Desde 2005, Kaleido Ideas & Logistics edita su informe anual de Logística, cuya última edición de 2014 analizó la logística desde el punto de vista del compromiso medioambiental. En base a la huella de carbono como herramienta de medición del desempeño ambiental, se muestran las diferentes posibilidades de reporting, así como las tendencias en cuanto a logística se refiere. La tendencia en el sector pasa por una clara apuesta por desarrollar la actividad logística en términos de sostenibilidad y eficiencia medioambiental, pero esto no puede seguir asumiendo continuos incrementos de costes. Ahí es donde la I+D+i juega un papel fundamental. El desarrollo de sistemas innovadores y sostenibles serán, pues, claves para definir la logística del futuro.
Desde hace muchos años las grandes compañías han incorporado a sus planes estratégicos apartados relacionados con el cambio climático o la sostenibilidad. Pero lo que se esconde detrás está mucho más relacionado con operaciones de marketing o de imagen "Green", que con una estrategia ambiental.Como sostiene el informe de Kaleido Ideas & Logistics, "actualmente estamos muy lejos de que el componente ambiental o de sostenibilidad pueda influir sobre la forma en que realizamos nuestros procesos logísticos". Las tendencias de futuro en cuanto a logística sostenible pasan por entornos colaborativos, cuestionarse los modelos de producción distribución existentes y buscar un índice de sostenibilidad logística.
Cambio climáticoLas emisiones per cápita de CO2 en China han crecido más de un 170% desde el año 2000, mientras que India es hoy en día el tercer emisor más grande de CO2 en todo el mundo. En mayo de 2014 la Agencia Europea de Medioambiente hacía público el informe anual de emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea 1990-2012. Uno de los resultados más significativos es el descenso de emisiones para el periodo 1990-2012 del 19,2% en el caso de la EU-28, que tan solo alcanza el 15,1 % si nos referimos a la EU-15. Los mismos datos referidos al año del informe, 2012 en este caso, muestran descensos del 1,3% para la EU-28 y del 0,8% para la EU-15.Con estos datos se confirma la tendencia decreciente de emisiones debidas al transporte terrestre, concretamente un 4%, que por quinto año consecutivo reduce sus emisiones tanto en el transporte de pasajeros como en el de mercancías.Lejos de ser una buena noticia, este descenso refleja únicamente la recesión económica de Italia, España y Grecia, donde el transporte de mercancías desciende un 16% en los dos primeros países y un 21% en el caso de Grecia.Si bien la tendencia 1990-2012 ha sido de continuo crecimiento de las emisiones ligadas al transporte, los últimos cinco años muestran una tendencia a la reducción lo que pone de manifiesto que tan solo se consiguen reducir las emisiones gracias a la crisis de algunos de los países que componen la Europa de los 15. De ser el caso, la legislación europea avanza cada vez más en la necesidad de medir, controlar y reducir las mismas. Por lo tanto, nos encontraremos con un futuro más exigente y restrictivo, para el que habrá que estar preparados.Por su parte, España aumenta un 20% sus emisiones fundamentalmente debido al transporte por carretera y al consumo eléctrico para la producción de calor en hogares y servicios. Ante esta situación adquieren especial importancia todas aquellas iniciativas encaminadas a la medición, control y reducción de emisiones asociadas al transporte. Por ello, Green Logistics pretende enfocar la logística teniendo más en cuenta aspectos relacionados con el cambio climático, la contaminación o aspectos humanos y socioeconómicos, además del coste del servicio.Las cifras publicadas por la Agencia Internacional de Energía (AIE), señalan que aproximadamente el sector del transporte a nivel internacional es responsable del 25% de las emisiones globales de CO2 y del 60% del consumo mundial de petróleo. La AIE también predice que el gasto en energía del sector Transportes podría crecer anualmente un 1,6%, poniendo de manifiesto la necesidad de una reforma en las políticas de protección medio ambiental.
