A este respecto, se puso de manifiesto la necesidad de poner en valor la logística tras un periodo en el que la exigencia de ser competitivos en costes ha obligado a recortes.Según Jordi Torras, jefe de Transporte y Operaciones de Nestlé España, “uno de los grandes retos es saber si vamos a ser capaces en los próximos años de valorizar la logística. El ejemplo más claro lo tenemos en el ámbito del e-commerce. Durante los años de la crisis hemos venido subvencionando la logística en aras a sobrevivir, pero ahora nos toca ponerla en valor y poner de manifiesto que su valor añadido es clave y que es necesario”.En esta preocupación sobre costes y precios coincidió Victoriano García, customer logistics de Bonduelle, quien alertó del entorno low cost que envuelve ya a toda la economía, con consumidores cada vez menos fieles y con una cadena logística cada vez más “tensa”, donde se hace “tremendamente complicada la previsión de la demanda” por lo que resulta imprescindible “una colaboración que sigue siendo muy complicada”.En esta línea, María Sagrada Pérez, tax & compliance specialist de Olympic Broadcasting, defendió que “es necesario que hagamos ver al cliente que no todo es tan fácil”, que por ejemplo el comercio electrónico tiene detrás una complejidad logística enorme que es necesario poner en valor para que vea hasta qué punto se puede exigir y hasta qué punto se debe apreciar en su justa medida todo lo que se consigue.CrisisCon respecto a la salida de la crisis y a su superación, los participantes en los Debates ICIL 2017 fueron bastante escépticos al asegurar que la crisis ha venido para quedarse tanto en cuanto la realidad previa ya no regresará y lo que tenemos ahora es un entorno transformado, un cambio de coyuntura económica al que hay que adaptarse, una realidad distinta que a su vez sigue cambiando rápidamente por lo que la adaptación debe ser constante.