Es esta experiencia precisamente, unida a una calidad contrastada, la que el equipo profesional de J. Gibert pone en valor en el día a día de la empresa y en todos los servicios que oferta. Dentro de su amplio catálogo, destacan la gestión de transporte marítimo, que supone aproximadamente un 80% de su negocio, transporte aéreo, transporte terrestre, agencia de aduanas, servicios puerta a puerta, almacenaje, distribución y asesoría en comercio internacional, atendidos por un equipo que cuenta con 15 profesionales en plantilla. Tradición y modernidad se aúnan, por tanto, en una empresa que puede presumir de haber obtenido el título IATA de carga aérea en el año 1975 y que también dispone del certificado de Calidad ISO 9001 o el de Operador Económico Autorizado, como elemento de confianza ante la administración aduanera dentro de la cadena logística. Nuevos horizontesLa instalación de la empresa en su nueva ubicación va a permitir, según García-Ibáñez, "potenciar algunos de nuestros tráficos más consolidados como pueden ser los de exportación a Estados Unidos o los de importación desde la zona de Extremo Oriente". "Por otra parte -añade el managing director de J. Gibert- también podremos dedicar más esfuerzos a nuevos mercados como es el caso de Latinoamérica, o bien a nuevas líneas de negocio especializadas como podría ser el sector alimentario". La internacionalización de la compañía es la última de las acciones estratégicas emprendidas por el equipo directivo. Fruto de todo ello se ha afianzado el papel de J.Gibert en la red a la que pertenece, denominada GAA (Global Affinity Alliannce), encuadrada en la órbita de la gigantesca World Cargo Alliance (WCA).