone o cajetilla de tabaco”, explica Omar Calderón.

“El objetivo final de monitorizar con diferentes sensores la localización de la carga sigue siendo el mismo y su funcionamiento interno también”, agregan.

El dispositivo ya no tiene forma de sello. "Detectamos la necesidad de flexibilizar su aplicación para poder usarla en distintas cargas, ya sean maletines de equipos industriales, paquetería y todo tipo de envíos"

Programa FLOW

Tras el rechazo de varias aceleradoras, en abril  de 2020 Shellock fue escogida para participar en un programa de la aceleradora marítima Flow en Haugesund (Noruega). 

“Aplicamos en febrero, en marzo hicimos una entrevista y en abril nos llegó un correo en el que decían que nos habían aceptado”, recuerdan. Un par de vuelos cancelados después y tras un periodo de cuarentena de 10 días a su llegada al país nórdico, los creadores de Shellock disfrutaron de una estancia de seis semanas participando en el programa de Flow.

Carlos Garces, CEO de Shellock, presenta el proyecto de la startup. ”Esta experiencia nos permitió establecer un contacto real con empresas del sector logístico y marítimo que confiaron en nosotros, nos permitieron presentarles nuestra solución y nos ayudaron a testearla en un entorno real, trasladándonos sus inputs”.

Además, “el programa incluía una mentoría que nos fue guiando en todo el proceso y puso a disposición nuestra un espacio de coworking completamente equipado”, relata Calderón.La estancia de su socio en Noruega se alargó para cerrar algunos encuentros más. 

“Este acercamiento con las empresas del sector fue lo mejor, puesto que aquí en España únicamente contábamos con una compañía interesada en testear nuestra solución. Y así fue como encontramos clientes, e inversores dispuestos a apoyar nuestro proyecto, que ahora están esperando allí para nuestro desembarco en Noruega”, agrega Carlos Garces.