Así los melocotones de Grecia se exportan a los Emiratos Árabes Unidos; las peras de Holanda tienen en China sus compradores y las de Bélgica van a Canadá. Egipto, India, Singapur y Brasil se han desarrollado como nuevos mercados muy interesantes para los productores europeos.Todo ello ha contribuido con que las exportaciones europeas de productos frescos a terceros países aumente en un 1%, en lo que a cantidad se refiere, a pesar del embargo, como muestra una análisis de la Federación Europea Freshfel para los años 2013 y 2014 (de agosto a noviembre, respectivamente). Por otro lado, el valor de las exportaciones se ha visto reducido en un 15%.
Bajada de precios
El apoyo a los productores europeos, según Más Pons, ha sido, entre otros, acelerar los procesos de permiso para exportar manzanas a ocho países, entre ellos a EE.UU. Se han firmado tratados de libre comercio, por ejemplo, con Canadá y Singapur. Además, los Estados miembros que en los últimos años han exportado en gran medida a Rusia, gozan de programas especiales de apoyo desde septiembre de 2014. A finales del pasado año, los Estados miembros recibieron unos 52 millones de euros para la retirada de más de 230.000 toneladas de los productos frescos más afectados (coliflor, pepinos, setas, champiñones, manzanas, peras, ciruelas, frutas del bosque, uvas, kiwis, naranjas, clementinas y mandarinas). Los que más han solicitado ayudas han sido Polonia, seguida de España y Italia.Debido a la continua difícil situación del mercado, las medidas se ampliaron hasta el 30 de junio de 2015, con un volumen adicional de 320.000 toneladas y la inclusión de los limones. Para Alemania, eso significa para el período de 1 enero a 30 junio de 2015 que sean posibles retiradas un total de 3.450 toneladas de manzanas y peras. En este caso, sin embargo, está permitida sólo la distribución gratuita de alimentos a ciertas instituciones sociales. Se excluye cualquier aprovechamiento por ejemplo en las plantas de biogás o de compostaje.Leandro Más Pons estima que las bajadas de los precios de frutas y hortalizas en Europa, de las que son responsables, además del embargo, las altas cosechas, ascienden a un promedio del 10%. Sin embargo, la evolución de los últimos meses debe ser vista como una oportunidad. "Es bueno que se haya logrado abrir nuevos mercados. Ahora tenemos que hacer todo lo posible para estabilizarlos", opina el representante de la UE.