Puestos en contacto en Diario del Puerto con algunos de los expertos más relevantes en materia aduanera del sector transitario, el sentir generalizado en estos momentos es de "honda preocupación".Más de un año después del "terremoto CAU" y de su entrada en vigor, el sismógrafo aduanero sigue registrando el vaivén constante de un sector inestable que no atisba la luz al final de un túnel que se antoja interminable.Tal y como se pondrá de manifiesto en la jornada del viernes del Congreso FETEIA, la interpretación y aplicación del CAU sigue generando "enorme inquietud"."Sabíamos que iba a ser un proceso largo y complicado, pero no esperábamos encontrarnos con los problemas a los que nos enfrentamos", aseguran fuentes de FETEIA, en permanente contacto con la Administración aduanera y con capacidad para apenas paliar mínimamente lo efectos del proceso.La lentitud sigue siendo exasperante en el tema de la renovación de las autorizaciones, las interpretaciones de los distintos supuestos están siendo "muy rígidas", la constitución de los avales para la representación directa sigue bloqueada... En definitiva, los grandes males detectados al inicio de la implantación del CAU siguen más de un año después sin resolverse.GarantíasSin duda, el tema de las garantías es uno de los asuntos más graves y que más daño está haciendo al colectivo transitario. Desde el primer momento, el Departamento de Aduanas interpretó que el nuevo CAU no permitía la constitución de avales para la representación directa, dejando sin efecto esta posibilidad ampliamente utilizada en España y sólo permitiendo que siguieran en vigor las garantías ya constituidas, pero impidiendo la formalización de nuevas garantías o su ampliación.Más de un año después el problema sigue sin resolverse. Aduanas no deja constituir los avales para la representación directa y lo único que se ha conseguido es que la Administración Tributaria se avenga a negociar una reforma legislativa que regule legalmente esta cuestión.Desde el mundo transitario se ha venido rechazando en infinidad de ocasiones esta interpretación por el mero hecho de que la redacción de este aspecto legislativo no se vio alterada en el CAU, por lo cual no procedía ni una nueva interpretación ni la actual prohibición.En todo caso, se ha aceptado la propuesta de Aduanas de contemplar esta cuestión por la vía de la citada reforma legislativa, en concreto reformando la Ley General Tributaria.Ahora bien, habiéndose iniciado ya la fase de redacción de borradores de la reforma, desde el mundo transitario se recuerda que la autorización para la constitución de avales en la representación directa debe llevar aparejadas unas condiciones y exigencias justas y equitativas, sin caer en excesos ni multiplicar el riesgo empresarial.
AutorizacionesCon respecto al CAU, permanece igualmente inalterable el tema de los retrasos en la renovación de las autorizaciones. Según fuentes de FETEIA, de los hasta 6 meses de retraso con los que se llegó a obtener la renovación de las autorizaciones al comienzo de la entrada en vigor del CAU, se ha pasado ahora a una media de tres meses, gracias a que el visado dejó de hacerlo únicamente el Departamento de Aduanas y se repartió el trabajo con las Dependencias Regionales de Aduanas.Con todo, se sigue considerando difícilmente asumible un plazo de renovación tan prolongado. El hecho de que determinadas empresas estén operando con, por ejemplo, garantías cedidas por colegas para poder emitir tránsitos, desvela hasta qué punto la situación es grave y requiere de solidaridad e ingenio para solventar la papeleta.A buen seguro que esta cuestión de las autorizaciones volverá a estar sobre la mesa en el Congreso FETEIA, pero también otros proyectos de hondo calado que estaban llamados a generar competitividad y que, de momento, sólo generan desasosiego.
Despacho centralizadoTal es el caso del Despacho Centralizado a nivel nacional, que desde FETEIA se considera que está suponiendo "un fracaso"."El Despacho Centralizado está poniendo en riesgo los tráficos de muchos clientes y los operadores están optando por abandonarlo y volver a despachar aduana por aduana", aseguran dichas fuentes.La clave está en la falta de agilidad y en los problemas de comunicación entre las aduanas. "Cuando una mercancía sale en circuito rojo no hay agilidad a la hora de transferir las órdenes entre la aduana donde se despacha y la aduana donde está ubicada la mercancía. La información no fluye, no hay una buena comunicación y los retrasos se multiplican y los tráficos se pierden por culpa de esta ineficiencia".¿Qué vamos a hacer cuando llegue el Despacho Centralizado a nivel europeo que propugna el CAU?, se pregunta FETEIA, que quiere igualmente en el Congreso alertar de esta realidad a las autoridades aduaneras.VUAEl miedo a estos problemas de comunicación también se encuentra a la hora de afrontar la Ventanilla Única Aduanera (VUA).Para sorpresa del colectivo transitario y de representantes aduaneros, el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales anunció a primeros de septiembre la entrada en servicio en todas las aduanas y en todos los tipos de tráfico de la nueva Ventanilla Única Aduanera.A través de una nota informativa, Aduanas ha dado por concluidas las pruebas piloto, los periodos de adaptación y los ámbitos restringidos para proceder a la entrada en servicio en España de forma plena de la VUA.La Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas incluyó en su día una medida para la implantación en España de una Ventanilla Única Aduanera que permitiera, entre otras cuestiones, centralizar la información y la documentación remitida por los operadores económicos a las distintas autoridades relacionadas con el comercio exterior, evitando duplicidades y facilitando la tramitación administrativa; así como posibilitar un posicionamiento único de la mercancía para su reconocimiento por todos aquellos servicios que exijan una inspección física, incluyendo a los Servicios de Inspección Fronteriza (SIF).La VUA arrancó en enero de 2016 con un proyecto piloto para comprobar en un entorno real el correcto funcionamiento del sistema, con el tráfico marítimo de contenedores como protagonista.Se eligió como protagonistas del piloto a las aduanas marítimas de los puertos de Vigo, Barcelona, Bilbao y Tenerife, participando únicamente una serie de operadores concretos que solicitaron formar parte de las pruebas. Posteriormente se amplió el piloto a otras aduanas y operadores para seguir testando la VUA.Ahora, Aduanas ha anunciado formalmente que el proyecto de VUA ya está plenamente operativo para todo tipo de tráficos, mercancías y aduanas, entre ellos los tráficos marítimos, pero también, por ejemplo, según confirmaron a Diario del Puerto fuentes de la AEAT, los tráficos aéreos.Desde el Departamento de Aduanas e Impuestos especiales se insiste en que la VUA se ha definido de forma abierta, de tal manera que el operador puede elegir en qué momento le interesa entrar en el proceso, "aunque es importante incidir en que, para asegurar la coordinación de todos los servicios implicados en un posible reconocimiento físico de la mercancía, lo ideal es la remisión de la información al sistema lo antes posible", recuerda Aduanas.Las reservas del colectivo transitario ante este anuncio son enormes pues más allá de la entrada en vigor desde un punto de vista formal no se considera a las aduanas preparadas para esta cuestión ni mucho menos en el ámbito aéreo, existiendo enormes reservas, así como la necesidad de definir y ajustar procedimientos operativos, con dudas que también se esperan resolver en el Congreso de FETEIA.A todo esto hay que unir la falta de medios en las Aduanas y, sobre todo, la permanente modificación de los servicios que se prestan, a menudo a peor, con menos flexibilidad de horarios y personal, lo que se convierte en otra nueva trampa en el día a día de los operadores.Con este telón de fondo no es de extrañar que las aduanas vuelvan a ser el eje del Congreso FETEIA.