En una intervención de apenas cinco minutos en la que aprovechó para despedirse de los ciudadanos de Santander y para recordar su trayectoria política, íntimamente ligada a Mariano Rajoy, a quien consideró responsable de sus nueve años al frente del Ayuntamiento de la capital cántabra, De la Serna se alineó con el discurso de su predecesora, Ana Pastor, acerca de la concepción del Ministerio de Fomento y las políticas de transporte e infraestructuras como “un eslabón esencial en la vertebración territorial de España, en la cohesión social y en la igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos”.Convencido de que la “eficiencia y la eficacia” deben presidir la utilización de los recursos públicos, el nuevo ministro de Fomento aseguró “ser consciente” de los importantes y urgentes asuntos que tiene en estos momentos sobre la mesa su departamento.Sin querer entrar a valorar los mismos -”no es el momento”, aseguró- estableció como pilar para la gestión de todos ellos “no escatimar esfuerzos para ejercer un diálogo sincero”, afirmando que iniciará contactos “lo antes posible” con todas las instituciones y colectivos vinculados con su departamento para dar forma a los retos pendientes.