A pesar de que la inauguración oficial de la zona intermodal de CTVi en Júndiz, en Vitoria-Gasteiz, se había producido tres años antes, no fue hasta mayo de 2010 cuando Ros Casares, que se hizo en 2007 con la propiedad y la gestión de uno de los tres apartaderos ferroviarios con los que cuenta el centro alavés, inició los tráficos intermodales con su primera operativa de transporte de bobinas de acero procedentes del Puerto de Bilbao.Así, entre mayo y diciembre de 2010 se contabilizaron 15 circulaciones ferroviarias entre el Puerto de Bilbao y CTVi a cargo de Renfe Operadora, en las que se transportaron un total de 777 bobinas con un peso conjunto de 12.000 toneladas. Las bobinas son descargadas en el apartadero de Ros Casares y transportadas en camión en circuito cerrado a su factoría de Júndiz.Bilbao y SaguntoEn 2011 se contabilizaron 28 tráficos con un total de 1.942 bobinas y 18.230 toneladas transbordadas, procedentes mayoritariamente del Puerto de Bilbao a cargo de Renfe Operadora, y en menor medida del Puerto de Sagunto (Renfe) y de la terminal de Seixal del Puerto de Lisboa, a cargo de Transfesa.Por su parte, el pasado año el tráfico intermodal experimentó un salto cuantitativo importante al sumar 41 tráficos ferroviarios de siderúrgicos y bobinas con un total de 29.816 toneladas (1.910 bobinas), de los que cinco tenían su origen en el Puerto de Bilbao y 36 en el de Sagunto, en ambos casos a cargo de Renfe Operadora.DisponibilidadEn opinión del gerente de CTVi, Alfredo Maillo, estos datos muestran una positiva evolución de los tráficos intermodales y ponen de relieve que “la intermodalidad funciona y es una opción eficaz y rentable económicamente”. Actualmente, CTVi cuenta en su zona intermodal con dos apartaderos ferroviarios libres con 47.000 y 38.000 metros cuadrados cada uno, mientras que tiene disponibles 30.000 metros cuadrados de suelo logístico repartidos en cuatro parcelas, así como un total de 25.000 metros cuadrados de naves logísticas de diferente tipología libres para arrendamiento.