El Plan Phoenix tiene un importante componente logístico ya que no solo incluye la construcción de una nueva terminal para la exportación de mercancías en el Puerto de Barcelona, sino que abarca también mejoras en el sistema de transporte ferroviario y por carretera de los productos generados por ICL en sus instalaciones de la Catalunya central.ICL Iberia se ha comprometido a modernizar su red ferroviaria para incrementar el movimiento de las sales y las potasas procedentes de las minas de Súria y Sallent aunque a cambio piden que el Estado se comprometa a concluir, de una vez las obras del Corredor Mediterráneo. "Este país no puede esperar más para tener una infraestructura ferroviaria capaz de enviar mercancías a Europa de forma eficiente", reclamó el viernes José Antonio Martínez Álamo.El presidente de ICL Europa e ICL Iberia añadió que "tenemos tres anchos ferroviarios distintos y eso es un problema, no tenemos una conexión buena con Europa", lo que no facilita el despegue del ferrocarril para el movimiento de mercancías.En un plazo de entre tres y cuatro años, ICL Iberia prevé alcanzar una producción de cinco millones de toneladas de producto, "una masa crítica suficiente para el transporte ferroviario", añadió el presidente de la compañía. Desde ICL hablan de mover más de 200 vagones diarios de mercancías, aunque "más allá de 2025 hablaríamos de cifras muy superiores que requerirán de otras soluciones ferroviarias".A partir de 2016, la empresa producirá anualmente 1,5 millones de toneladas de sal vacuum de la máxima pureza, un volumen que ya está comprometido en los mercados internacionales gracias a la joint-venture firmada con Akzo Nobel, recordó Martínez Álamo. "No podemos esperar más a tener las infraestructuras para transportar a Europa estos productos deforma eficiente, con vagones de más capacidad y mejores conexiones".El presidente de ICL avanzó, también, que además del interesante proyecto que están desarrollando en el Puerto de Barcelona, también tienen planes para exportar a través del Puerto de Tarragona.
La terminal portuariaICL aprobó las dos primeras fases del Plan Phoenix, que suponen unas inversiones de 520 millones de euros, el pasado mes de noviembre. Estas dos primeras fases incluyen la construcción de una nueva terminal en el Puerto de Barcelona a la que se destinarán más de 60 millones de euros.La terminal, que estará ubicada en el muelle Álvarez de la Campa, estará operativa entre finales de este año y principios del próximo. La infraestructura tendrá una superficie total de unos 70.000 metros cuadrados y permitirá la operativa de dos buques simultáneos de hasta 60.000 toneladas.En su nueva terminal del Puerto de Barcelona, ICL Iberia prevé mover entre cuatro y siete millones de toneladas de productos anualmente, según explicó el viernes José Antonio Martínez Álamo.Pero las primeras fases del Plan Phoenix no solo suponen la construcción de esta terminal. También incluyen obras como una segunda planta de sal vacuum, una nueva planta para producir potasa granular, así como todo el desarrollo logístico que requieren estas instalaciones.ICL anunció la construcción de su nueva terminal en el Puerto de Barcelona en diciembre de 2013 pero los planes quedaron paralizados en verano de 2014, a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo que obligaba a la compañía a presentar un plan de restauración para el espacio ocupado por una montaña de sal en Sallent (Barcelona), originada por la actividad de extracción de potasa de la compañía minera, problema que ICL solucionará con sus nuevos proyectos, según su presidente.