BILBAO. La jornada lúdica del Propeller Club del País Vasco-Port of Bilbao permite la confraternización entre socios en un ambiente más distendido, siempre en torno a una buena mesa, y con el aliciente de la visita a un lugar de interés.
Parte de los socios y socias del Propeller Club del País Vasco-Port of Bilbao participantes en la jornada, ante el Castillo de Arteaga en el que se celebró el almuerzo. Foto J.P.
BILBAO. La jornada lúdica del Propeller Club del País Vasco-Port of Bilbao permite la confraternización entre socios en un ambiente más distendido, siempre en torno a una buena mesa, y con el aliciente de la visita a un lugar de interés.
En esta ocasión, el paraje visitado fue la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, en Bizkaia, un espacio natural extraordinariamente bello y variado, que le valió dicho reconocimiento por parte de la UNESCO en 1984.
Tras embarcar en Mundaka en el popular “ferry”, patroneado por Iciar Caballero, el grupo navegó por la Ría de Gernika, bordeando Sukarrieta, Busturia, Murueta y sus astilleros, hasta alcanzar después a pie el Castillo de Arteaga, donde esperaba un sabroso y reconstituyente almuerzo.