Esta fue una de las conclusiones más interesantes de una jornada sobre el Corredor Mediterráneo celebrada ayer, organizada por Mapfre en el marco del certamen Forinvest, que esta semana se desarrolla en Valencia.Durante la inauguración de la jornada, Isabel Bonig, consellera de Infraestructuras, recordó que el Corredor Mediterráneo, y el tercer carril en su primera fase, va a ayudar en el gran objetivo que es crear una macrorregión altamente competitiva en el sur de Europa.Según Bonig, una vez ejecutada la infraestructura "tenemos que ser capaces de concentrar carga para llenar los trenes; es necesario que hagamos una logística más intermodal, eficaz y eficiente".En este misma línea, el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael Aznar, aseguró que conseguir que el tercer carril esté operativo en 2015 es importante para "mantener el carácter interoceánico y la competitividad" del Puerto de Valencia.Para Aznar "es necesario mirar a Europa y coordinar con ella una política de infraestructuras, sin olvidar que debemos seguir exigiendo la ejecución del Corredor Mediterráneo en su totalidad".El presidente de la APV también se mostró preocupado por la rentabilidad. "Las infraestructuras no son nada si no son útiles -aseguró- y hay que pensar ya en cómo sacar el máximo rendimiento. No podemos esperar a 2030, soy partidario de comenzar ya a gestionar el corredor con criterio de empresa privada, sacando a concurso su explotación, por ejemplo".
RealismoTambién en la sesión inaugural, el presidente de la Fundación proAVE, Federico Félix, reivindicó la validez del tercer carril, "un proyecto realista, ajustado a la situación actual y que nos va a permitir estar en Europa en tiempo y forma".El "proyecto del tercer hilo es un proyecto con criterio porque es lo que se puede hacer, y no- sotros apostamos por el realismo", concluyó.
Repercusiones económicasCésar Camisón, catedrático de Economía, abordó en su intervención las repercusiones económicas de la implantación del Corredor Mediterráneo. No obstante, el catedrático se cuestionó: "¿seremos capaces de extraer todo el potencial que tiene?, ¿existen riesgos de que la Comunidad Valenciana se quede como espectadora viendo pasar el tren". Para Camisón, los efectos positivos del Corredor no serán automáticos y habrá que trabajar para que vayan cristalizando. "No hay que perder de vista -matizó el Catedrático- que existe una competencia emergente que puede ser muy perjudicial para nosotros, como es el caso de los países del este de Europa o el Magreb".