“Contribuir a la competitividad de los clientes del Puerto mediante la prestación de servicios eficientes que respondan a sus necesidades de transporte marítimo, transporte terrestre y servicios logísticos” es vital para la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) y el tren juega un papel principal en este objetivo.
Para garantizar la efectividad y eficacia de los servicios ferroviarios que entran y salen del enclave, tanto a corto como a medio y largo plazo, y “desarrollar el potencial de crecimiento que representan las nuevas instalaciones portuarias que ya están en servicio (Terminal Carga/Descarga Muelle Prat, ampliación Terminal Carga/Descarga Muelle Sur, Terminal C de Recepción/Expedición Muelle Prat, etc.), así como las que en un futuro se pongan en marcha (Terminal Muelle Álvarez de la Campa, Terminales A, B, D, E de Recepción/Expedición, etc.)”, en el Puerto de Barcelona tienen muy claro que es necesario contar con un Centro de Mando Ferroviario “que controle y coordine la explotación ferroviaria” del recinto portuario.
Concurso público
Con esta idea, la APB ha lanzado un concurso público para disponer de un acuerdo marco en el cual diseñar funcionalmente e implantar dicho CMF. Este acuerdo marco, al que se han destinado 1,3 millones de euros, sin IVA, incluye dos años de contrato base más dos prórrogas de un año cada una. El plazo de presentación de ofertas concluye el día 14 del próximo mes de marzo.
El servicio de ingeniería contratado trabajará en colaboración con el departamento de Operaciones Terrestres y Gestión de Seguridad Ferroviaria de la APB, así como con el departamento de Gestión de Servicios TIC, encargado de la gestión de proyectos de Sistemas, Comunicaciones, Seguridad y Control.
El diseño e implantación del nuevo CMF se va a realizar en un momento en el que, sin fecha para los nuevos accesos terrestres, existe una “saturación de la red viaria de proximidad”, como reconocen desde la autoridad portuaria.
La entidad es clara al destacar “la intermodalidad marítimo-ferroviaria como medio esencial para dar servicio al hinterland estratégico del Port y los correspondientes flujos con el foreland”, si bien es cierto que “actualmente existen unos cuellos de botella ferroportuarios de los enlaces del Port con las redes ibérica e internacional, en especial, los de conexión con el espacio europeo transpirenaico, pendientes de resolución, incluyendo los nuevos accesos viarios y ferroviarios”.
Ello no ha sido impedimento, sin embargo, para que los tráficos ferroviarios en el Puerto de Barcelona hayan seguido una senda creciente en los últimos años, hasta alcanzar cuotas nunca vistas: del 13,3% en el caso de los contenedores y del 36,2% en el caso de los automóviles nuevos en el último año, según los datos de tráfico de 2018 hechos públicos el pasado lunes por la presidenta y el director general de la APB, Mercè Conesa y José Alberto Carbonell, respectivamente.
Así, en 2018 el transporte ferroviario de contenedores creció un 7,7% en el Puerto de Barcelona, hasta canalizar 262.379 TEUs, mientras que en el caso de los automóviles se registró un tráfico de más de 263.900 unidades, con un crecimiento del 11% con respecto a 2017.
Y no sólo eso. El principal corredor ferroviario de transporte de mercancías en España es el que une el Puerto de Barcelona y Zaragoza y el enclave de la capital catalana está consiguiendo “consolidar los servicios ferroviarios con Europa, tanto en contenedores como en vehículos”, aseguró José Alberto Carbonell.