Jan Roed, de Borealis; Thomas Lindermayr, de Invista; Minna Haapala, de Neste; Vladas Stoncius, de Vlantana Logistics; Neil Amner, de Macroberts; Arthur Koutstaal, de ECS Containers; y Heiko Rumfeld, de Hoyer son las últimas incorporaciones a esta entidad, un foro que fomenta las relaciones profesionales entre los máximos responsables de empresas y entidades implicadas en los sectores del transporte y la logística. En la actualidad, el F&L cuenta con alrededor de 70 miembros pertenecientes a 47 países, de los cuales un 27% son cargadores, un 36% proveedores de servicios logísticos, un 11% representantes del sector portuario, un 15% de servicios relacionados con la cadena de suministro, un 5% del sector público y un 6% de otros sectores, como el de equipamientos y maquinaria.Durante los dos días de conferencias que ha organizado F&L en Barcelona, ayer y hoy, los socios del foro están debatiendo sobre los aspectos de más actualidad que afectan a la logística y a los retos que ésta se tiene que enfrentar en un mercado como el europeo, de 450 millones de personas. Intermodalidad, corredores mediterráneos y conectividad, gestión de datos y las crisis migratorias que se viven hoy en día son algunos de los temas que centran estos dos días de conferencias.
Retos logísticosSantiago García-Milà, presidente de la European Sea Ports Organisation (ESPO) y subdirector general de Estrategia y Comercial del Puerto de Barcelona, enumeró ayer, durante la inauguración del encuentro, algunos de los grandes retos a los que hay que hacer frente en estos momentos a nivel logístico, tendencias que han empezado ya a cambiar los flujos del comercio internacional, como son la aparición de los megaportacontenedores; los vaivenes en los precios de los productos energéticos y la aparición de combustibles alternativos; la complicada situación geopolítica; las barreras internas al comercio en Europa y las restricciones presupuestarias de los Estados a raíz de la crisis económica, entre otros aspectos.El F & L asegura estar "firmemente comprometido a mantener un ambiente justo y competitivo en el mundo del transporte", adhiriéndose "a todas las leyes aplicables que regulan a cargadores y transportistas en estos mercados". Esto incluye "las leyes antimonopolio que la Unión Europea, Estados Unidos y muchos otros países del mundo han adoptado para preservar el sistema de libre empresa, promover la competencia y proteger al público de prácticas monopolistas y otras prácticas comerciales restrictivas".