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LOGÍSTICA · Marta Serrano, secretaria general de Transporte Terrestre

“Es necesario incorporar perspectivas de género en el transporte”

Marta Serrano, secretaria general de Transporte Terrestre, lo tiene claro: “Es necesario aplicar la perspectiva de género en el transporte. Está demostrado que las empresas son más exitosas si cuentan con mujeres”.

Madrid. Con voz segura, enlazando reunión tras reunión, Marta Serrano recibe a este Diario en su despacho. La propuesta lanzada para que muestre su experiencia como mujer directiva en el sector del transporte ha impulsado el encuentro, que inicia una serie de entrevistas con mujeres referentes del sector.

Serrano tiene una fuerte convicción “de lo importante que es trabajar con el interés de la ciudadanía en mente, para mí es una parte fundamental, trabajar por lo público” y ha abierto el camino al ir sumándose a proyectos profesionales en los que ha sido la primera mujer en el cargo.

Es ingeniera de Caminos, Canales y Puertos y diplomada en Gestión del Transporte Público ¿siempre le había interesado el transporte? ¿Cómo y por qué llegó al sector?

Pues no fue por la familia, mis padres son maestros: mi madre de educación infantil y mi padre de secundaria. Soy la primera ingeniera de mi familia.

Se me daban bien las matemáticas y la física, lo que me llevó a la ingeniería. y tuve la suerte de que cuando tuve que elegir carrera se inauguró la Escuela de Ingenieros de Caminos. Hacen una campaña muy potente para atraer alumnado y acabé allí aunque sin saber muy bien qué era. Empecé interesada por las grandes estructuras y proyectos, pero a mí lo que me gusta es la ordenación del territorio; y de ahí terminé en el transporte, a través del urbanismo.

“Soy una defensora absoluta de las cuotas porque me parece una de las herramientas fundamentales para permitir el acceso”

¿Cómo ha sido su trayectoria profesional?

Empecé en el mundo de la consultoría. Cuando acabé la carrera me ofrecieron venirme a Madrid a una consultora. Trabajé en consultoría hasta la crisis de 2008-2013, cuando la crisis acabó con el sector. Después trabajé en Avanza y EMT Madrid, donde entré como directora de Consultoría. En EMT Madrid había un gerente nuevo y buscaban impulsar la labor de consultoría, encajaba mi perfil, y también buscaban una mujer y yo fui la primera mujer que fue directora de EMT Madrid en sus 75 años de historia. Nunca había habido una mujer en puestos de dirección. Se buscó talento femenino.

Luego pasé por EMT Fuenlabrada y finalmente me llaman para dirigir EMT Valencia, que también fui la primera mujer en dirigirla.

Desde que comenzó su carrera profesional, ¿ha notado cambios en el trato a las mujeres?

Es un sector que sigue siendo muy masculino. He notado algo de cambio, pero, desde mi punto de vista, no el suficiente. Todavía hay muchísima desconfianza (o muchísimos problemas) a la hora de tratar estos temas.

Cuando hablo de que es necesario aplicar la perspectiva de género en el transporte, que es necesario incorporar mujeres y talento femenino (que, además, los datos demuestran que las empresas son más exitosas cuando tienen mujeres al frente -y no necesariamente en puestos de gerencia sino en los equipos directivos- porque que haya una mezcla de personas está demostrado que funciona y que aporta una ventaja competitiva), aún sigue habiendo reticencias.

Cuando hablas de los problemas que hay para acceder y promocionar en el sector, en todas las posiciones, los hombres se ven un poco acusados de estar haciendo las cosas mal y no es eso. Hay sesgos (y no solo los relacionados con el machismo, también está el racismo o la aporofobia), tenemos que ser conscientes de ellos y poner las herramientas necesarias para corregirlos.

En este punto, ¿cómo está la situación en el Ministerio?

Sí que en el funcionariado hay mucha mujer, pero en puestos de responsabilidades sí que es verdad que hay menos. Poco a poco van entrando más, pero en la estructura del Ministerio sí que se cumple la ley de paridad.

