Los eventos y congresos más recientes, por cierto, digitales en su mayoría, que reúnen a los expertos de las mayores empresas involucradas en las diferentes cadenas de suministro están poniendo de relieve la importancia de los procesos de digitalización de la industria de fabricación y la necesidad de considerar como aspecto crítico la centralidad del cliente en los procesos de producción y comercialización. En estos foros, unido a los viejos tópicos de la deficiente imagen del sector y a las dificultades para encontrar talento logístico, se apela ahora a la necesidad de impulsar la digitalización y a la falta de formación tecnológica para adaptarse a un nuevo modo de hacer las cosas de manera profesional y adecuado a las necesidades actuales del mercado.
No es del todo cierto que exista un déficit de formación o de talento logístico. Quizás, habría que plantearse si los profesionales están adecuadamente valorados dentro del sector del transporte y la logística. Resulta un tanto paradójico que, durante la época de confinamiento en nuestro país, los profesionales considerados como “esenciales” hayan sido mayoritariamente los sanitarios, logísticos, de comunicaciones y fuerzas de seguridad (por este orden) y, sin embargo, el reconocimiento social y económico no se corresponda con estas prioridades.
Actualización de conocimientos
En realidad, parece que se están generando oportunidades más viables para competidores más pequeños, jóvenes y ágiles, capaces de adoptar e implementar fácilmente las nuevas tecnologías, a la vez que los retos son crecientes para los operadores preexistentes y de mayor tamaño, cuyas dificultades se centran en la necesidad de una nueva organización de la producción basada en el uso más responsable de la alta tecnología, orientada a la demanda y centrada en el cliente. De hecho, muchas de estas pequeñas empresas innovadoras están siendo anexionadas por los gigantes de la logística en unos casos y, en otros, operando de manera exclusiva para ellas.
El análisis de la situación converge hacia clientes cada vez más cercanos a los procesos de fabricación, con expectativas nunca vistas que exigen una producción personalizada y la necesidad de obtener experiencias perfectas en sus procesos de compra. Resulta más que evidente que las empresas requieren ponerse al día en el plano digital. Las grandes compañías del sector llevan varios años avanzando en tecnologías de producción digital, incluyendo el uso de la robótica, la gestión de datos inteligentes o la aplicación de la inteligencia artificial para la toma de decisiones. Lógicamente, todos estos procesos requieren la actualización de conocimientos y habilidades del personal de la empresa.
Centrándonos en la formación, conviene recordar que la mayoría de las empresas cuentan con personas distribuidas en cuatro niveles profesionales. Aunque parezca una obviedad, el grado de formación de cada nivel debe estar adecuado a las funciones que desempeña cada persona dentro de la empresa. El esfuerzo en actualización de conocimientos y habilidades del personal de la empresa, o en la captación de nuevos activos, pasa por una definición clara de las funciones de cada posición.
Acuerdos estratégicos
También debe tenerse en cuenta que, en la mayoría de ocasiones, la digitalización viene de la mano de acuerdos estratégicos con otros socios. Por ejemplo, empresas como Maersk se están apoyando en la creación de una plataforma, conjuntamente con IBM, para promover transacciones gestionadas de manera inteligente mediante el uso blockchain. Otras empresas del ámbito de los repuestos de maquinaria industrial, han centrado su producción en la impresión 3D con materiales poliméricos, vidrio, impresión sobre geles e incluso tejidos vivos. Sin ir más lejos, actualmente se está promoviendo el desarrollo de vehículos autónomos, el uso de drones, o la trazabilidad de datos en tiempo real asociada a tecnología RFID.
Otro ejemplo claro es el acuerdo alcanzado por las entidades ABB y DNV en la industria marítima, cuyo objetivo es el de potenciar la introducción de nuevas tecnologías de inteligencia artificial y big data. Con ello, se busca una mayor interconectividad entre los cargadores, las navieras y los hubs portuarios, de modo que sea posible realizar estimaciones de la demanda más reales.
Tomás García Martín
Decano de la Facultad de Tecnología y Ciencia. Universidad Camilo José Cela
Doctor en Ingeniería Química. Desarrolla su labor docente e investigadora en las áreas de Dirección de Operaciones, Logística Internacional y Gestión Ambiental. Secretario del Colegio Oficial de Químicos de Madrid.
Formación continua para el personalde las empresas del sectorEn todos estos casos, las iniciativas de capacitación se han promovido desde las empresas con apoyo de diferentes organizaciones de referencia o mediante socios tecnológicos. Por ejemplo, la Federación Internacional de Transitarios (FIATA) o la CEFTRAL desarrollan cursos específicos para la digitalización de empresas de transporte por carretera, así como planes de formación para instructores.Algunas multinacionales de 3PL como DHL, DB Schenker, UPS o Kühne+Nagel desarrollan sus propios programas de formación corporativa, en los que se integran contenidos para la adaptación digital de sus empleados. En estos casos, los presupuestos de capacitación son más abundantes y suelen contar con simuladores y contenidos específicos para el análisis de datos, interpretación de mapas de seguimiento, dispositivos de seguridad y toma de decisiones predictivas.