Huella de carbonoLa huella de carbono describe la cantidad de emisiones causados directa o indirectamente por un individuo u organización en un periodo de tiempo determinado o un evento, producto o servicio a lo largo de la vida del mismo. Así es como define la huella de carbono Carbon Trust, una entidad pionera creada en 2001 por el Gobierno de Reino Unido con la misión de acelerar el movimiento hacia una economía sostenible de bajo carbono.La creciente preocupación social en materia de medio ambiente ha desembocado en el surgimiento de diversos indicadores ambientales de sostenibilidad en las últimas décadas, a través de los cuales se pretende cuantificar el impacto de las actividades humanas en la naturaleza.De entre todos ellos, la Huella de Carbono es el indicador que goza de mayor popularidad y reconocimiento general, ya que pone de manifiesto la relación directa entre las emisiones a la atmósfera de CO2 y otros gases de efecto invernadero (GEI), el calentamiento global y el cambio climático.Desde el punto de vista de las empresas la huella de carbono suele medirse en un año del calendario y agrupa las emisiones de gases GEI en 3 alcances:-Emisiones directas (alcance 1): emisiones de gases de efecto invernadero que provienen de fuentes que son propiedad o son controladas por la empresa.-Emisiones indirectas por consumo y distribución de energía (alcance 2): corresponden a las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al consumo de electricidad y/o vapor generados por terceros.-Emisiones indirectas (alcance 3): aquellas emisiones de gases de efecto invernadero que no son de propiedad ni están controladas por la empresa.La cada vez mayor conciencia sobre el cambio climático y el desarrollo de políticas y productos verdes, provocan la conciencia ecológica de las empresas. Esto, unido a la ausencia de protocolos institucionales para la medición del a huella de carbono, da lugar a una proliferación de herramientas para la medición de la Huella de Carbono por lo que dificulta la comparación de resultados.Mientras algunas empresas se rigen por las herramientas de medición más extendidas como Carbon Feel, basada en el método de cuentas contables (MC3), otras apuestan por la creación de herramientas propias. Abengoa, en 2012, calculó la huella de carbono de 30 productos y servicios para lo que utilizó como referente el sistema de gestión de gases de efecto invernadero de su propio Sistema Integrado de Gestión de la Sostenibilidad (SIGS).En logística, un sector maduro en la medición de la Huella de Carbono, las empresas desarrollan sus propias herramientas para la medición. DHL, OCCL Logistics o Damco son algunas de las empresas que cuentan con sus propias metodologías.Ante la utilización de diferentes metodologías y herramientas, así como distintas bases de datos, para el cálculo de la huella de carbono, investigadores financiados con fondos comunitarios están desarrollando una metodología y un marco para calcular de forma precisa las emisiones de carbono de las cadenas de suministro.
En todas las fasesDeterminar el rastro contaminante que se produce a lo largo del tránsito de los productos por una cadena de suministro desde su origen hasta el consumidor final es fundamental para alcanzar una economía sostenible. En el sector de la logística y el transporte, el control de las emisiones contaminantes y la búsqueda de una mayor eficiencia se puede establecer en todas las fases, desde el envasado de los productos hasta la logística inversa.En la fabricación de los productos, se lleva a cabo la medición de la energía que se utiliza en cada paso del proceso industrial para poder establecer medidas de ahorro. En cuanto al almacenaje y diseño de los procesos logísticos, se tienen en cuenta el consumo energético, la utilización de equipos poco contaminantes y los movimientos en los almacenes buscando la optimización.En el caso del transporte de mercancías, se están dando importantes pasos hacia la eficiencia energética mediante la introducción de equipos más modernos y menos contaminantes, nuevas combinaciones vehiculares que permiten aumentar la cantidad de toneladas transportadas por viaje, y la utilización de las tecnologías de la información para lograr ahorros en el consumo.Es en la logística inversa donde la gestión medioambiental encuentra su razón de ser, evitando la circulación indebida o incontrolada de excedentes y residuos y gestionando adecuadamente la cadena de suministros del traslado de materiales desde el consumidor hacia el fabricante para su reutilización o reciclado.