ASCER (Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos) representa aproximadamente al 95% de la producción nacional, de ahí que sus observaciones sean significativas y valiosas para conocer cómo se encuentra la industria.
En 2024 se trabajará en la defensa del material europeo frente al proveniente de países extracomunitarios.
ASCER (Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos) representa aproximadamente al 95% de la producción nacional, de ahí que sus observaciones sean significativas y valiosas para conocer cómo se encuentra la industria.
VALENCIA. En este sentido, ASCER celebró a finales de año su tradicional encuentro con medios en el que se confirmó que, con el último dato oficial disponible (IPI enero-octubre), la producción acumulaba una caída de -18,3%, con lo que se esperaba un cierre de año con un descenso de entre el -18% al -20% sobre los 400 millones de metros cuadrados una cifra que no se registraba desde 2012.
En ventas exteriores, las cifras no eran mejores. Según avanzaron desde la patronal, se registran caídas de la demanda en los principales mercados debido, por un lado, a la situación inflacionista que se traduce en una ralentización del mercado de la construcción y la reforma; y, por otro, a la pérdida de competitividad de los productos españoles frente a otros países productores y otros materiales sustitutivos.
Como muestra de esta tendencia, las estadísticas de exportación hasta octubre que indicaron que se había exportado producto por valor de 3.053,5 millones de euros (-16,7% en valor y -23,3% en volumen). En cuanto a la previsión de las ventas, ASCER cree que habrá una caída de entre el 15% y el 17% en facturación total y en exportación, y de entre el 11% y el 13% en ventas domésticas.
Retos
Por otro lado, la patronal no olvida los desafíos a los que deberán hacer frente, a saber: precio de la energía, regulaciones provenientes de la UE. En ambos casos, la competitividad del producto español se ve mermada, una producción que también tiene que trabajar en ver cómo desarrolla su producción en un entorno descarbonizado y con menos emisiones.
En este escenario, la industria española necesita contar con el firme apoyo de las administraciones, “tanto en el aspecto económico como en el aspecto regulatorio vista la gran dificultad técnica a la que nos enfrentamos y el enorme reto económico que supondrá la transición energética”, destacaron desde ASCER.
Desde los organismos europeos se deben establecer marcos regulatorios que permitan a la industria mantener su competitividad; es más, “se necesitan ayudas a nivel nacional a corto plazo y a medio plazo, así como en un plan de reindustrialización de España, con un marco normativo que respalde la transformación industrial mucho más allá de la Ley de Industria prevista”, aseveran las empresas fabricantes.