Soy una defensora absoluta de las cuotas porque me parece una de las herramientas fundamentales para permitir el acceso. Hay que obligarse a pensar en mujeres. Hace 15 años era imposible pensar en un consejo de ministros y ministras paritario y eso se ha conseguido gracias a una ley de cuotas. Las cuotas te hacen pensar más porque paran ese primer impulso de ir a lo que conoces que, en muchos ámbitos, son los hombres. Hay que pensar más e incluir a esas compañeras que, por circunstancias, no han tenido la oportunidad de jugar un papel preeminente pero que son perfectamente válidas para el puesto.

¿Tiene alguna anécdota que le haya tocado vivir en el desarrollo de su actividad profesional?

No llevo mucho tiempo en este cargo pero sí que es verdad que en algunas reuniones soy el alto cargo y la gente no sabe cómo tratarme porque ven una mujer, que ellos presumen joven, porque tengo 43 años y a cualquier hombre con más de 40 ya no lo consideran joven, pero a nosotras tienden a infantilizarnos, y no saben cómo tratarme.

Y en la parte de anécdotas negativas, hay una parte muy vinculada al lenguaje inclusivo. Siempre intento impulsarlo, sobre todo en documentos formales, pero la gente se resiste mucho. Incluso mofas muy desagradables.

Cuando hablamos de atraer mujeres al sector, el lenguaje inclusivo importa porque si hablamos siempre en masculino, conductores, mecánicos, estibadores... pues estamos refiriéndonos (aunque la RAE no lo vea así) a la mitad de la población y es más difícil, que esa mitad de la población sobre todo cuando está fuera, que se vean dentro.

“Lo importante es trabajar con el interés de la ciudadanía en mente”

¿Ha tenido referentes?

No, la verdad. Pero conforme he ido creciendo profesionalmente he tenido la suerte de conocer a mujeres que me han acompañado en el camino que me han abierto los ojos a otras realidades y a otras maneras de ver las cosas. Cuando fui directora de EMT Madrid me invitaron a un Congreso de Movilidad, Género y Ciudades, en Ciudad de México, y ahí conocí a Laura Ballesteros, secretaria de Movilidad de Ciudad de México entonces y Paola Tapias, ministra de Transportes de Chile (que fue la primera ministra de Transportes del país), y juntas unos años después construimos una organización que se llama “Mujeres en Movimiento” que busca impulsar la presencia de la mujer en el sector del transporte. Se sumaron también Daniela Chacón, que fue vicealcaldesa de Quito, Elisa Castillo que fue viceministra de Transportes de Costa Rica... juntas hemos construido una red de mujeres iberoamericana que me ha permitido conocer a más mujeres en España. Es verdad que las mujeres que ahora mismo están en este Movimiento tienen más que ver con la movilidad urbana, porque al final los sesgos también están ahí, pero he aprendido mucho de ellas.

Cuando generas este tipo de redes y de iniciativas las mujeres participan, nos unimos,

¿Cómo presentaría su profesión a las jóvenes?

Si tuviera que animar a alguien a venirse al Ministerio volvería al principio: a trabajar por lo público. Desde aquí se pueden hacer muchísimas iniciativas y se pueden hacer muchos proyectos para mejorar la vida de la ciudadanía.

Al final el transporte terrestre (en mi caso) tiene un impacto directo en el día a día de todas las personas. Si no hubiera carreteras, trenes, transporte público... no nos podríamos mover. La movilidad entendida como derecho se garantiza fundamentalmente desde este Ministerio. Y luego ya se distribuye en el territorio y se gestiona con entidades locales y autonómicas, pero desde aquí se lanzan los grandes proyectos, se planifican y se mantienen las grandes redes y conexiones.

EN DETALLE

Nombre: Marta Serrano Balbuena.

Formación: ingeniera de Caminos, Canales y Puertos.

Cargo: Secretaria general de Transporte Terrestre.

Lema en la vida: Más que un lema, tengo un leitmotiv que es “Trabajar por lo público”.

“Encontrando Referentes”

Con el objetivo de visibilizar a las mujeres que trabajan e impulsan el sector en España, en Diario del Puerto hemos puesto en marcha una iniciativa por la que, a partir de hoy y hasta el próximo día 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, mostraremos la realidad femenina en la logística y el transporte español.

