Ayer miércoles la Intermodal prosiguió con su dinámica de stands a rebosar, pasillos repletos y plena actividad entre un panel de expositores envidiable, con la presencia de las cinco compañías marítimas más importantes del mundo, de casi 40 puertos procedentes de cuatro continentes, de las aerolíneas de carga de referencia en los tráficos internacionales este-oeste y de una decena de los operadores logísticos globales más destacados.Todo ello con el telón de fondo de un continente que camina inmerso en una dinámica muy alejada de la coyuntura europea y que tiene a Brasil, sede de la Intermodal, a su principal exponente.Un Brasil orgulloso de su feria e implicado en su desarrollo logístico, porque si algo está poniendo en evidencia esta 19 edición de la Intermodal es que sin logística no hay crecimiento, sin logística todo desarrollo es vacuo, insostenible, como un castillo de naipes."No es fácil". Ya lo señaló en la inauguración Mario Lima, secretario ejecutivo de la Secretaría Especial de Puertos de la Presidencia de la República de Brasil: "El camino para mover los millones de toneladas a los que nos lleva nuestro desarrollo no es sencillo. Ya conocen los planes de inversión, pero es una empresa muy ambiciosa que plantea enormes retos", señaló.Retos como los puertos, sobre cuya situación Pedro Brito, director general de la Agencia Nacional de Transportes Aquaviarios, alertó. "No podemos tolerar los problemas de eficacia que siguen teniendo los puertos brasileños. Hay que solucionar este problema y si para ello hay que vencer el gran mal de la burocracia, debemos también afrontarlo"."Tenemos ineficiencias operacionales, tenemos retos legislativos, tenemos complicaciones en los accesos y estamos convirtiendo los camiones y las calles en almacenes, fruto de unos colapsos que no podemos permitir", dijo Brito.Pero no sólo hablamos de puertos. Brasil tiene importantes inversiones pendientes en esta área, pero también en el campo ferroviario y aeroportuario. En el primer caso, tal y como destacó Rodrigo Vilaca, presidente de la Asociación Nacional de Operadores Ferroviarios, "el objetivo es muy ambicioso: lograr antes de 2020 que el 35% de las mercancías transiten en Brasil por tren".Para ello hacen falta miles de millones de reales que, como dijo Vilaca, no pueden salir sólo del ámbito público. "Necesitamos un gran esfuerzo inversor y la iniciativa privada tiene que apoyar, si no al final no vamos a poder responder y fracasaremos", señaló.Todo se resume en la frase de Marcelo Perrupato, secretario de Política Nacional de Transportes de Brasil, quien señaló que el sector privado tiene que dejar de pensar "qué puede hacer Brasil por él" y comenzar a actuar bajo el principio de "qué puede hacer él por Brasil".El reto, igual que en España, es definir esos modelos idóneos de colaboración público-privada, importantes para la logística en América, esencial para consolidar su despegue económico.