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Más vale prevenir

El conflicto es inherente a las acciones humanas, máxime cuando las mismas están expuestas de forma particular a un elevado número de imponderables e intervienen tal cantidad de actores con intereses diversos y encontrados que resulta complejo dirimir las responsabilidades. Tal es el caso de la cadena logística donde, si es fundamental tener capacidad de respuesta ante los conflictos, aún lo es más anticiparse a ellos. El objetivo es prevenir pero desde múltiples vertientes, pues la clave no sólo está en evitar conflictos o no incurrir en ellos, sino en generar estructuras capaces de minimizar su impacto y, sobre todo, canalizar de forma sencilla y efectiva su resolución.

  • Última actualización
    28 septiembre 2018 16:46

Un año más Diario del Puerto aborda los conflictos en el ámbito logístico de la mano de una amplia y diversa paleta de profesionales y expertos jurídicos, con el que hemos alumbrado este informe que tienen en sus manos y que ofrece una visión muy detallada y muy pegada a los retos reales y concretos.Estos profesionales tienen el conocimiento, la capacidad de análisis y, sobre todo, la experiencia diaria de por dónde transitan en estos momentos las inquietudes de la cadena logística en el campo de la resolución de conflictos y no ya sólo en lo que se refiere a los principales focos de fricción, ya sean normativos u operativos, sino también en lo que respecta a las tendencias y nuevas vías de resolución.Por eso, su análisis tiene voz en estas páginas por las que en esta ocasión transita un hilo conductor que no por su obviedad es menos importante, puesto que no parece que sea una cuestión suficientemente atendida en los distintos eslabones de la cadena logística.Se trata de la prevención, un campo donde, a tenor de los expertos, aún queda mucho por hacer, sobre todo en lo que respecta a la formación del personal, con el fin de no incurrir ni en delitos ni en irregularidades susceptibles de derivar en conflictos, pero también en lo relativo a contar en todos los procesos con una asesoría cualificada que garantice que cada paso se da sobre seguro.En este sentido, no sólo es preciso conocer la normativa y la operativa sino que también es vital el establecimiento de protocolos y de líneas de actuación que, sustentadas en el pilar de la eficiencia, eviten errores o, cuanto menos, minimicen su impacto.Habla por ejemplo en su artículo Miquel Roca, de Blas de Lezo Abogados, de lo que denomina "abogacía preventiva", que no es más que apuntalar todos los procedimientos con los conocimientos legales adecuados de tal manera que la actividad quede blindada ante riesgos e indefiniciones.Tiene enorme interés igualmente en este sentido el tema de la compliance en logística y la necesidad de fijar protocolos para evitar conflictos, tal y como manifiesta en su artículo Cristina Paloma Martí, de IMB Group.Igual de revelador en este campo es, por ejemplo, el caso práctico de la mayor grúa del Puerto de Santander, desgranado por Pedro Gómez-Balboa, socio de Actam Abogados Madrid, quien defiende la prevención en la forma de asesoría legal, un coste que quizás sea difícil de valorar pero cuya inversión es básica.Esa misma prevención en la forma de formación es puesta en valor por Cristian Gutiérrez, socio Director e Inspector en AB Surveyors, quien en su artículo sobre el bunkering incide en el papel clave de las tripulaciones y su preparación.Fuera de esta campo, el presente informe sobre resolución de conflictos aborda otras cuestiones de actualidad como todo lo relativo a las zonas SECAs o a los cambios normativos en lo referente al embargo preventivo de buques.Por último, especial mención merece el artículo que abre el informe, a cargo de Alfonso de Ochoa, de Albors Galiano Portales, que supone una motivada defensa de la jurisdicción marítima española, a modo de enriquecedor contrapunto a la visión que Miquel Roca diera en estas mismas páginas el pasado año sobre el arbitraje marítimo en Londres.