valencia. El secretario general de Transprime destaca que este hecho “eleva costes y reduce resiliencia”. Para Espin, uno de los principales retos del sector cerámico “es la diversificación modal, dada la evidente limitada intermodalidad infraestructural ante la presión de las exigencias medioambientales, en combinación con la necesidad de manipulación especializada por la fragilidad del producto”.
Espín subraya que, a ello, se suma “la falta de coordinación digital de la cadena logística”. Además de superar la dependencia modal, para Jordi Espin el sector precisa superar otras dos limitaciones. Por un lado, “la falta de soluciones logísticas adaptadas a los requisitos específicos del producto cerámico, que exige manipulación cuidadosa, embalaje reforzado y un control riguroso de daños” y, por otro, “la necesidad de acelerar la transición hacia cadenas logísticas bajas en carbono, no solo por presión normativa, sino como palanca de diferenciación competitiva en mercados internacionales cada vez más sensibles a criterios de sostenibilidad”.