El Puerto de Barcelona ostentaba el 20% del accionariado de CPL, estando el 80% restante en manos de Saba, que ahora pasa a controlar la totalidad de la entidad.
Este movimiento ha supuesto al Puerto de Barcelona incrementar su participación en Cilsa, sociedad que gestiona la ZAL de Barcelona y en la que CPL controlaba hasta ahora un 44%, un porcentaje que ahora se ha visto reducido a un 32%, controlado totalmente por Saba, a la vez que la APB incrementa su participación del 51% al 63%. Elotro 5% de Cilsa sigue en manos de SEPES.
La operación se ha saldado con una reducción del capital social de CPL de 21,6 millones de euros, dejando los fondos propios de la sociedad en 68,8 millones.