Aznar centró su intervención en las dos visiones que se han de tener en cuenta en relación con el Corredor: la europea y la mundial. Desde la visión europea, el Corredor es una verdad económica que mejoraría la competitividad, pero siempre teniendo en cuenta el impacto medioambiental y el buen funcionamiento del proyecto. Desde la visión mundial, tiene importancia por el desarrollo del transporte marítimo . Para Aznar, es necesario preservar la conectividad de los mercados. Lo más importante es determinar que la infraestructura sirva para algo y para ello hay que tener en cuenta la gestión y la comercialización.