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El arte del acuerdo y la abogacía preventiva

El sector del transporte marítimo vive en un estado de conflicto permanente. Tenemos un gran número de retrasos en la entrega, demoras, estadías, contenedores reefers que no funcionan correctamente, cargadores que desatienden sus obligaciones, mercancía que pierde la conexión del transbordo, errores humanos…

  • Última actualización
    28 septiembre 2018 16:45

Afortunadamente, en la gran mayoría de ocasiones, esos conflictos se solucionan de forma comercial. Qué sería de las empresas sin esos comerciales que, sabedores de lo que cuesta conseguir un cliente, aplican esfuerzos titánicos para poder mantenerlos una vez forman parte del fondo de comercio de la empresa, llegando con ellos a acuerdos para compensar un incidente.La gran mayoría de los conflictos, de las disputas, son afortunadamente fáciles de controlar comercialmente. Otras, en cambio, superan el nivel comercial, llegan a nivel directivo e, incluso, rebasan el mismo para derivar directamente en los abogados de confianza de dicha empresa.Es una situación indeseable y a evitar. El sistema judicial español está colapsado y no se han tomado medidas reales y efectivas que tiendan a agilizarlo. Se han tomado muchas estéticas, como las faraónicas ciudades de la justicia que se reparten por demasiadas ciudades. Inversiones multimillonarias que solo han contribuido a que tengamos unos edificios preciosos pero que no han mejorado, ni por ahorro de un día, los tiempos en los que se resuelven las disputas que acaban en sus Juzgados. Se lo diré bien claro: cuando un conflicto acaba en los Juzgados, el único que gana es el abogado. Bueno, y el procurador, claro está, esa figura que nadie entiende qué hace aún en nuestros días involucrada en la resolución judicial de un conflicto. Existen estudios que demuestran que a mayor número de abogados en un país, mayor número de pleitos. Poco menos que concluye que los abogados, oh sorpresa, incentivamos que haya más y más pleitos. A la que el asunto sobrepasa lo comercial y cae en manos de abogados, que Dios nos coja confesados. Siendo ello así ¿por qué no hacemos un esfuerzo desde las empresas para evitar acudir a un procedimiento judicial? ¿Qué lleva a un conflicto a descarrilarse de tal manera que no podamos controlarlo internamente? En nuestra experiencia son varios esos motivos, los cuales intentaremos identificar, pues al hacerlo podemos intentar controlarlo y evitar situaciones indeseadas a futuro.Falta de controlEn primer lugar está la falta de control inicial del conflicto. Si un conflicto, una disputa, un siniestro, se controla desde el primer minuto por un experto, existe un gran número de posibilidades de que su resolución sea amortiguada, se apacigüe y las partes acepten cerrarlo cediendo ambas en algo. Por el contrario, cuando ante un conflicto se abandona su cuidado y las partes se aferran al “esto no es mi culpa”, escalan las posiciones irreconciliables hasta que al final, explota. Es buen consejo actuar profesionalmente ante un conflicto. Dar un paso lateral, observar y escuchar, analizar la situación como si aquello fuera ya un Juicio. Saberse colocar a dos años vista, cuando de no arreglarse estaremos en un Juicio. Abandonar la situación, no es profesional. Cabrearse, no es profesional. Culpar a un tercero, aún con razón, y lavarse las manos, no es profesional. En segundo lugar, la prevención. Y es que, si no se puede, no se puede. A veces es cuestión de fuertes caracteres enfrentados, a veces de ignorancia, a veces de despreocupación. Pero cuando enfrente tienes un muro, no hay nada de lo que puedas negociar. Los muros son para las lamentaciones, no para conseguir acuerdos. Y en ese caso es cuando nos pasa examen lo que hemos hecho en materia de prevención en el pasado. ¿Contraté a un abogado para que me elaborase unas condiciones de contratación que me protegieran ante estas situaciones? ¿Opero con mi propio conocimiento de embarque house con unas cláusulas adaptadas a mi forma de trabajar? ¿O simplemente las copié de internet para ir tirando y nunca ningún profesional del derecho me asesoró al respecto?Llegados a este punto, ya será demasiado tarde y un abogado simplemente acudirá con su manguera a intentar apagar un fuego que ya ha empezado a arder. Pero no nos engañemos, poco podrá hacer ese abogado. El caso ya estará ganado o perdido cuando caiga sobre su mesa.Cuanto menos, podremos aprender que la abogacía preventiva es la mejor de las medicinas para evitar situaciones complicadas. No evitaremos el conflicto, pero si podremos conseguir su satisfactoria resolución.Estructura contractualEl mejor consejo que hoy por hoy podemos dar a una empresa del sector es que trabaje mano a mano con un abogado especializado en derecho y transporte marítimo y que le ayude a confeccionar la estructura contractual adecuada a cada empresa. Es un esfuerzo de unos pocos meses y de algo de desembolso económico, claro está. Pero si una vez al año ya nos vamos haciendo según qué chequeos médicos, ¿por qué no someter a nuestra empresa a un chequeo legal? ¿Por qué dejar la empresa abandonada a su suerte hasta que le estalle un conflicto? No hay mejor fórmula que la abogacía preventiva para solucionar los posibles conflictos, ante los cuales, en caso de surgir, nuestra empresa estará mejor preparada para afrontarlos.