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Gen Air y su compromiso con “salir de la burbuja personal”

  • Última actualización
    17 diciembre 2024 12:20

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Gen Air, agente general de ventas de carga (GSA), es una de las compañías pioneras de la carga aérea en España. Su director comercial, Nacho Ruiz, explica que son referentes en el transporte de mercancías y su política la Responsabilidad Social Corporativa es una obligación. “Realizamos numerosas actividades al año relacionadas con voluntariados. Este año estamos participando con Banco de Alimentos, Cáritas y la fundación Ningún Niño Sin Sonrisa”.

Los empleados de Gen Air consideran que la participación activa en las labores de RSC es fundamental para generar confianza y vínculo entre los integrantes de la compañía y “Gen Air ofrece al personal que una vez al mes pueda hacer uso de su horario laboral para destinarlo a iniciativas solidarias”, concreta Ruiz.

Diario del Puerto Publicaciones escucha a tres empleados de Gen Air que cuentan su experiencia en el Banco de Alimentos de Madrid y de Barcelona.

“Me sorprendió lo bien organizado y configurado que lo tienen todo”, explica Javier Hernández, gerente de Producto para Avianca Cargo, que inició su andadura en el voluntariado con el Banco de Alimentos a principios de este año. Desde primera hora de la mañana se ponen manos a la obra; trabajo no les falta, pero voluntarios tampoco. El organigrama de la entidad gira en torno a diez personas asalariadas, siendo el grueso de los integrantes meros voluntarios, unos van lunes y miércoles y otros martes y jueves, pero todos ellos con el objetivo común de poner su granito de arena para habitar en un mundo mejor.

$!Albert Marquès, director de Producto para United Cargo, en el Banco de Alimentos de Barcelona.

“Nos enseñaron el almacén, cómo estaba todo ordenado y su funcionamiento”. En el caso de Javier, se encargó de la labor de clasificación: “Ellos reciben unos albaranes e identifican los datos y los envíos. Nos explicaron que trabajan con organizaciones que están auditadas por ellos para comprobar que cumplen ciertos parámetros, lo cual nos aseguraba que todo era lícito”. Así, Javier se dedicó, con el resto de los compañeros, a construir palés para que, a la mañana siguiente, furgonetas y camiones pudieran llevarlo a reparto.

En el caso de Madrid, Blanco de Alimentos dispone de cuatro almacenes repartidos por la comunidad para atender las necesidades de la forma más específica posible. Cuenta Hernández que durante su jornada demandaban lácteos, legumbres y comida no perecedera en general. “Nos comentaron que a veces han tenido que rechazar donaciones porque tienen los almacenes llenos, lo que nos causó una grata sorpresa”. Javier describe su experiencia como un acto muy gratificante que invita a la reflexión: “Damos por hecho que, por vivir donde vivimos, las necesidades básicas las tenemos cubiertas por castigo, no nos paramos a pensar en ello. Cuando visitas estos sitios eres consciente que hay muchísimas familias que no cuentan con lo que para nosotros es básico”. En este sentido, el gerente de Producto sugiere “salir de la burbuja en la que nos encontramos, dando por hecho que todo el mundo tiene los mismos privilegios que tú”. Y ejemplo de ello ha quedado retratado con la DANA en Valencia: “Gen Air colaboró con el centro de Carga Aérea de Barajas, BSD, y recibieron un listado de las necesidades de Valencia, destacando el material de higiene y de trabajo, como la demanda de palas. Lo recopilamos todo y fuimos a entregarlo. También nos pasaron un número de cuenta para colaborar económicamente”.

Otra cita especial destacada por Hernández en estas fechas es “La Gran Recogida”, en la que Banco de Alimentos se coloca en la puerta de los supermercados y acepta los alimentos de quienes buenamente puedan y quieran. El objetivo este año, según señala el Banco de Alimentos, ha sido destinar hasta un 50% de lo recaudado a ayudar a los afectados por la DANA y seguir atendiendo a 125.000 personas vulnerables de la Comunidad de Madrid.

$!Marina Bottino, subdirectora de Aerocargo, en el Banco de Alimentos de Barcelona.

Barcelona

Albert Marquès, director de Producto para United Cargo, y Marina Marina Bottino, subdirectora de Aerocargo, forman parte de la delegación de Barcelona de Gen Air y han sido voluntarios en la Zona Franca, un espacio antiguamente dedicado a la enseñanza y que ahora se utiliza para fines solidarios, donde se encuentra también el Banco de Alimentos.

“Nos ubicaron en la sección de Voluntariado Fijo. A los voluntarios le asignan un supervisor y quedamos a sus órdenes para realizar distintas tareas, como la labor de paletizar y preparación previa al destino, que suelen ser organizaciones cívicas y religiosas o comedores sociales, o encargarnos del reetiquetado de productos para los productos que no pueden ser vendidos, pero sí aptos para el consumo. No se puede entregar comida sin su etiquetado correspondiente”.

Ambos afirman que, desde su experiencia, “hay mucha gente necesitada a la que le es imposible llegar a fin de mes” y coinciden en que “es necesario salir de la burbuja personal”.