Formación conjuntaEn el caso de las pequeñas y medianas empresas del sector logístico, existe una clara inquietud por la formación en materia de digitalización, sin embargo las necesidades de capacitación de sus empleados suelen ser muy heterogéneas y tienden a emplear materiales formativos estandarizados, independientemente de que sean o no pertinentes. En este sentido, dado que las empresas de 3PL más grandes subcontratan una gran parte de su transporte a estos operadores más pequeños, una posible solución sería incentivar una formación conjunta en la que se integren los operarios de estas pymes.Las empresas europeas del sector también pueden contactar con la Asociación Europea de Logística (ELA), que a su vez dispone de capítulos nacionales como la CILT en Reino Unido, la BVL en Alemania o CEL en España. Estos organismos también ofrecen formación en materia de digitalización, coordinando diferentes contenidos específicos y necesidades tecnológicas de cada tipo de operación. En algunos casos, los empleados de las asociaciones miembro pueden acumular créditos para su desarrollo de formación continua.A nivel más global, APICS como líder mundial en programas de certificación de la cadena de suministro, ha puesto en marcha una nueva asociación para el desarrollo de las empresas de gestión de la cadena de suministro (ASCM), focalizando la oferta formativa en la transformación digital y las necesidades de actualización de los profesionales de las empresas de cara a fomentar la digitalización y el uso de la tecnología.Por supuesto, existen ámbitos de formación más específicos, como el que representa la Unión Internacional de Transportes por Carretera (IRU). Este organismo ofrece un amplio catálogo de programas de capacitación para los profesionales, incluyendo estándares tecnológicos tanto en el manejo de vehículos como en la manipulación de carga o de sistemas de seguridad.Un caso más específico es el de las empresas de transporte aéreo de mercancías. Aquí la formación en los procesos de digitalización, más avanzados, está impulsada por instituciones más reconocidas dentro del ámbito aeronáutico como son OACI e IATA. La gestión del transporte de carga aérea exige el empleo de tecnologías estandarizas altamente competitivas y exigentes.
Seguridad informáticaLa transformación digital de las empresas de transporte y logística también ha llevado a un mayor impulso de los departamentos de sistemas IT. En este sentido, las empresas disponen de un mayor presupuesto anual para invertir en seguridad informática y en personal específico. La seguridad de estas empresas no consiste sólo en instalar cámaras de seguridad en las plataformas, sistemas de seguimiento GPS para los vehículos o dispositivos de vigilancia.La ciberseguridad es otro aspecto esencial para la protección de los datos de los clientes, los accesos remotos de las personas que realizan teletrabajo, el personal in itinere, o las operaciones de comercio electrónico en las que es preciso garantizar la privacidad de los datos de proveedores y clientes. En este campo, la necesidad de recursos humanos con perfil informático o tecnológico resulta esencial. Por tanto, no sólo es necesaria la formación continua de los usuarios de esta tecnología, sino personas expertas en la gestión de programas, equipos, maquinaria, gestión de datos y ciberseguridad.
Formación superior en el ámbitodel transporte y la logísticaEn el plano de la formación superior, las universidades europeas y norteamericanas presentan una formación sólida en materia logística. Desde hace años, la Georgia Tech o el MIT vienen impartiendo programas en cadena de suministro, gestión del transporte y logística tanto interna como externa. En los países europeos existen programas universitarios en materia logística desde hace unos veinte años. Las universidades nórdicas presentan un sesgo más marcado hacia los contenidos en dirección económica y financiera de empresas logísticas y comercio electrónico; las universidades alemanas presentan contenidos más ingenieriles basados en la optimización de las operaciones, mientras que las universidades de Reino Unido se diferencian por una formación más orientada a la gestión del transporte.En España, la Universidad Camilo José Cela es la única que viene desarrollando programas universitarios con contenidos en transporte y logística desde hace más de doce años. En este caso, los programas engloban la formación desde los Ciclos Formativos de Grado Superior en Transporte y Logística y en Comercio Internacional (2 años de duración), el Grado Universitario en Transporte y Logística (4 años de duración) y el Máster Universitario en Dirección de Empresas Logísticas y Cadena de Suministro (1 año de duración). Todos estos programas son oficiales, están adaptados tecnológicamente en contenidos y metodología con una estrecha participación de las empresas más relevantes del sector.
Universidad-EmpresaSin duda, la transformación digital ha exigido la actualización y ajuste de los planes de estudio universitarios. En este sentido, la participación de nuestro Consejo Asesor empresarial ha supuesto un excelente apoyo, mediante la participación de expertos de reconocido prestigio en la formación de los estudiantes. Además, las entidades están posibilitando las estancias en empresa para la mayoría de los alumnos, que compaginan su formación en la Universidad con su desarrollo laboral en prácticas o mediante contratos con jornadas flexibles.Al igual que sucede en los centros de Alemania y Austria, existe una fuerte colaboración con empresas del sector que potencian la formación dual, contribuyendo a un aprendizaje de alto nivel y la creación de oportunidades de empleo para los recién licenciados. Lógicamente, los aspectos tecnológicos están fuertemente presentes, al menos desde el punto de vista de la operativa de usuarios.
Licenciaturas y MásterMás recientemente, algunas universidades han lanzado programas de licenciatura y máster especializados en logística y cadena de suministro. Este es el caso de las universidades LATAM y las asiáticas (China y Tailandia) que están siendo impulsadas desde los respectivos gobiernos que reconocen el papel de la logística como un sector estratégico para el crecimiento económico y la riqueza del país. Los programas formativos en estos casos se centran más en los conceptos clásicos de la industria logística y en la contratación de servicios.Finalmente, algunas empresas financian los estudios universitarios de sus empleados para conseguir mejores garantías en las posiciones estratégicas o directivas de sus plantillas, mediante programas de estudio y empleo combinados. Este es el caso de las Universidades de Huddersfield (UK), Cranfield (UK), Aachen (Alemania), UCJC (España), o JAMK (Finlandia) que disponen de programas de estudio flexibles, con enfoques de aprendizaje experimentales, combinados con la empresa y adaptados a las necesidades del sector.Aunque el proceso de digitalización del sector del transporte y la logística debe realizarse de manera modular y progresiva, la formación de las personas juega un papel clave en el éxito del desarrollo tecnológico empresarial.