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Pastor fomenta la vena inaugural de Rajoy

Cuando en las próximas semanas se ponga fin a la legislatura, podremos decir sin rubor que España ha tenido en estos últimos cuatro años a la ministra más logística de su historia y, al mismo tiempo, al presidente del Gobierno menos logístico, dada su nulo acercamiento público a este sector. Eso sí, en las últimas semanas y en el ámbito de las competencias del Ministerio de Fomento, Mariano Rajoy está desatando su vena inaugural y ha presidido tantos actos como en todo el resto de la legislatura (el último ayer mismo en Granada), detalle que a nadie se le escapa y que responde, obviamente, a una estrategia de cara al próximo 20-D.

  • Última actualización
    28 septiembre 2018 17:27

La estrategia del Gobierno y del Partido Popular es conocida. Se ha asumido que el Ejecutivo en general y el presidente del Gobierno en particular ha estado en estos últimos años volcado en los logros económicos y con un perfil bajo que ha impedido que cale en la sociedad todas aquellas medidas que, a juicio del Gobierno, han sido muy positivas para el país.De esta forma, tras las elecciones autonómicas, los reveses sufridos por el PP y las últimas encuestas, que siguen siendo inquietantes para los populares, se ha iniciado una nueva campaña de cara a la opinión pública que pasa por decisiones tan variopintas como las últimas entrevistas en distintos medios concedidas por el propio presidente o la presencia el martes mismo de la vicepresidenta, Soraya Saenz de Santamaría, en el programa de televisión “El Hormiguero”, pasando por la fiebre inaugural de Rajoy en las últimas semanas, con presencia en tantos actos como en todo el resto de la legislatura.VenderLa propia ministra de Fomento, Ana Pastor, reconoció en un desayuno de trabajo a finales de julio, y no sin resignación, que el Ejecutivo pudiera estar herrando a la hora de saber vender sus logros.Lo dijo, también con incredulidad, alguien que ha tenido a lo largo de estos cuatro años una agenda pública extensísima e intensísima que la ha llevado a recorrer España y el mundo para dar a conocer los avances en el ámbito del transporte, la logística y las infraestructuras del Gobierno de España y sus empresas.No obstante, es obvio que el Gobierno ha querido dar una vuelta de tuerca a esta agenda pública y la propia Ana Pastor está contribuyendo a ello en el ámbito de sus competencias.Cinco actos relacionados con el ámbito de Fomento han contado en las últimas semanas con la presencia de Mariano Rajoy, la misma cifra que en todo el resto de la legislatura. El último ayer mismo, con la inauguración del último tramo en Granada de la autovía A-7. Pudiera pensarse que cerrar un ciclo implica acelerar en la consecución de los objetivos y que la concentración de la presencia de Rajoy en estos actos se debe a la coincidencia en el tiempo de la puesta en servicio de infraestructuras por el fin de la legislatura.No obstante, la visita a finales de agosto a las obras del AVE a Galicia, acto meramente promocional, o la inauguración del tramo Linares-Ibros de la A-32 y el acto de ayer mismo en Granada -lejos de la trascendencia de otras grandes carreteras habilitadas en esta legislatura, como la finalización de la A-8- evidencian la intención de dar visibilidad al presidente por encima de la importancia en sí misma de los actos.No es el caso de la inauguración del AVE a León o del Puente de la Constitución de 1812 en Cádiz, dos obras singulares a la altura de contar con la presencia del presidente del Gobierno, si bien no hay que olvidar la soledad de Pastor a lo largo de la legislatura en actos similares, a excepción de la inauguración de los AVEs, donde, por cierto, junto a Rajoy siempre había estado Felipe VI, en ambos casos como príncipe, ausente esta última vez en León. ¿Fue para no impedir que Rajoy brillara?