Algunos de los puntos fuertes que Lleida tiene para posicionarse como plataforma logística son su potente sector agroalimentario, que mueve un elevado volumen de mercancías, buena parte de ellas dedicadas a la exportación; una buena red viaria alrededor de la ciudad de Lleida; un aeropuerto; disponibilidad de suelo y la futura conectividad con el Corredor Mediterráneo, además de su ubicación entre el Mediterráneo y Zaragoza y en el cruce de este corredor con el del Ebro.Sin embargo, hay otros aspectos que deberían ser mejorados para que Lleida pueda desarrollar su potencial logístico. Así lo explicó la directora de Innovación, Transporte y Logística del Institut Cerdà, Marta Sánchez, para quien es necesario desarrollar una oferta de servicios intermodales y logísticos al servicio del territorio, así como mejorar las infraestructuras viarias y ferroviarias.El estudio elaborado por el Institut Cerdà plantea una hoja de ruta con diferentes actuaciones, algunas de ellas prioritarias, como la finalización de las obras de la autovía A-27, que permitiría un enlace directo con el Puerto de Tarragona, la conexión de esta autovía con la autopista AP-2 y la puesta en servicio de la autovía A-14 entre Lleida y el Aeropuerto de Alguaire, así como el desarrollo de la terminal intermodal del Pla de Vilanoveta y las adaptaciones de la línea ferroviaria Tarragona-Reus-Lleida.La idea de la Diputación de Lleida es convocar un encuentro en octubre con los diferentes sectores implicados para informarles sobre los resultados del estudio y empezar a trabajar en un plan de acciones que permita situar a la provincia de Lleida como destacada plataforma logística.En este reto, Lleida cuenta con el apoyo de Ferrmed, cuyo presidente, Joan Amorós, se mostró convencido de las virtudes de esta zona de Catalunya para la logística y, más en concreto, para ser hub logístico en la distribución de productos agroalimentarios del valle del Ebro.