bARCELONA. Tras el anuncio del cierre de la planta de Nissan en 2020, las administraciones públicas se enfrentaban al reto de encontrar una solución para reindustralizar el espacio. Cinco años después, Ebro, con la colaboración tecnológica de la compañía china Chery, ya está fabricando vehículos en una parte de estos terrenos y ayer se presentó el proyecto que acogerá los otros 135.000 metros cuadrados de esta ubicación. Se trata de un proyecto de tres plantas, del cual el Country Manager de Goodman en España, Ignacio García Cuenca, destacó que “en un territorio como Barcelona donde el suelo logístico es muy preciado, este proyecto ahorra un 30% de suelo”. Goodman invertirá 120 millones de euros a partir de los próximos dos años para construir este espacio multiplanta que se encuentra a escasos 3 kilómetros del Puerto de Barcelona y a menos de 20 minutos del centro de la ciudad.
Tras más de cinco años de conversaciones y negociaciones, todos los agentes implicados en el desarrollo del proyecto destacaron la colaboración público-privada como “fundamental” para que la propuesta saliera adelante. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, subrayó que “en una semana con mucha tensión política, este acto de presentación es un ejemplo de como la colaboración entre actores de ámbitos muy diferentes nos ponemos de acuerdo para poner en marcha un proyecto muy importante para Barcelona y Catalunya”.
Illa también señaló la tenacidad, perseverancia y trabajo de todos los agentes implicados para alcanzar una solución que “todos los pronósticos daban como muy complicados cuando cerró la planta de Nissan y ha acabado siendo un gran éxito”.