Carlos Pulido, director general de Operinter Barcelona, ha explicado a este Diario que la certificación como OEA de esta delegación permitirá "aligerar los trámites para el movimiento de mercancías en nuestro almacén, a fin de poder dar un mejor servicio a nuestros clientes".Las principales oficinas de Operinter ya cuentan con esta certificación, lo que permite al grupo unir sinergias entre ellas para agilizar todos los procedimientos aduaneros de sus clientes, reduciendo el número de controles físicos y documentales de sus mercancías y permitiendo la elección del lugar de inspección de las mismas.La obtención de la certificación como OEA de Operinter Barcelona se enmarca en la estrategia global del grupo de desarrollar sus servicios en función de las exigencias de sus clientes, garantizando la calidad y excelencia en los servicios que ofrecen, así como eficiencia y celeridad.Ahora, una vez obtenida la certificación OEA, "tenemos que seguir trabajando en los sistemas y procedimientos que conlleva ésta, ya que la exigencia es grande", añade Carlos Pulido.La certificación como OEA, que se ha convertido en una herramienta básica para operar en el comercio internacional, convierte a la empresa en operador de confianza no solo de la Aduana española, sino de todas las europeas y de las grandes potencias económicas internacionales con quienes la UE ha firmado acuerdos.
Visita de IkeaUna muestra de la apuesta que Operinter hace por ajustarse a las exigencias del cliente y fomentar la proximidad con él fue la visita que realizaron a las instalaciones de Operinter Barcelona responsables de la logística de la firma sueca Ikea, con quien Operinter trabaja desde el año 2004, cuando el grupo logístico abrió la delegación de Barcelona.Esta visita a Operinter Barcelona, que tuvo lugar el martes, se organizó con el fin de que los responsables de logística y operaciones de Ikea conocieran in situ las instalaciones de Operinter Barcelona, así como las de Barcelona Europe South Terminal (BEST), la terminal de contenedores del grupo Hutchison en el Puerto de Barcelona.