En nuestras páginas “Encontrando Referentes”, contaremos con diferentes puntos de vista de mujeres logísticas e intentaremos ser lo más transversales posible para confirmar que las mujeres pueden y deben estar en todos los eslabones de la cadena logística. La primera protagonista es la Secretaria General de Transporte Terrestre, Marta Serrano, que atendió ayer a Diario del Puerto en exclusiva.

“Hay que mantener la meta del 10% de cuota ferroviaria para no perder la referencia”

En lo que respecta a su gestión al frente de la Secretaría General de Transporte Terrestre, su primer gran reto nada más llegar al cargo ha sido responder a las inquietudes y demandas del Comité Nacional de Transporte por Carretera. ¿En qué situación están los grupos de trabajo recientemente comprometidos?

Ya están creados con una agenda de trabajo definida. Tenemos que ver las distintas problemáticas para ir encontrando las soluciones a las prioridades establecidas. Esperamos poder tener las primeras conclusiones a la mayor brevedad posible.

En cuanto al transporte ferroviario de mercancías, el sector desconfía de que se vaya a alcanzar el objetivo del 10% de cuota en 2030. ¿Se va a replantear su departamento este objetivo?

Yo creo que hay que mantener el objetivo. No podemos perder la referencia. Necesitamos esa meta para saber a dónde mirar. A partir de ahí estoy convencida de que la Ley de Movilidad Sostenible va a ser un importante instrumento de renovado impulso para el ferrocarril de mercancías, sin olvidar que hablamos de un compromiso firme con la Unión Europea tras priorizar el tren por encima de los peajes en las autovías como solución medioambiental.

“Somos un sector muy poco atractivo para la gente joven porque tenemos muy poca visibilidad”

Actualmente el sector está a la búsqueda de nuevo talento. ¿Por qué parece que es un sector es invisible ante la sociedad?

Creo que somos un sector muy poco atractivo para la gente joven porque tenemos muy poca visibilidad. La gente no entiende lo que hacemos en realidad, saben que existimos pero no estamos en ningún sitio.

Hay una parte que es muy cultural (de lo que habla la televisión, las películas, los libros...) y nosotros no estamos ahí nunca. Es un trabajo soterrado. No conseguimos ese alcance que han conseguido otros colectivos como los arquitectos y arquitectas, por ejemplo, por eso no llegamos a la gente.

Y esa acción de darse a conocer, ¿debe estar capitaneada por lo público?

Debe haber una colaboración público-privada. El problema es que si no tienes referentes no te puedes imaginar ahí y las mujeres que hemos ido abriendo camino nos debe haber pasado en muchas ocasiones que no nos veíamos en estos puestos.

¿Qué podríamos hacer para que más mujeres trabajaran en el sector?

Para que las mujeres se queden el sector (en cualquiera que esté masculinizado) es fundamental crear redes. Hay un organigrama, una jerarquía, pero también hay redes oficiosas por donde se mueve mucha información y relaciones, en las que las mujeres no estamos, precisamente porque tenemos una jornada en casa que sigue a la laboral que no nos permite irnos al afterwork, al tenis o el partido de fútbol... ahí no estamos incluidas, estamos fuera de esos círculos, y por eso es difícil que se acuerden de nosotras en primera instancia. Por eso, crear redes de mujeres es fundamental. Aquí la Empresa de Transporte Pública de Viena es una de las pioneras en organizar encuentros entre las mujeres de la empresa para que las mujeres se conozcan y tengan un espacio para compartir preocupaciones y problemas que afrontamos como mujeres. Por ejemplo la inclusión de cabinas de baño en las cabeceras de autobús no se ha producido hasta la incorporación de las mujeres...

Además, deberíamos tener en cuentas las necesidades de las mujeres (sus compromisos familiares por ejemplo) y potenciar su incorporación en sectores que puedan conciliar mejor como en la distribución urbana o los puertos, por ejemplo. De todas formas, el problema no es ese. El problema es que el sector necesita personal (hombres y mujeres). Tenemos que aprovechar para ampliar la mirada.