El programa BCN Zero Carbon, que se enmarca en la estrategia climática del Puerto de Barcelona y que se lleva a cabo en estrecha colaboración con los operadores portuarios -terminales, remolcadores, amarradores, prácticos, transporte terrestre y transporte ferroviario-, consta de tres fases básicas. La primera, la cuantificación de las emisiones de CO2 que se generan en todas y cada una de las actividades que se desarrollan en el puerto; la segunda, el diseño de acciones dirigidas a reducir dichas emisiones; y, finalmente, la compensación de las emisiones no eliminadas.Tal y como ha explicado a este Diario Jordi Vila, jefe de Medio Ambiente de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB), en la actualidad, el proyecto BCN Zero Carbon se está aplicando ya a tres tráficos del puerto catalán: contenedores, cruceros y vehículos. Y en un futuro se ampliará al resto de tráficos.En el caso de los contenedores, "ya se ha concluido la primera fase y se está trabajando en la reducción de las emisiones de CO2, con la idea de pasar a la tercera fase, la de compensación, antes de que acabe el año", avanza Jordi Vila.En cuanto al tráfico de vehículos nuevos, "se están cuantificando en estos momentos las emisiones asociadas a esta actividad y prevemos que podremos iniciar la fase de compensación el año que viene". En el caso de los cruceros, se está ultimando la primera fase y se espera concluir rápidamente la segunda para poder iniciar la compensación de emisiones antes de que concluya el presente ejercicio. RadiografíaEl proyecto BCN Zero Carbon nació con la intención de conocer las emisiones contaminantes del entorno portuario que proceden de cada uno de los tráficos. Por eso se está trabajando en cada uno de ellos de forma independiente. El fin último es "conseguir una huella de carbono cero", un reto para el que es necesario "cuantificar las emisiones, reducirlas y, las que no se pueden eliminar, compensarlas con programas de eficiencia y la reducción de emisiones contaminantes en otras zonas del planeta o en otras industrias", explica Jordi Vila."Todos los procesos van a estar validados por empresas externas fiables", añade el responsable de Medio Ambiente del Puerto de Barcelona, para garantizar tanto las reducciones de las emisiones de CO2 como el cumplimiento de las compensaciones.El hecho de que se implique a los diferentes operadores portuarios es clave ya que "la idea es que cada agente de la cadena se haga cargo de la compensación de sus propias emisiones", explica Jordi Vila, quien asegura que "se trata de un proyecto pionero en España y del que no tengo constancia que se esté llevando a cabo en ningún otro puerto del mundo. Al menos, en ninguno de los grandes", precisa el jefe de Medio Ambiente del enclave catalán.El transporte es intensivo en emisiones de CO2 y los puertos son actores clave para reducir la huella de carbono. Además, los clientes son cada vez más insistentes ante la necesidad de reducir en lo posible la huella de carbono de sus mercancías.Aunque todos los actores de la cadena logística son importantes a la hora de minimizar al máximo las emisiones en el transporte, en el caso de los puertos, y concretamente en el de Barcelona, las terminales portuarias son la clave para lograr el éxito en este ambicioso proyecto.Ello es así porque son las terminales portuarias donde se origina la mayor parte de las emisiones de CO2 en un puerto. Según cálculos de la Autoridad Portuaria de Barcelona, las terminales son el origen del 47,68% de las emisiones de CO2 del enclave, mientras que los barcos generan el 20,9% y los camiones un 18,61%."La clave está en las terminales -subraya Jordi Vila- porque son ellas quienes emiten la mayor parte del CO2 y porque, además, pueden alcanzar acuerdos con las navieras para llevar a cabo las compensaciones necesarias".El jefe de Medio Ambiente del Puerto de Barcelona tiene muy claro que implicar al cliente del puerto es básico para lograr el éxito en la reducción de emisiones contaminantes. "El cliente tiene que dar valor a las prácticas sostenibles medioambientalmente. Si lo logramos, todo irá rodado".Jordi Vila añade que, cada vez más, "los clientes industriales y de servicios tendrán que demostrar la trazabilidad de sus productos" por lo que "el poder decir que somos neutros en emisiones contaminantes tendrá mucho valor".Todo el proceso de inventario, reducción y compensación de emisiones contaminantes en el Puerto de Barcelona será certificado con la obtención de la ISO 14069. "Los operadores están muy receptivos porque para ellos será un elemento diferenciador, un valor añadido de cara a sus clientes", añade Vila.