Se trata de triciclos propulsados con energía eléctrica (también motriz), que cumplen con toda la normativa vigente en materia de movilidad urbana; tienen una autonomía de hasta 14 horas o 100 kilómetros y la capacidad de carga de su cabina es de 1,2 metros cúbicos y 200 kilos.
La solución del triciclo eléctrico tiene grandes ventajas ya que “se reduce drásticamente el pago de multas de tráfico; se optimizan los tiempos porque no existen problemas de aparcamiento; el gasto de combustible desaparece y se sustituye por un consumo eléctrico de 0,1 euro cada cien kilómetros; el mantenimiento es realmente sencillo y económico porque no tiene que someterse a revisiones o costosos reemplazos y su impacto sobre el entorno es cero porque es un vehículo 100% ecológico”, explica Amo.