Hay sobre la mesa ahora mismo tres patatas calientes y un trámite para que Fomento rubrique la legislatura. No son cuestiones de última hora. Son reformas que han estado sobre la mesa de forma recurrente en los últimos cuatro años y que si finalmente no se resuelven no será por falta de tiempo. Va a influir en su culminación o no la complejidad en sí misma de estas cuestiones pero también la voluntad política de finalmente dejar o no pasar el cáliz. Todo quedará resuelto en apenas unos días.1.- Reforma de la estibaEl próximo 11 de diciembre se cumplirá un año desde que el Tribunal de Justicia de Luxemburgo declarara contrario al derecho de la Unión el régimen de estiba en los puertos españoles.Tras el rechazo frontal de los sindicatos a la propuesta de reforma elaborada en un primer momento por el Organismo Público Puertos del Estado (OPPE), se inició un proceso de diálogo coordinado por el Ministerio de Fomento que ha estado caracterizado por su intermitencia, pese a que la ministra llegó a prometer reuniones semanales.Al menos, los contactos llevados a cabo sirvieron para que a finales de julio los sindicatos y la patronal ANESCO presentaran en una reunión conjunta a la Administración sendos documentos con sus propuestas de reforma, así como un tercer documento con aquellos aspectos en los que coinciden y en los que divergen.En dicha reunión Fomento volvió a comprometer el establecimiento de un calendario de reuniones y su remisión a comienzos de agosto. No obstante, según fuentes consultadas ayer por este Diario, los sindicatos y la patronal siguen ahora mismo a la espera de que la Administración establezca dicho calendario definido para llevar a cabo un proceso de negociación. Hasta ayer, al cierre de esta edición, aún no había sido remitido.Según las distintas fuentes del proceso a las que ha tenido acceso este Diario, patronal y sindicatos coinciden en los principios y valores que deberían presidir la reforma pero divergen de forma sustancial en algunos de los instrumentos básicos para materializarla.De igual forma sucede entre los sindicatos y la propia Administración, que tiene sobre la mesa el informe de la Abogacía del Estado que pone en tela de juicio alguna de las cuestiones básicas de la propuesta de reforma sindical, que además sería considerada harto insuficiente por parte de la Comisión Europea, de acuerdo con lo planteado por dichas fuentes.La Comisión ha venido urgiendo a España a que afronte el proceso sin demora pero, cuando apenas faltan siete semanas para el final de la legislatura, cada vez parece más claro que el Ministerio de Fomento ni quiere ni va a correr el riesgo de afrontar las consecuencias de la dura negociación que un proceso de este tipo exige.Todo parece indicar que la patata caliente pasará al Gobierno que salga de las próximas urnas.2.- Reforma de pesos y dimensiones máximas.La segunda patata caliente del Gobierno en materia de logística en las últimas semanas de legislatura es la reforma de los pesos y dimensiones máximas en el transporte de mercancías por carretera.Convertida por las empresas cargadoras y sus patronales de referencia en uno de las principales estandartes para dotar en España de mayor competitividad al transporte de mercancías por carretera, la reforma de pesos y dimensiones máximas alcanza ya la categoría de culebrón en el enésimo intento de la Dirección General de Tráfico (DGT), bajo la atenta mirada de Fomento, por concretar una iniciativa que es, además, uno de los objetivos prioritarios de la Estrategia Logística.Tras el debate liderado por Fomento durante toda la legislatura y el primer borrador de reforma de la DGT remitido en noviembre de 2014, Tráfico remitió un nuevo texto a las patronales el pasado mes de agosto dentro de una consulta pública para la presentación de alegaciones en un plazo de diez días.En dicho texto sigue excluida la ampliación a 44 toneladas de la masa máxima autorizada (MMA), pese a la fuerte presión de la industria y el sector de la gran distribución, y se mantiene la apuesta por los megacamiones de 25,25 metros, 60 toneladas de MMA y más de 6 ejes para trayectos de más de 150 kilómetros; por elevar la altura máxima a 4,5 metros para todos los vehículos adaptables y homologados; y por los vehículos articulados de 20,5 metros previa autorización.Asociaciones como CETM ya han manifestado su rechazo frontal y lamentado que no se haya dado tiempo al Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) a fijar posición, en cuyo pleno se analizará este tema pero ya fuera de plazo En todo caso, parece que la DGT ya ha pisado por fin el acelerador con la firme voluntad de aprobar la reforma en las próximas semanas. 3.- Nuevo socio industrial de Renfe MercancíasPor último hay que hablar del socio industrial de Renfe Mercancías. Ana Pastor lo ha repetido hasta la saciedad en los dos últimos años y con insistencia en el primer semestre de 2015. Es objetivo dar entrada en el capital de Renfe Mercancías a un socio industrial estratégico que aporte solidez, desarrollo internacional, conocimiento del mercado y estabilidad al operador ferroviario, que en todo caso seguiría siendo mayoritariamente de capital público.Tras el acuerdo estratégico de mayo de 2013 con DB Schenker para el tráfico internacional, se presuponía que la Deutsche Bahn había tomado ventaja y que se perfilaba como el socio elegido para esta apuesta estratégica.No obstante, a pocas semanas de que termine la legislatura la operación sigue formalmente sin concretarse hasta el punto de que el abanico de posibles candidatos se amplió notablemente en los últimos meses ante el deseo de que no hubiera preferencias y que se tramitara el proceso mediante un concurso público.Así, además de a la DB, se sondeó a los ferrocarriles franceses (SNCF), a los ferrocarriles rusos (RZD) y a inversores chinos, entre otros.El pasado mes de abril, el Consejo de Administración de Renfe Mercancías dio luz verde al concurso, que en principio se materializaría mediante una ampliación de capital que asumiría el nuevo socio, desembocando la operación en una participación final por parte de éste del 49%. La operación debe ser aprobada por el Consejo de Ministros, algo que todavía no se ha producidoNo hay que olvidar la complejidad operativa y financiera de Renfe Mercancías.La compañía prevé cerrar el ejercicio 2015 con unas pérdidas de 45,7 millones de euros, si bien en 2016 confía en reducirlas hasta los -10 millones.Desde enero y hasta el mes de mayo Renfe Mercancías había incrementado sus tráficos en 2015 un 2,8% con respecto al mismo periodo de 2014, si bien el tráfico intermodal estaba cayendo en conjunto por encima del 5%.